¿Por qué decimos amor cuando queremos decir sexo?

Hace años me confesaba un ilustre médico jubilado que en las guardias nocturnas de los hospitales a menudo ocurre lo que se descubrió en el interrogatorio de un mono superviviente de un accidente aéreo:


- ¿Que hacían los pilotos, mono? (el mono hace gestos de darle al zasca-zasca)
- ¿Que hacían las azafatas? (el mono hace gestos de disfrutar como un loco)
- ¿Y que hacían los pasajeros? (el mono grita y hace gestos de pánico)
- ¿Y tu que hacías? (el mono pone cara de velocidad y hace gestos
de pilotar el avión)

Tiene cojones, con perdón, el asunto del Doctor Muertes éste y la manipulación que se está haciendo de la opinión de los débiles de mente. ¿Por qué llamamos sedación terminal a lo que en lugar de ser una práctica para eliminar el sufrimiento de los enfermos terminales hasta que llegue naturalmente el momento de su muerte —que es para lo que está concebida esta práctica médica— es pura y simplemente un asesinato con premeditación, nocturnidad, y alevosía? Si un profesional de la medicina, al que se supone conocedor de los instrumentos farmacológicos que maneja, proporciona reiterada y sistemáticamente dosis de sedantes suficientes para matar a una persona, y efectivamente se mueren, es que tiene la intención de matarlas. Como ocurrió con la eutanasia del régimen pagano nazi, quien no reconoce a Dios como ente superior y a la Ley Natural como ley superior tiende indefectiblemente a erigirse a sí mismo en deidad por encima del bien y del mal, a actuar según unos criterios personales esculpidos en sus propias tablas de la ley o las del listo de turno y a imponerlos a la fuerza inquisitorial si se le da un poco o un mucho de poder.

Pero más grave aún sería que el mataviejas Montes se hubiera tomado la libertad de sedar más allá de lo que cada patología requería para ponerse a chingar con las enfermeras tranquilamente, como los pilotos con las azafatas, o para poder dormir a pierna suelta sin los tocapelotas de los enfermos abrasando al personal con sus penas. ¡Que guasa! ¿verdad?. Total, qué importa la vida del jodido viejo decrépito ése si lo que me espera un buen polvo con la nueva yogurina de prácticas o con la pelleja esa a la que no quiere nadie más que para pasar el rato y luego ponerme a roncar a placer. Sobre todo qué importa si el que casca es un vejestorio que para lo único que sirve es para cobrar una pensión que vacía las arcas del estado y hacer a la sanidad gastar dinero inútilmente ¿no? Además seguro que no tiene hijos que le lloren, ni hermanos, ni amigos... ¡Ay, Montes! ya te tocará a ti, no creas que por creerte dios vas a escapar de la vejez.


Esto de la sedación terminal es algo muy similar a lo que ocurre con el polémico asunto del aborto. Se le cambia a una realidad su nombre por otro neutro que no activa en el cerebro ningún tipo de sentimiento desagradable —porque abortar lo mismo vale para interrumpir el lanzamiento de una nave espacial, un plan, o un robo a un banco...— y se puede ejecutar sin juicio previo a un ser humano que aún no ha tenido tiempo de ser culpable de nada, ni siquiera de haber nacido en el seno de una desalmada o una incauta abducida por la secta, con el compasivo método del descuartizamiento. Total, ojos que no ven, corazón que no siente ¿verdad?. Y como no me toca a mí, no pasa nada. ¿A que después de ver la realidad ya uno no se queda tan impasible?

Muchos de los defensores de estos derechos legítimos son seguramente de los hipócritas que odian a los USA por ser la principal potencia mundial, por mantener la pena de muerte y Guantánamo, pero no alaban que allí quien mata a una mujer embarazada es culpable de dos crímenes, porque ni lo saben ni les interesa saberlo. Son los mismos que pretenden que los restos de los niños no nacidos sean considerados desperdicios de clínica y no restos humanos, para poder tirarlos sin cargo de conciencia a la basura o a la trituradora junto a las peladuras de patatas, cáscaras de huevo, servilletas de papel usadas y demás porquerías.

Muchos incautos se amparan en el eufemismo (del griego eu: bueno, bonito; y femi: decir; o sea, decir las cosas de modo que resulten más bonitas de lo que son en realidad) del derecho a la muerte digna cuando en este sonoro caso del Doctor Muertes nadie pidió ni autorizó los asesinatos. Lo mismo ocurre con el derecho de la mujer a decidir sobre su embarazo. Sinceramente, por mí, pueden decidir hacer con su embarazo (que es de ellas) lo que gusten; se pueden pintar la barriga de rojo o de amarillo, teñirse el pelo, hacer deporte, ir al cine o tumbarse a la bartola; pero no con el ser humano que llevan dentro —llámesele nasciturus, bebé, feto, criatura, hijo o como a cada cual le apetezca— que no es suyo sino de sí mismo. ¿Tu pares? Pues decide sobre ti, no sobre lo que vas a parir. ¿Bofetada no y trituradora sí?. Ayayay... qué fácil es descubrir vuestras incoherencias.

