El gatillazo masculino

La mente humana tiene un funcionamiento extraordinariamente curioso. Si oímos, por ejemplo, que los alemanes, los franceses y los ingleses chingan más veces por semana que nosotros, así sin más, sin ningún tipo de valoración o ponderación cualitativa, inmediatamente pensamos que tenemos algún problema.

De modo que si empiezo a hablar ahora de la autoconfianza, más de uno empezará a dudar si la suya es sólida o no y se la jorobaré un rato más o menos largo. Nadie tiene permanentemente y en todos los contextos una autoconfianza pétrea, ya lo sabéis y yo os lo aseguro. Recuerdo un multimillonario directivo de empresa transnacional humillado como un bobo ante mis bíceps (ande andarán, ¡snif!) en la piscina mientras que era yo el humillado en su despacho. En los momentos críticos de la vida la autoestima suele irse a tomar vientos también, así que es normal dudar de su solidez a prueba de bombas en toda circunstancia.

Este curioso fenómeno psicolingüístico (o sea: una jodida palabra provoca un jodido estado de ánimo) es algo parecido a lo que ocurre cuando tenemos insomnio: cuanto más intentamos dormir, más difícil se nos hace. Así que voy a hacer malabarismos lingüísticos para que vuestra mente masculina se quede con lo contrario. Para ello, hablaremos de la no autodesconfianza. ¿Vaya lío mental, eh?



El gatillazo ¿preludio de la impotencia?

Dice Traserete y coincide Caramón que “Las causas psicógenas de la impotencia suelen producirse al intentar forzar una respuesta sexual satisfactoria después de una pérdida de erección ocasional producida por factores irrelevantes. Este intento bloquea inmediatamente la percepción de los estímulos erotizantes cuando el paciente se fija únicamente en su erección, con lo cual impide que se produzca.”

En cristiano: ¿Quién no ha pegado un gatillazo alguna vez? Recuerdo en mis veinte años una experiencia terrible, tras una cena con unos amigos una chica de entre ellos se me ofreció y yo, por no hacerle un feo ;-), acepté. Se vino a mi casa a dormir, un pisito de estudiante soltero en la zona de Chueca-Malasaña, la más in de Madrid actualmente. La cosa pintaba genial, tenía un cuerpo impresionante y yo unas ganas brutales de comérmelo todito...

... Pues no hubo manera, ni esa noche, ni la mañana de sábado siguiente, ni en todo el día siguiente ni en toda la noche siguiente. Yo no sabía dónde meterme. No tanto por el sentimiento de impotencia, porque en aquella época tenía la autoestima sólida como un raíl de tren, como por perderme aquel delicioso bocado. Aún hoy no entiendo bien qué me pasó, si influyeron las dos cervezas que me tomé o qué. En ese periodo de estudiante me ocurrió otra vez, pero no lo recuerdo claramente, nunca le he dado demasiada importancia.

Mucho después (mogollón), hace unos cuatro años, un amigo multiorgásmico que sabía que yo era por entonces casi cienorgásmico, me propuso ser el amante madrileño de una íntima amiga suya, una de las Sex-Bomb (no era Yola Berrocal, por supuesto). Le respondí que yo era un respetable empresario y que no me iba a arriesgar a que me persiguieran los paparazzi del difunto Tomate, además de que uno tenía en su baremo femenino cierto mínimo intelectual. Pero como me extrañó que ella le pidiera una cosa así, le pregunté qué ocurría, porque una chica así de mona no debía tener precisamente problemas para encontrar amantes. La respuesta me dejó de piedra: todos los tíos con los que se acostaba pegaban gatillazo. Debía ser por la dichosa autodesconfianza.



