Bobadas pseudocientíficas sobre el clítoris

En verano la mayoría nos encontramos disfrutando de nuestras vacaciones, y los periodistas también. Seguramente sea esa la razón por la que se publican bobadas para rellenar las páginas de los periódicos, como esta que descubrí por aquí:

Kim Wallen, profesor de psicología de la Universidad Emory (EEUU), lleva ya tiempo ocupado haciendo los cálculos que le han permitido averiguar la piedra angular del goce femenino. Según el investigador, y más allá de la posición exacta del famoso punto G, ha descubierto una sencilla regla fisiológica que determina si una mujer tiene más o menos facilidad para conseguir un orgasmo. El quid de la cuestión está en la distancia que separa al clítoris de la vagina. Ese número, medido en centímetros, determina la facilidad para conseguir orgasmos por estimulación del pene, sin ayuda de lengua, dedos o juguetes sexuales. Según Wallen, para ser la agraciada, la distancia entre el clítoris y la vagina debe ser menor de 2,4 cm, aproximadamente la longitud desde la punta del dedo pulgar hasta su primera articulación. Cualquiera que tenga esta medida, está capacitada para producir orgasmos fiables durante una sesión de sexo con penetración.



Tras recuperarme de la impresión, ni corto ni perezoso, agarré uno de esas cintas métricas de papel que regalan en IKEA (¿Qué pensábais, que iba a usar un calibre digital?) para medirle la distancia entre ambos puntos mi señora. 

La sorpresa que me llevé fue mayúscula, porque una de las mujeres -no profesionales- que más orgasmos y de más larga duración experimentan en el planeta ¡¡¡Tiene una distancia de cuatro centímetros y medio entre el glande del clítoris y el borde anterior de la entrada de la vagina!!! Lo que según la "piedra filosofal" descubierta por el amigo Wallen debía incapacitar totalmente a la pobre desagraciada para experimentar orgasmos. 

Supongo que más de uno de los practicantes de sexo anal habrá pensado al leer el estudio que a mayor distancia está el ojete, y a nadie se le ocurre dudar de que su estimulación produce orgasmos enormemente placenteros. 

Es más, entre el clítoris de mi contraria y sus pezones hay todavía más distancia, más de medio metro, y tiene orgasmos igualmente cuando se los acaricio. 

Puesto inmediatamente en comunicación con el Palacio de la Zarzuela para abordar la cuestión, Juancar y yo hemos decidido por unanimidad conceder el premio "¿Por qué no te callas?" del verano de 2009 al "investigador" Kim Wallen, ex aequo con el autor del brillante artículo, honor del que hace entrega su majestad a continuación:




5 comentarios:

  1. ¡Perfecta! ¡Eres perfecta como el círculo es perfecto!

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  2. ya se que lo sabes, pero es coña, nano, no me lo he medido en mi vida!!!! jajajaja!

    Qué tal la vuelta al cole?

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  3. Saludos por aqui a la Gente!!!! y pues al Maestro que por aqui sigo y animado con este voltaje orgasmico...
    Y pues un saludo caluroso a toda la gente del Blog!!!!
    El orgasmo esta en la mente...y entonces como le hacen los discapacitaos eh????

    Saludos!!!!

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  4. Hola, compañero!, ya me voy a poner a hacer un nuevo post, ya he pillado la indirecta ;-)

    ¿Los discapacitados? ¿Es que no tienen cerebro?, jajaja

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