La tontería sexológica de la semana: Cada loco con su tema

Dicen en ABCsexología que "el lenguaje nos retrata y mostramos nuestra vergüenza usando eufemismos para hablar del pene nombrándolo por ejemplo como “mi cosa, pilila, flauta, churrita, colita, pito, pajarito,…” y en determinados contextos pasamos de la vergüenza a lo obsceno quizás mostrando que es así como vemos la sexualidad y usamos palabras como “polla, tranca, verga,…”. La vulva pasa por ser un infantil “mi cosa, pepe, toto, chichi, pometa…” a los ordinarios “coño, chocho, chumino, potorro”. El coito no se escapa a este trato y pasamos de hablar de “hacerlo o acostarse” a “follar o echar un polvo”.


Los ejemplos son innumerables y no hay concepto sexual o parte erógena que se libre de los sobrenombres y en realidad no debemos porque catalogar como negativo el uso de palabras graciosas u obscenas para referirnos a la sexualidad siempre que lo hagamos en contextos divertidos o como forma de erotismo. Pero es incuestionable que este tipo de palabras han proliferado como reflejo de la forma de entender la sexualidad de nuestra sociedad, por lo que parece importante usar una terminología apropiada al hablar con los menores o divulgar la salud sexual."



Sabido esto, y para adecuarme correctamente al lenguaje preconizado por estos ilustres sabios tontiprogres que orientan adecuadamente nuestra sexualidad y sin los cuales la humanidad se dirigiría inexorablemente a su extinción, me comprometo a partir de ahora practicar con el ejemplo y a no hacer más de Drosophila Melanogaster (antes mosca cojonera) cuando hable de estas cosas. Para referirme a ello diré mejor sucesión de antepulsiones y retropulsiones, anteversiones y retroversiones pélvicas de un homo sapiens sapiens de sexo masculino colocado en decúbito prono con el pene erecto inserto en la cavidad vaginal de un homo sapiens sapiens de sexo femenino colocada en decúbito supino y abducción de miembros inferiores hasta que la fricción de ambas superficies mucosas y epiteliales produzca un clímax emocional con emisión seminal en el caso del sexo masculino y de una compulsión muscular y secreción de neurotransmisores en el caso de ambos.

Pero como es muy largo, lo llamaré "follar".


(Por cierto, cienorgásmicos, quizá conviniera que ilustráseis un poco a esta pobre gentecilla de cama redonda con vuestra experiencia ;-)





3 comentarios:

  1. Anónimo13:08

    ¿Habeis leido el blog de sexo de hoy en EL MUNDO?Parece que habla de vosotros con cierta burla

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  2. Anónimo13:09

    Jajajajaja.Cierto es que las cosas tiene demasiados nombres y sobrenombres pero todo el mundo sabe de lo que se habla al fin y al cabo no?Bueno,pues eso es lo importante,no hay que darle más vueltas.
    Otra cosa es utilizar el lenguaje apropiado para cada persona o grupo,dependiendo de las circunstancias extrínsecas e intrínsecas,del nivel de confianza y de educación que haya entre las personas.

    A saber cuántos en este blog entienden el rollo que soltaste de antepusión y homo sapiens sapiens jajajajaja.Tiene su gracia oye...

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  3. Sí, anónimo, me recuerda a una de las fábulas de Samaniego que se leían en el colegio antes del estropicio logsiano, concretamente la de la zorra y las uvas:

    http://amediavoz.com/samaniego.htm#6...La%20zorra%20y%20las%20uvas

    Pero estoy seguro que la mayoría de los lectores del bueno de Josep también nos leen. Míralo así, hoy por hoy ya es obvio para mucha gente que una sexualidad sin Cienorgasmología es una sexualidad mediocre, y los blogueros del ámbito, amigos o no amigos, están empezando a temblar. Desde el kamasutra nadie ha dado un impulso a la sexualidad como nosotros. Estamos haciendo historia.

    Traserete, ya está bien de sandeces progres, yo no estoy dispuesto a seguir la corriente dominante (ya quisieran serlo). Antes de que existieran los sesólogos y los progres ya se hablaba de sexo y todo el mundo se entendía perfectamente sin ellos. ¡Anda y que les den!

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