Hace unos meses, mientras degustaba la delicia entrepernil de mi ex novia, noté que mi erección se iba al carajo. Ya lo había notado alguna otra vez, pero soy tan goloso que nunca le dediqué al asunto ni dos segundos porque me distraía del delicioso bocado. El caso es que en esta ocasión me dio por pensar que ya no soy un chaval... y que quizá esto algún día fallase y... cuando ella ya estaba harta de tanto orgasmear debió empezar a tener frío, así que me pidió que me pusiera encima de ella y usara la batuta un rato. Pues nada, oye, que tuve que decirme a mí mismo rápidamente: “¿Pero tú estás gilipollas o qué?” Borré de mi memoria RAM la información que me rondaba, le pasé el antivirus al archivo... y a tomar por saco el troyano. Me puse a disfrutar de sus exuberancias y aquello recuperó su vigor sin darme cuenta. Tras completar la faena me olvidé del asunto hasta el día siguiente, para encontrarme con la desagradable sorpresa de que habían quedado restos del troyano en la placa base... ¡pero no en mí, sino en ella!... “Que si ya no te gusto, que si qué te pasa, que si no se qué, que si no sé cuantos...” y aquí mi amiga más mustia que una lechuga de hace un mes. Así que mandé callar a la moza, mi amiga se puso en posición de ataque y le di un cienorgásmico repaso especial de esos que dejan el disco duro limpio como una patena de tanto disfrutar... hasta que me pidió por piedad que parase. Con ello terminé de rematar al maldito bicho. Hasta hoy.


Retomemos las palabras de Traserete ahora para comprender que un gatillazo o una ausencia puntual de deseo puede hacer que la confianza en la propia hombría se debilite. Que surja la autodesconfianza, que no es otra cosa que un malicioso troyano que se instala en tu sistema operativo y se hace con el control de tus soft y hardware. De tus programas mentales y tu cuerpo.




La solución

¿La solución? Como diría Occam, la más sencilla es la mejor. Ponte a pensar en que quieres que tu amiga se ponga dura y conseguirás lo mismo que cuando te empeñas en dormirte. Ni a tiros. Vale, y ¿qué hacer entonces?... Pregúntate: ¿qué me apetece hacer ahora? Y simplemente hazlo, disfrútalo. Haz lo que realmente te apetezca. Si no te funciona el truco a la primera, recuerda que no es cuestión de edad, sino de situación, y pasa de ello como de la pedorra Sex Bomb. No entres al trapo del virus ni por asomo, ponte a rezar sin parar veinte Padrenuestros, a cantar para tus adentros, a recitar la lista de los Reyes Godos o la Tabla Periódica, lo que sea; pero en cuanto detectes que el virus se cuela un instante en tu mente, no luches contra él; eso es inútil. Simplemente pon tu mente en otra cosa cada vez que ocurra, su olor (si huele bien, claro), la textura de su piel, su calor... instantáneamente o tan rápido como puedas.

Si lo dejas que se active más de un par de segundos disparará reacciones hormonales asociadas al miedo y a otras experiencias de fracaso, y esas no se pueden parar tan fácilmente, además de que dejan residuos en tu mente que necesitarás desparasitar concienzudamente más adelante. Para tu mente y concéntrate en su cuerpo, reza o concéntrate en tu respiración hasta que te quedes dormido de puro cansancio. Ah, y si lo que te pasa es que estás cansado y tienes sueño, que también es posible, lo dices, te duermes como un angelote campeón y punto pelota.

Ya sabes, simplemente... detén tus pensamientos inmediatamente y ponte a hacer lo que realmente te apetezca.





17 comentarios:

  1. Anónimo16:19

    Muy buen post Jefe, pero cabe decir que un gatillazo también hace perder la confianza femenina a veces, como le pasó a tu ex, pero al final es una cuestión que, como tú mismo dices, le puede pasar a cualquiera independientemente de la edad y de las circunstancias. Cuando afecta a la confianza femenina es un problema porque surgen dudas de esas sin sentido que no llevan a nada,entonces se hace un círculo vicioso porque esa desconfianza puede alimentar también la falta de autoestima masculina, y entonces la armamos...se complican algunas cosas no crees?

