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El sexo y el Real Madrid

Seamos realistas -no me refiero a que nos hagamos socios del Real Madrid, porque se denominan madridistas-, sino que nos ajustemos a la realidad. 

El Real Madrid tiene fama de ser el mejor club del mundo, y Florentino Pérez, su presidente, lo sabe. Sabe que no va a dejar de tenerla aunque no gane campeonatos, porque lo que le interesa son los resultados económicos. 

En su primera etapa, Florentino consiguió fichar a los mejores jugadores del mundo: Figo, Ronaldo, Zidanne, Beckham, además de tener a los formidables canteranos Guti, Raúl y, por supuesto, Iker Casillas. Y ni así consiguió ganarlo todo, como cabía esperar.

Pero en aquella época, cuarenta millones de chinas querían una camiseta de Beckham, ganase o perdiese el Madrid la liga, la Champions o la Copa del Rey. Les importaba un pimiento. 

Beckham era un dandy, guapo y bien formado ¿A quién le importa que meta goles? Florentino es uno de los mejores empresarios del mundo, sin duda, y su presidencia es garantía de que las cuentas del club sean positivas. 

Por eso, en lugar de contratar al excelente jugador -probablemente el mejor del mundo actualmente- Leo Messi, bajito, soso y feo, el pobre, prefiere contar con uno que quizá no será tan buen futbolista, pero que sin duda puede lograr otra vez lo que Beckham consiguió: multipliquen cuarenta millones por ochenta euros que cuesta la camisetita, y se darán cuenta de que el principal valor del Real Madrid no es el fútbol, sino el sexo. 

Cristiano Ronaldo asegura los ingresos, mete goles y luce su espléndido cuerpo en las revistas más influyentes del mundo, para que cientos de millones de mujeres deseosas de reproducirse con él compren sus camisetas. 

¿A quién demonios le importa el fútbol?


Entrenamiento para la fidelidad y la libertad









En primer lugar, aunque he preparado este post para ayudar al amigo de nuestra querida Meri, tengo que advertir que este entrenamiento que voy a describir es igual de útil para los hombres que para las mujeres, pues se basa en el principio de la Plasticidad Neural o relativa maleabilidad del Sistema Nervioso a lo largo de toda la vida. Todos lo modificamos, y algunos, incluso, para bien.


El Sistema Nervioso va especializándose en aquello que corresponde a nuestros intereses, esto es algo obvio, pero también se da el efecto inverso, creas un potente imán atractor en tu cerebro. Como dice el refrán: A quien es martillo todo le parecen clavos. Es decir, que si te pasas la adolescencia y juventud —por volver al tema en cuestión— mirando obsesivamente culos y tetas por doquier, tu cerebro, ya de por sí preparado genética y culturalmente para ello, acaba por convertirse en una máquina especializada en detectarlos en el entorno. Es un condicionamiento del tipo Perros de Pavlov, pero aquí en lugar de campana y comida tienes tetas como estímulo y subidón como reflejo. Si encima tienes éxito, además de subidón tendrás ración de sexo, con lo cual estarás más expuesto aún a ser víctima de ti mismo, un adicto al sexo. Porque una vez creada la estructura neural, lo más importante en la vida será buscarlos, mirarlos y obtener la agradable sensación erótica y/o sexual correspondiente. Piensa fríamente ¿pa qué mirar si no vas a rascar? y aplícate el sabio: Agua que no has de beber, déjala correr. No, no te las vas a tirar a todas.

La modificación de ese comportamiento-estructura que te crea problemas debe ir produciéndose poco a poco, pues si pretendes lograrlo a lo bestia, lo más normal es que obtengas un efecto boomerang que te deje donde lo dejaste o peor aún, porque te convencerás de que no vas a ser capaz. Cuando el entrenamiento finalice, te encontrarás con que ves personas, no potenciales objetos de tu satisfacción sexual.

No obstante, ten en cuenta que tampoco conviene tentar a la suerte frecuentando personas que van a degüello a por nosotros, porque nadie es de piedra y hasta el héroe Ulises tuvo que atarse a los mástiles de su nave para no caer cautivo de los cantos de las sirenas; mandó a sus marinero que le atasen para que su libertad de actuación no fuese secuestrada por la irresistible tentación. Así pues, teniendo esto en cuenta, empezamos con la descripción del entrenamiento:



ENCUENTROS EN LA PRIMERA FASE

Empieza por apartar tu mirada y tu atención de las mujeres que vayan acompañadas de un hombre; es más fácil así porque puedes ayudarte pensando que estás ofendiendo, humillando o provocando a un congénere igual de agobiado que tú apartando buitres de su chica; y que con la misma libertad que tú te tomas, otro más guapo, rico o dominante puede hacer lo mismo contigo. El gen altruista.

