Mostrando entradas con la etiqueta himen. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta himen. Mostrar todas las entradas

¿Qué es el himen?

¿Estáis seguros de que lo sabéis?

El himen es una membrana incompleta, muy frágil y delgada, de color rosado, en algunos casos muy elástica, que tabica la entrada de la vagina, sin llegar a cerrarla, situada por detrás y por debajo del orificio uretral. No se encuentra más que en los seres humanos, mujeres vírgenes, desapareciendo parcialmente con la desfloración, y totalmente después del primer parto. Esto es según el “Tratado de Ginecología: Fisiología Femenina” de 1974, aunque hoy día los diferentes autores no se acaban de poner de acuerdo sobre algunos aspectos. Al parecer, la hiena y el topo también tienen algún tipo de tejido conjuntival equivalente.

En las mujeres que han coitado, pero no parido, se encuentra todavía el himen, pero rasgado en múltiples puntos formándose sí las llamadas “carúnculas mirtiformes” (un concepto antiguo, de principios de siglo, pero aún vigente).

Pero al llegar el primer parto, según este Tratado, la gran dilatación que ha de sufrir la vulva hace que desaparezcan por completo todos los vestigios del himen y que las carúnculas mirtiformes queden reducidas a unas eminencias insignificantes. Aquí los autores están de acuerdo, pero siempre teniendo en cuenta que la elasticidad del himen puede ser tal que permanezca intacto en algunas mujeres embarazadas. Por tanto, hay que tener en cuenta que una mujer sexualmente activa puede tener el himen intacto, mientras que otra que es virgen no lo conserve. También está demostrado que los tampones lo distienden progresivamente y acaban ensanchando el orificio.

Tiene una gran importancia socio-cultural pero no desempeña ningún papel fisiológico conocido. Su nombre deriva del nombre del Dios griego del matrimonio, su nombre está unido a las más arcaicas tradiciones como supuesto testimonio de la virginidad femenina. Se puede ver retirando los pequeños labios y tanto su forma como su dimensión son muy variable. Muchas veces, es de forma anular y rodea el orificio vaginal; es muy fino con muchísimos agujeritos. Muy pocas veces, puede ser espeso y formar un tabique cerrando completamente el orificio vaginal, o al contrario, puede ser casi inexistente. En la mayoría de los casos, es decir en su forma anular, el himen incluso intacto, permite la introducción del pequeño dedo o de un tampón higiénico pero no permite la introducción de la verga en erección. El himen es vascularizado y debe desgarrarse durante una penetración, lo que ocasiona una hemorragia sin gravedad y de muy poco tiempo. Es necesario saber que una mujer virgen puede tener un himen bastante abierto y poco vascularizado, lo que no ocasiona desangramiento durante el desfloramiento.

En los muy pocos casos de un himen espeso, carnoso y tabicado, la penetración puede ser imposible y una pequeña intervención quirúrgica será necesaria.



Una pregunta frecuente: ¿La masturbación desvirga?


Depende de qué se entienda por ser virgen: perder el himen o tener una penetración. Respecto a lo primero, la rotura del himen se puede efectuar aún sin penetración. De hecho a la mayoría de las mujeres les ocurre antes de mantener cualquier relación, debido al ejercicio, montar en bicicleta… Por eso, la falta de himen nunca indica que una persona ya no sea virgen, pues el índice de error es elevadísimo. Más aún, si se añade que, en caso de existir himen, no siempre que este se rasga la mujer sangra.

Pero la presencia de himen no tiene por qué indicar que una mujer sea virgen, pues muchas veces, la mujer puede tener un himen muy flexible que ha cedido cuando ha mantenido el coito, pero no se ha llegado a romper, o un himen con una fisura por la que el pene puede entrar sin romperlo. Por lo que puedes observar, tanto la presencia de himen como su falta, no son indicadores seguros de nada respecto al haber mantenido relaciones sexuales.

Para acabar, una pinceladas evolutivas: el himen, durante las primeras fases del desarrollo fetal no existe como tal. La delgada capa de tejido que cubre la vagina en esta etapa por lo general se abre parcialmente antes del nacimiento. El tamaño y forma de esta apertura o aperturas varía mucho de una chica a otra. Hay niñas que al nacer no tienen himen, porque el tejido se divide por completo mientras están aún en la matriz. A veces esta apertura no ocurre, resultando en un himen no perforado. El pediatra debe examinar la vulva de la niña recién nacida para asegurar que su himen se halle perforado.

Los tejidos de la vulva antes de la pubertad son generalmente muy delgados y delicados. De ahí que cualquier actividad que someta a tensión a los tejidos de la vulva puede estirar o lastimar el himen. Como resultado, muchas niñas y adolescentes lastiman o dilatan su himen al involucrarse en actividades físicas como deportes, montar a caballo, insertar y remover tampones, y mientras se masturban. Una niña puede no saber que esto ha ocurrido, porque puede haber poca o nada de sangre perdida o dolor durante este evento. También puede ocurrir cuando es demasiado pequeña para recordar o comprender lo que ha ocurrido.

Post cortesía de nuestros amigos El Doctore y Traserete a propósito de este post anterior.



¿Cuál es el origen del cáncer, la virginidad o la estupidez?




Pues sí, como puede colegirse de la imagen y website ut supra, actualmente vivimos en un mundo estúpido poblado mayoritariamente por gente estúpida y quizá tú formes parte de ese grupo. No pasa nada, yo también fui un estúpido, tranquilo. Dicen que rectificar es de sabios, y perdonarás que yo no me cuelgue la condecoración para darte razones con las que descalificarme si te duele la realidad. Si no perteneces a ese grupo, mi enhorabuena.



 
Vivimos en un mundo en el que se ensalza la fealdad frente a la belleza, la maldad frente a la bondad, la mala educación frente a la buena, los vicios frente a las virtudes, la anormosexualidad frente a la normosexualidad, las emociones animales frente a la razón humana, los valores recesivos frente a los adaptativos...

Un estúpido mundo en el que como ocurrió en la Unión de Repúblicas Sociatas Soviéticas (URSS) extinta de iure aunque lamentablemente no derrotada su irreductible fe ideológica, donde las hábiles y carniceras minorías logran imponerse por la vía de la conspiración permanente y obsesiva del mequetrefe de turno metido a mesías ávido de poder sin límites para ejercitar su venganza sometiendo a sus iras a un injusto mundo que le clasifica entre los débiles mentales. Un estúpido mundo triunfante frente a las derrotadas mayorías que ha logrado convertir en hegemónico su satánico catecismo para estúpidos.