    Yo recuerdo una ocasión en la que le pasó a uno de amigos con su novia, pero no consiguió sacar el virus y se obsesionó de tal manera que cuando me lo contaba parecía la peor tragedia del mundo. Entendí que el gatillazo es lo peor que puede pasar para el orgullo sexual de un hombre pero yo intentaba explicarle que para nada es tan malo, es algo puntual a lo que no hay que darle la importancia que se le da.
    Luego hablé con su novia del tema y me comentaba que no había sido para tanto, lo comprendía perfectamente porque, la verdad, después de unos cuantos años juntos, nunca había pasado algo así, y eso que eran (y son) muy activos sexualmente.

    Aportas buenas soluciones pero lo mejor es que son las más sencillas ;).

    ResponderEliminar
  2. Muy de acuerdo, querida, muy de acuerdo. Visto lo cual habrá que pensar que este post no es sólo para hombres, y que habría que hacer otro pensando sólo en cómo debe afrontar la mujer el gatillazo de su marido.

    ResponderEliminar
  3. Anónimo18:35

    Querido, este post vale perfectamente para las mujeres también, más que nada porque ya sabrán lo que sienten sus maridos/novios al leer esto no crees?Y algunas, hasta no creo que necesiten leerlo para saber y aceptar este hecho.¿Crees de verdad que lo necesitamos?Quizás lo necesiten aquellas tan acostumbradas a los gatillazos del marido para consolarse,pero por lo demás...

    Ten en cuenta nene que esto os afecta más a vosotros anímicamente, con lo cual los que tenéis que "seguir palante" y no darle importancia sois vosotros.Y si la mujer, por un casual, se pone chula, por decirlo de alguna manera, mi opinión femenina es que debéis pasar de ella y aislaros para no darle más vueltas.¿He acertado Jefe?

    Puedo imaginarme lo que dirás en el post amigo mío, pero te adelanto que, a mi entender, el qué hacer femenino consiste en lo siguiente:

    1º)Sed cariñosas chicas,es un momento muy duro para quien no está acostumbrado a encontrarse con que su instrumento "no funciona".Comprensión,mucha comprensión en estos momentos tan duros ;).Tomaroslo bien, con calma.

    2º)Seréis las primeras que diréis algo así como "tranquilo cielo, olvídalo, es normal,le pude pasar a cualquiera, descansa y no le des más vueltas". Esto se dirá sonriendo cariñosamente a poder ser. Es decir, HAY QUE RESTARLE IMPORTANCIA LO MÁS POSIBLE.

    3º)Y no se os ocurrirá pensar que no os quiere, no hace todo lo posible, no os desea, etc etc. Y si lo pensáis, por favor, tened la amabilidad de no decirlo, eso es el peor virus para un gatillazo, os lo digo yo. Y si de verdad lo pensáis... es que sois tontas...¿no véis que si no quisiese estar con vosotras no estarían?¿O es que acaso no le queréis lo suficiente a él para dudar tanto?

    4º)Por último, y con esto acabo, intentad coger la batuta con suavidad y cariño, pero una vez que vuestro chiquillo haya descansado y se haya relajado ok?

    Si alguna tiene más ideas, por favor, publíquense en este post.

    ResponderEliminar
  4. Anónimo18:52

    JAJAJAJAJAJA.Tenéis razón ambos, pero si la mujer suele ser la que más duda, hay que comprender que lo más difícil para nosotros a veces es escucharos, porque precisamente en esas circunstancias no nos gusta oír tonterías del tipo "no me quieres, no me deseas!". Es más, apostaría a que no querríamos hablar de ello, ejem...
    Pero tampoco seré tan extremista de decir que nos deis la espalda u os vayáis de la cama.
    ¿No puedes resumir todo eso en que "espera,te doy un abrazo y nos dormimos así"?Con eso vale para consolarnos ;).Rápido y sencillo, suficiente para que nuestro instrumento se recupere, ¿entiendes?

    Meri, tienes que reconocer que de boca de un hombre no os vendría mal algo de información verdad?Sólo piensa en cómo le gustaría a un tío que le tratases en esas circunstancias...
    Eso que escribes es lo tópico y típico que decís pero que muy pocas hacéis.