¡Qué decir! ¿Os dais cuenta? En este mundo de corrección política muchas personas utilizan eufemismos para hablar de cosas a las que no se atreven a nombrar por su nombre por miedo al gusanillo de la conciencia y a las críticas, y paradójicamente son los que no se arrepienten de nada. Prefieren esconder la cabeza como el avestruz y no ver la realidad. Utilizan el concepto hacer el amor aunque lo que estén haciendo sea echar un kiki en un probador de El Corte Inglés, en un club de intercambio, ante las cámaras de Gran Hermano o la mayor cerdez que imaginarse pueda. ¿Por qué? porque de esa manera en su cerebro no se activa la vergüenza de reconocer que está hablando en público y además presumiendo, de algo que es patrimonio de la intimidad de la pareja o de su grupo de amigos más cercanos.

¿Vergüenza? ¿discreción? ¿prudencia? Todo lo contrario, creen que con la muletilla amor, el derecho a decidir y la muerte digna, son unos chicos estupendos. Por eso van y lo cascan orgullosamente. Sobresalientes aprendices de Goebbels y su lema: "Si una mentira se repite mil veces, acaba convirtiéndose en verdad".

Al pan, pan; y al vino, vino. Nadie en el mundo hace el amor, sino que folla, chinga o culea. Dejémonos de engañarnos a nosotros mismos y no permitamos que nos engañen como a idiotas, que cada año asesinamos en España a cien mil niños y no se nos parte el alma.


Lo siento, chicos, ya sé que esperabais otro post,
pero es que me ha salido de dentro. Ya se me pasará.


Nota muy posterior, me comenta Horacio Vázquez-Rial que los jubilados holandeses están invadiendo Andalucía, huyendo de su legislación pro-eutanazi.




11 comentarios:

  1. Anónimo9:35

    Te veo un poco tocado,se nota que te afectan estas cosas.
    Lo del aborto me parece algo complicado porque lo han convertido en un derecho legítimo,pero sólo en determinadas circunstancias.

    Hace no mucho publicaron en un periódico local asturiano un reportaje interesante en el que los responsables de una clínica ovetense explicaban algunos casos y aclaraban los márgenes legales de tal "asesinato"...Ya ves a Traserete guardándolo,sobre todo porque la anticoncepción postcoital(abortiva al fin y al cabo) la da de vez en cuando a niñas,y eso es algo que le manca en el alma.

    A mí lo que me da pena realmente son los jóvenes de hoy,más que el aborto,el por qué los niños de 13-14-15 años pierden su virginidad y hacen virguerías sin pensar.Me parece escalofriante que tengan tanta prisa en la vida,la verdad,sobre todo porque mezclan sexo con drogas y alcohol.Cuestión de educación supongo...

    El tema del Dr.Muerte es otra historia...

    Estas cosas te afectan y se nota...

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  2. Anónimo10:45

    ¿Estás melancólico Maestro?Bueno,no me extraña.No tengo nada que decir del aborto que no sepas,ya hablamos de ello en alguna ocasión,pero a mí,aparte de mancarme eso también me duele ver a los jóvenes de esas edades a las 9-10 pm tiraos por la calle borrachos,vomitando,bebiendo sin sentido...no sé...me parece escalofriante la edad en la que pierden la virginidad y empiezan a consumir drogas,sin saber todo lo que eso conlleva.

    Respecto al Dr Muerte,ningún médico en su sano juicio usa la sedación para matar,sino para dar una muerte digna,sin dolor,con una agonía tranquila...Hoy día es un tema en el que se empiezan a hacer protocolos precisamente por eso.

    El tema de la eutanasia es otra cosa,se trata de que el paciente decide morir cuando se encuentra en unas malas o malísimas condiciones de salud.

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  3. Anónimo15:09

    Hola "Familia".

    Yo en éste tema no me pronuncio. Es más sencillo mirar a otro lado y hacer como que no pasa nada, que pretender arreglarlo maltratando la conciencia. No te enfades conmigo Maestro.

    Lo que si está claro es que muchos de los valores de ésta sociedad se van al "garete".