Es interesante anotar los aciertos y errores, para lo que te ofrezco el espacio para hacer comentarios de este post, así siempre podrás hacer un autoseguimiento de tus progresos. Es como lo de pasarse monedas de un bolsillo a otro, pero más discreto y tecnológico. Puedes también hacer comentarios que te sirvan para reforzar el descondicionamiento y a la vez ayudar a otros con su entrenamiento.

Etapa 1

¿Qué es lo primero que miras en una mujer que pasa cerca de ti? ¿Y lo último? ¿Tetas? ¿Pubis? ¿Ojos? ¿Culo? Lo más normal es que empecemos por la cara y acabemos por el culo, dándonos la vuelta en la calle a mirárselo disimulada o descaradamente. Pues ahí está; en primer lugar evita lo más fácil: mirar el culo de las mujeres acompañadas. ¿Por qué es más fácil? Porque como es lo útlimo que les miras tienes más tiempo para decidir apartar la vista. Puedes mirarlas por delante —sé prudente, por favor— pero no por detrás.

Una advertencia: tu cerebro lo “ve” todo. De modo que aunque estés enfocando la mirada en algo concreto o mirando al frente sin objeto concreto, la periferia de tus pupilas registra todo tu campo visual, y tu cerebro que se ha puesto en alerta protestará si no miras los culos por medio de un impulso que te será difícil de resistir, así que si te ocurre esto, que te ocurrirá, tranquilo, es normal. No mires. Ni aunque intuyas que sea el mejor culo del mundo y te haya mirado rogándote que se lo destroces. No mires.

¿Cuánto tiempo durará esta fase del entrenamiento? Alrededor de un mes aproximadamente (por mi propia experiencia) Ánimo, ya estás más cerca de liberar tu mente.

Etapa 2

Cuando hayas logrado no mirar los culos sin arder de deseos de hacerlo, pasa al pecho. Igual. Tu cerebro lo seguirá “viendo”, y escuchando el dulce canto de la sirena. Pero tú no mires. Tienes un motivo importante aparte de liberarte de esa ansiedad: la felicidad de tu mujer. ¡No mires pase lo que pase, aunque sea Mónica Bellucci! Aunque lleve un escote de infarto, unas transparencias provocadoras o los pezones tiesos como torpedos. Te sentirás bien cada vez que lo consigas. Anótalo en un comentario nuevo con fecha.

Ponte las etapas que consideres en esta primera fase, según sea tu recorrido visual por el cuerpo de las mujeres (normalmente tres etapas). Terminarás la fase seguramente por el primer sitio que acostumbrabas a mirar: el rostro. Aquí hay menos tiempo para interponer el control, pero ya tienes cierta habilidad que te permitirá lograrlo. No lo mires aunque estés completamente seguro de que te mira con ojos golositos. Cuando culmines esta primera fase con éxito, estarás más libre de la pulsión, y tu mente podrá empezar a comprender la importancia de esta liberación y del sentido moral de no mirar a la mujer del prójimo. Ya estás casi hecho un campeón de la fidelidad. Pasa a la siguiente fase cuando hayas conseguido no mirar en absoluto a las mujeres acompañadas. Unos tres-cuatro meses para consolidar el nuevo comportamiento.


ENCUENTROS EN LA SEGUNDA FASE

La segunda fase es igual que la primera, con sus tres o cuatro etapas, pero aquí no existe el freno moral altruista de evitar perjudicar a un congénere para ayudarte como motivador en tu proceso de liberación, porque ahora toca no mirar a las mujeres que van sin hombre, así que tendrás que usar otros: hazlo por tu mujer o por ti mismo. Te aseguro que cuando lo consigas te sentirás mucho mejor, más centrado en tus estudios, en tu trabajo, en el conocimiento, en disfrutar de un paseo y de la vida. Si alguna vez se te va la vista, no te agobies, es relativamente normal, porque esto es un proceso de entrenamiento y ni el Real Madrid gana todos los partidos. Lo que importa es ganar la Liga y la Champions de aquí hasta que la muerte os separe.

Así que usa el espacio de los comentarios también en este caso. En menos de un año te acordarás de donde tienes la pilila cuando vayas a hacer un pis (en serio), al lavarte (porque te la lavas ¿no?) o cuando estés con tu mujer, pero te dejará tranquilo el resto del día. Menuda liberación ¿verdad?

Sé realista, tu nueva estructura-comportamiento no te evitará absolutamente caer en tentaciones. Tendrás que seguir alimentando tu libertad de decisión, pero será muuucho más fácil. Recuerda el aforismo Zen: Es necesaria una gran llama para hacer hervir el agua, pero sólo una pequeña para mantenerlo en ebullición.


Tienes en un comentario un ejemplo de cómo puedes hacerte
el seguimiento de tus progresos.