    Por cierto, me gustaría leer aquí algo tuyo amiga mía, pero algo más trabajado, mejor escrito y más sentido por tu parte.Lo que has escrito para este blog no está mal pero puedes hacerlo muchísimo mejor.

    En definitiva Maestro, muy buen post. APLAUSOS

    ResponderEliminar
  5. Jajajaja, tiene razón V de Vendetta, te has anticipado y respondido con los tópicos al uso cuyo resultado es el que es: agravar la situación. Nada de eso hay que hacer, sino lo diametralmente opuesto; así que si hay alguna opinión masculina más de la que más obtener datos, prepararé con ellas y con un poco de neurociencia y psicolingüística un nuevo post para que entendáis (las mujeres) qué hay que hacer, cómo y por qué;-)

    ResponderEliminar
  6. Anónimo15:31

    Valeeeeeeeee! Lo asumo y lo acepto, quizás necesitemos algo de información sobre eso Jefe, porque no entiendo exactamente lo que quieres decir con que es "justamente lo contrario" de lo que digo yo.Así que explíquese usté bien en el post que nos espera por favor.
    Creo que...puedo intuirlo levemente pero no estoy segura de por dónde vas. Pero me parece que estamos de acuerdo en restarle importancia no?

    Me comentaba ayer mi amigo Vendetta que no le parece ético que una mujer no acepte un gatillazo, ni mucho menos que desconfíe.Y estoy de acuerdo en parte, porque no deja de ser una muestra de la desconfianza en sí misma(de la mujer digo) y en la relación en sí.Me he preguntado si acaso le afecta tanto a la autoestima de la mujer o no, porque eso querría decir que se da demasiada importancia a sí misma en vez de a la relación no crees? O sea, ¿para ella lo importante es ella misma sin pensar en lo que significa para el hombre tener un gatillazo?Es decir, somos egoístas entonces.
    Ahí está la moral (o falta de ella) femenina, no en la desconfianza femenina en sí.

    Que para vosotros sea una especie de tragedia me parece relativamente normal, qué queréis que os diga, pero para nosotras no debe serlo ni de cerca, suena egoísta por nuestra parte que fuese así.

    Otra cosa: lo raro es que no le pase a todos los hombres alguna vez en su vida, creo yo.

    Por cierto, Vendetta, no escribiré nada a no ser que el Jefe me lo pida expresamente, ya sabes cómo es. De todas formas, no ando muy inspirada para escribir últimamente, la verdad, sobre todo sobre cosas sobre las que tendría que buscar información.

    Un saludo a todos los lectores.

    ResponderEliminar
  7. Anónimo15:46

    Buen post Maestro, eres increíble!Y estoy muy de acuerdo en que las mujeres necesitan un post sobre esto ggg.

    Tú dices "gana poder aceptanco la realidad"; yo digo "la información es poder".

    Estoy de acuerdo con Meri hasta cierto punto porque a algunos hombres quizás les gustaría que fuese como dice. Ya sabes, cada persona es un mundo y es como es, pero no me parece que se pueda generalizar tanto.

    Ah!Y me gusta que hagas referencia a palabras de Traserete ggg.

    Yo nunca he tenido un gatillazo,la verdad, aunque bien es cierto que ha habido alguna vez en la que estuve a punto, sobre todo (y no lo creeréis) cuando practicaba el sexo tántrico ggg.

    ResponderEliminar
  8. Cienorgásmico, ya sé por dónde vas, ya. A mí me gusta mucho: "La verdad os hará libres".

    Mira, te voy a dar un tema para la reflexión: ¿Qué es lo correcto: "querer es poder", o "querer es el poder"?

    Esto del gatillazo es como el mundo de la empresa: el que no se haya arruinado alguna vez es un empresario de pacotilla o es que acaba de empezar. El que no haya pegado gatillazo alguna vez es que es demasiado jóven para que en su vida haya habido lugar para la desagradable experiencia.