    Maestro, si lo que querías era desanimarme a mantener relaciones, casi lo consigues :P Pero bueno... prometo ser responsable, dar buen uso a los profilácticos y métodos anticonceptivos varios y ser un chico bueno! :3 Ahh Y usar tus métodos! Pero necesito para ayer esos próximos post tuyos! jejeje

    Un saludoo!

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  4. Anónimo16:38

    Estoy muy de acuerdo con la opinión de Traserete sobre el "aborto", algo "encendida" sí, pero bastante clara ...aunque produzca cierta tristeza.Evidentemente lo mismo para la opinión de "hacer el amor".

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  5. Anónimo16:50

    Anónimo,es un tema bastante complicado,yo creo.Es muy fácil decir que se está en contra...pero cuando ves a chavalucas de 14 años que quieren la píldora postcoital...y no,no es tan sencillo....a veces he visto situaciones realmente escalofriantes y difíciles...Y no os digo nada de lo que debe ser en las clínicas,legales,eso sí.

    Por otra parte,son ingenuos los que piensan que la sanidad pública no practica abortos terapéuticos.

    Y no es que sea una opinión encendida,sino que es lo real,o al menos en parte.

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  6. Anónimo19:49

    que decir hermano mas que eres una patan!
    Si tú dices que aquellas personas se esconden en eufemismos tu y toda esa bola de parlantes religiosos y politicos hacen lo mismo. Estoy completamente de acuerdo contigo con que eso de enbellecer a las palabras es una porquería hipócrita, cojer es cojer y allá quien quiera decir hacer el amor, pero es muy su problema. Yo creo que el asunto aquí es simplemente no meterte en la vida de la gente. A ti que chigados te importa que una vieja quiera hacerse un aborto? tu eres el maldito feto que se está fomrnado dentro de ella? eres la estupida que dejó enbarazarse por no usar condón o eres la pobre víctima que fue violada? No, y no es que escondas la cabeza bajo un hoyo, es simplemente que dejes a la gente hacer su vida, y si puedes hacer algo para ayudar hazlo, pero no coompliques más las cosas. Acaso es que tú te harás cargo de aquellos miles de hijos no queridos que son maltratados por haber nacido de madres inmaduras? No eres más que uno de esos estupidos religiosos, solteros eternos cono su estúpido Dios, que no tienen ni idea de lo que un hijo conlleva. Si es inhumano que los medicos los tiren como basura o deechos médicos, pero esa es otra cuestion, Y la eutanasia. Acaso serás tú el que con tu valiosisimo apoyo moral pueda quitarle el sufrimiento a aquellos pobres que solo son victimas del destino? matar es matar, y es muy cierto, pero que tienen de malo quitarle el sufirmiento a una pobre mujer o a un viejo que no tienen ya esperanza de vida?. Eso sí que es inhumano! deja ya de criticar a esta gente y ponte a hacer algo de provecho con tu propia vida, si afecta a un ser tuyo o a ti mismo actua con rigidez si no, no estorbes a aquellos que solo buscan la solución a sus vidas

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  7. las imprudencias se pagan11:53

    coger es con G

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  8. Lamentablemente, creo que la vida se ve muy diferente en Hispanoamérica y en España, aunque aquí cada día nos parecemos más a Venezuela. Parece ovbio que las condiciones de subsistencia se imponen a la razón y a la civilización. Probablemente de esa animalidad residual que todavía persiste incluso en los que disponen de Pc y conexión a Internet -lo que no deja de ser curioso, pero lógico, no se evoluciona en una década- está en el origen de exabruptos como el comentario del "hermano" hispanoamericano.

    Como suele ser habitual en los abducidos por la secta, se tiende a mostrar ese rasgo de imbecilidad humana llamado empatía con unos -y de ello se presume- mientras con los otros (¿ojos que no ven?) se constata una insensibilidad digna de carniceros comunistas. Vísceras versus cerebro ¡qué le vamos a hacer!

    En fin, a algunos hijos de la Madre Patria les cuesta madurar, ¡qué envidia de la Commonwealth!

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  10. Hola Krankrank, gracias por los enlaces y por seguir dando la batalla antiNAZI. Hace poco he leído una noticia curiosa, los extranjeros que vienen a jubilarse a España quieren ser enterrados en sus países, ¡pero se vienen a España! ¡Vuelven pero después de morir natural y dignamente cuando Dios se los lleve! No se equivocaba Horacio Vázquez Rial, están acojonados pensando que les van a despachar cuando los amigos de Serrat (a los viejos se les aparta después de habernos servido bien...) empiecen a considerar tras ganar treinta elecciones generales seguidas (si santa Esperanza no lo remedia) que la única forma de evitar la quiebra total del sistema democrático y social sanitario para el pueblo (y para los de al lado) es ahorrar costes en los ancianos inútiles. Puro 1984.

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