    Y finalmente, hombre, si el tío es un moñas que busca una mujer-mamá, pues vale, pero aún así, la táctica de Traserete puede cronificar el problema puntual.

    ResponderEliminar
  9. Anónimo12:59

    Vale Maestro, admito que mi táctica no es la correcta porque puede cronificar el problema, los mimos pueden ser malísimos a veces no?Ya lo he pillado.
    Espero con ansia tu post sobre este tema dirigido a las mujeres ggg, tengo mucha curiosidad ;).

    Para mí lo correcto es "querer es poder", porque, bajo mi punto de vista, que quieras no significa que tengas el poder de hacerlo verdad?
    En cambio, con el "querer es poder", por lo menos lo intentas a pesar de la dificultad.

    ResponderEliminar
  10. Anónimo17:50

    Hola a todos, soy "tresenuno".
    Interesante reflexión ...pero yo me apunto a que querer (amar) es el poder.

    ResponderEliminar
  11. Anónimo20:23

    Estoy de acuerdo contigo Tresenuno en que es mejor "querer es el poder", porque tienes el poder de decidir qué quieres de algo o de alguien.

    Yo también espero el post para vosotras con ansia.

    ¿Traserete, te gustaría cienorgasmologuear conmigo?

    ResponderEliminar
  12. Anónimo15:14

    Vendetta, ya sabes mi respuesta, para que eso ocurra tienes que cumplir una serie de condiciones, ya lo hemos hablado recuerdas?
    De todas formas, gracias por pensar en mi persona para eso ;).Ya sabes lo que te aprecio.

    ResponderEliminar
  13. Anónimo15:50

    Soy tresenuno
    No Vendetta no hablo de decidir que quiero de esto o de aquello. Me refiero , en mi interpretación , que AMAR es el poder ,es una forma de AMOR universal , como una contemplación activa.

    ResponderEliminar
  14. Anónimo23:02

    Bienvenido de nuevo Tresenuno, espero que te vaya bien en esto de cienorgasmologuear (¿habéis visto qué palabra me he inventado?).
    Sigue entrenando y preparándote, merecerá la pena, te lo digo yo.

    Respecto a la reflexión que me planteas, Maestro, para mí ambas son correctas en casi cualquier contexto, no sólo en el amoroso. No escojo ninguna, ambas son válidas, pero sé por donde vas ok?
    Desgraciadamente, hoy día la mayoría de la gente no es consciente ni de una cosa ni de la otra, hay muy poca gente que se pare a pensar en ello.
    De todas formas, ya había reflexionado sobre ello hace tiempo.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  15. Anónimo23:08

    Bien, no penséis que porque no escribo no leo eh? Yo sigo aquí, no como otras, tipo Ana o Gatoni.
    Esto se está poniendo interesante gggg....

    Veamos, no estoy de acuerdo con Mari en algunas de sus recomendaciones, eso está clarísimo, así que oriéntenos Maestro por favor.

    ResponderEliminar
  16. Anónimo23:20

    Bienvenida Cienorgásmica (se me hace rarísimo llamaros así), espero que todo te vaya bien con tu nueva vida porque has tenido mucho valor para hacer lo que has hecho (dejarlo todo por él).

    Bien, amigo Cienorgásmico, es una reflexión interesante, no te la discutiré aquí, en otro momento quizá.

    ResponderEliminar
  17. Hola, chicos, qué animado ha estado esto hoy, me alegro de haberos atrapado con los últimos post, aunque ya veo que algun... (sin tilde y sin completar, a gusto de consumidor) aún no se ha enterado.

    Me encanta la escena cuando el Arquitecto (suena masón mogollón, eh?) le dice a Mr. Anderson (el hijo del hombre) o Neo: "la negación es la respuesta humana más previsible". Es una verdad como un templo.

    Ya veo que alguno ya sabíais por dónde iban los tiros en los últimos dos post. Y como se suele decir ¿hace el premio al premiado o el premiado al premio?. Gracias a vosotros por estar tan despiertos.

    ResponderEliminar

Opina o haz tu consulta: