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¿Te has tragado la pastilla del SIDA? (Las mentiras sobre el VIH)


La actualidad nos viene al pelo, nos permite ayudar a liberar las mentes de algunos de los pobres baterías del
sistema atrapados en el Matrix regresista, antes llamado progresista. Llamados así por sí mismos, claro, como siempre, no se iban a autodenominar neocom. 

Sí, sí, neocom de neocomunistas o de neocomintern, no neocon de neoconservadores, que son el puro demonio para los neocom, claro. 

A lo largo de la historia hemos tenido innumerables muestras de esta irrefrenable tendencia a mentir como bellacos bautizando todo lo que se les ocurre justo justo con el calificativo opuesto al real, a hacer a los mentes débiles confundir las sombras con la realidad. Así que los liberaremos si se dejan, claro, porque ya Platón y Sócrates dijeron que salir de La Cueva era casi un imposible. Hasta Neo se rebeló furiosamente contra sus libertadores cuando Morfeo le mostró lo que era Matrix realmente.

Pero no te envanezcas, reconócelo, tú también te tragaste la trola ¿verdad? Tú también has dicho alguna vez que el SIDA
es un invento de los malvados americanos ¿A que sí? Tú también creíste alguna vez que era un invento de los laboratorios químico farmacéuticos financiados por el Vaticano. Venga, no lo niegues. ¿Para qué lo habrían inventado estos hijos de satanás travestidos de curas, monjas, papas y hostias? Pues es evidente, se inventó para exterminar a los negros, que sobran a millones, a los pervertidos, a los sodomitas, a los anormosexuales gays, de paso a los promiscuos y a los jóvenes occidentales partidarios del amor libre, que a estos hay que matarlos desde pequeñitos, antes de que empiecen a dar la lata.

El perverso lobby cristiano iba a conseguir con un minúsculo bichito creado en un siniestro laboratorio financiado por la CIA en algún lugar oculto de África lo que no habían conseguido la Biblia y Jesucristo bendito juntos. Para cualquier ser humano con un mínimo de cultura, de sentido común y de madurez era algo evidente, innegable, indudable, injusto, ilegal, ilegítimo, ¿verdad?. ¿Me estoy pasando un pelín para variar, Traserete? Lee, lee.



Dice mi padre que Villanueva del Ebro es el pueblo de las tres mentiras, porque ni es villa, ni nueva, ni por ella pasa el Ebro. Otros dicen que es Santillana del
Mar la falsa, pues no es santa, ni llana, ni la roza siquiera el mar; pero las que se llevan la palma son la ex República Democrática Alemana y la igualmente democrática Cuba, que tienen de democrática lo mismo que España de relevancia internacional con Zero Zapatero. 

Ya veis, he aprendido de mi padre que las apariencias engañan, aunque vayan envueltas en llamativos envoltorios de regalo; es cierto que a veces me tengo que conformar con la negación sistemática por falta de pruebas, pero como la mentira tiene las patas muy cortas, acaba por descubrirse, y eso es precisamente lo que acaba de ocurrir. Te dejo que leas tranquilamente la noticia sobre el origen del SIDA si no lo has hecho ya, porque creo que el asunto no merece más comentarios. Es más, seguro que si hago algún comentario (más) alguno va y se nos ofende.

El elefante rosa y (qué hacer ante) el gatillazo (y 2)



Que un gatillazo puede provocar la autodesconfianza femenina es algo evidente. Puede pensar si ha dejado de gustar, excitar, ser deseada... incluso puede que se disparen pensamientos obsesivos del tipo “Este está con otra”. Es cierto que puede suceder que de repente oler o besar a la contraria provoque hasta asco (y viceversa) porque uno se haya enamorado de otra. Pero como estos post sobre el gatillazo no pretenden profundizar sobre la infidelidad, para quien quiera leer algo sobre cómo evitarla, que se vaya a este anterior.

Lo primero que debe pensar una mujer es que, como dijimos en el anterior post, un gatillazo puede tenerlo cualquiera, independientemente de la edad, el vigor sexual habitual, lo que la mujer atraiga, etc., y, por ejemplo, se puede aprovechar para hacer un rato de sano humor (si sabes; si no, mejor a dormir).


El afrontamiento habitual del gatillazo

El modo más normal de afrontarlo es hablando, eso que tanto gusta a las mujeres y a los sexólocos progres, pero que normalmente no lleva a ninguna parte... positiva. Porque como dice aquél “No, si hay que hablar se habla... pero hablar pa ná es tontería”. Esto es algo muy fácil de entender: ¿Eres una experta? ¿Entonces de qué vas a hablar? ¿de emociones? Pues apañaos vamos. ¿Quién va a tener razón? Si alguien es convencido por el otro ¿tiene alguna garantía de que no le han convencido de un desvarío porque su sentimiento de culpabilidad le induce a aceptar cualquier pecado y cualquier penitencia, incluso aceptar el rollo emocional, y entrar así al trapo que le ha puesto su mujer consciente o inconscientemente?

Ya os habéis dado cuenta de que lo contrario que hay que hacer ante un gatillazo es darle importancia. Y si lo habitual es preocuparse, angustiarse, dudar de sí misma y del maromo, adoptar actitudes maternales, comprensivas, etc., etc., lo contrario, como intuye Traserete, es no darle importancia. Ella dice quitarle importancia; pero no se da cuenta de que si se la quitas es porque se la has dado. ¿Se puede cerrar una puerta que no esté abierta? V de Vendetta sí es plenamente acertado cuando propone: “te doy un abrazo y nos dormimos así”; pura estrategia on/off. Es decir, no se puede decir “no le des importancia” y pretender que el otro no se la dé. ¿Por qué?


¿Qué pasa en el cerebro cuando escuchamos palabras?

Cuando una palabra (que simboliza un concepto) entra en el campo auditivo o visual de una persona, la corteza auditiva o visual se conecta automáticamente con el archivo memorístico de experiencias relacionadas con ella. Si la palabra es neutra, por ejemplo “mesa”, la cosa queda en un plano puramente cognitivo: mesa es un artilugio para depositar objetos, etc. Pero si el mes pasado su amigo del alma ha muerto porque le ha caído una mesa en la cabeza y le ha destrozado el cráneo, mesa se convierte en un término asociado a una experiencia displacentera, un símbolo de algo doloroso, por lo que al escuchar la palabra o ver el objeto se dispararán automáticamente todos los recuerdos, sentimientos y sensaciones traumáticas relacionadas con el lamentable suceso.

Del mismo modo, utilizar el término “importancia” frente a un gatillazo dispara instantáneamente la conexión con recuerdos o pensamientos displacenteros. Y como ya sabemos que el Sistema Nervioso tiene dos modos de funcionamiento, el digital o eléctrico —encendido-apagado, on/off, como un interruptor de la luz— y el analógico u hormonal —gradual, como el paso del día a la noche—, a poco que dejemos unos instantes el pensamiento displacentero activo, es decir, si no lo apagamos anulándolo inmediatamente con otro pensamiento alternativo como propone V de Vendetta, la inundación del torrente sanguíneo con hormonas relacionadas con el miedo, el dolor, el fracaso, la impotencia, etc., nos hará sentirlo realmente y capturará toda nuestra memoria operativa, impidiendo que nos liberemos de las desagradables sensaciones y sentimientos que suscita el gatillazo vía círculo vicioso de retroalimentación.



La palabra agua no quita la sed. Pero puede provocarla.

Un ejemplo muy clarificador de otro ámbito. Imaginad que un niño está trepando feliz a un árbol y su madre, asustada, le dice: ¡Ten cuidado, hijo, no te vayas a caer! ¿Qué ocurrirá? Que el niño absorto en su juego saldrá de su absorción gracias a la advertencia y a su volumen y tono, conectará las palabras de su madre con sus anteriores experiencias de caídas, dolor, miedo, etc., mirará al suelo, se dará cuenta de la altura a la que está, pensará cómo bajarse de ahí... le invadirá el miedo, sufrirá parálisis, descoordinación neuromuscular o temblores y ello retroalimentará la inseguridad y el miedo. Tendrá muchas posibilidades de pegarse el trompazo por culpa de una amorosa pero torpe intervención que provoca la madre buscando precisamente evitarlo.


No pienses en un elefante rosa

Recordad la escena de Matrix I en la que el agente Smith interroga a Neo después de haberle detenido en su trabajo. Smith le dice: “Intentaré serle totalmente sincero, Sr. Anderson”. ¿Qué le está diciendo en realidad? Exacto, ¡que no tiene la más mínima intención de ser sincero! Pero un incauto creerá que sí va a serlo, porque su cerebro ha acusado recibo de esas palabras. Mientras tanto el verbo intentar es interpretado por ser distraído por el hábilmente aplicado adjetivo totalmente. ¿Qué piensa un incauto en una situación así? Quizá que está exagerando, que no le van a decir toda la verdad; pero desde luego no piensa “este va a tratar de engañarme como un bellaco”

Recordad del “Alto el fuego permanente” que pactaron los socialistas y la ETA. ¿Qué significa realmente? Exacto, que el alto el fuego es permanente, que no se va a matar a nadie ni por la mañana ni por la tarde. Ahora, cuando el alto el fuego deje de existir ¡también lo hará permanentemente! ¿O no? Muchos incautos pensaron que significaba un abandono de la violencia o al menos una tregua hasta que acabara la negociación, pero no fue así. La T4 es testigo.

Porque si mientras se está negociando la ETA se enfada y mata a alguien para presionar a zETApé, ¡habrá sido un trágico “accidente” mortal!, no una ruptura del alto el fuego permanente.


Siguiendo la misma lógica... ¿qué le está diciendo realmente una mujer a su marido cuando le dice “no le des importancia”? ¿Qué no piense en el elefante rosa? ¡Pero si eso es imposible! Lo que realmente le está diciendo es: ¡vamos a ver si se la quitamos!

¿Has logrado no pensar en el elefante rosa porque te haya pedido que no lo hagas? Si lo has conseguido es porque es una imagen neutra. ¿pero lo habrías conseguido si la imagen en la que te he dicho que no pensaras fuera ésta?

Como el Sistema Nervioso ya ha escuchado o visto y disparado asociaciones, el no le resulta irrelevante. Pues hacer mimos y ñoñerías es lo mismo, conseguir que el hombre realmente crea que la cosa realmente tiene importancia. Si no la tiene ¿a cuento de qué me hace esta mujer los mimos?


No digas lo que no quieres. Di lo que quieres

¿Cuál es la estrategia (hipnótica) del agente Smith para hacer creer a Neo que no puede hablar? ¿Decirle que no puede hacerlo? No, lo que hace es decirle que es incapaz de hablar.

Si tu marido sufre un gatillazo hazle una broma que sepas con seguridad que va a funcionar para retarle a defender su hombría con humor, usa el truco que propone V de Vendetta en su comentario del post anterior, pero no le mientas intentando disimular tu preocupación ni le digas que no tiene importancia.

Si yo fuese mujer ¿qué le diría a mi marido (si fuese como yo)?: “¡Mírale! Si no me vales pa ná... estás mayor... te voy a comprar una caja de viagra...” o cualquier tontería por el estilo, pero de coña, claro. Seguro que pasaríamos un buen rato de risas.



El Tantra y esas bobadas


Esto del Tantra es una de esas cosas que le dejan a uno la autoestima a la altura del betún. ¿Verdad?. Sobre todo si no entiende bien lo que es. Parece como de sobrehumanos, de gente que de verdad sabe de qué va la vaina esta de la vida, comparados con nosotros, que parece que no tenemos ni la más remota idea.

Ya que estamos en Cuaresma cristiana, es interesante poner cada cosa en su sitio y recordar que el cristianismo no es la religión propia de la civilización (que solo hay una) por casualidad o por decreto, sino porque desde una perspectiva laica y objetiva —con todos sus defectos atribuibles a las personas que la componen y no a ella misma— es la religión más adaptativa de todas las que han existido y existen. ¿Dudas de que esté siendo objetivo? Mira, para salir de dudas, pinta con un color diferente cada religión en un mapamundi. Bueno, te facilito la tarea, pincha en la imagen para verla en grande.



¿Qué ves? Que la prosperidad, abundancia, salud, educación, igualdad, democracia, justicia, etc., etc., es propia de los países judeocristianos, mientras que en los no judeocristianos se da el fenómeno opuesto: miseria, hambre, esclavitud, enfermedad, incultura, desigualdad, tiranía, injusticia, etc., etc. Y no me vengas con el rollo del colonialismo, que EEUU y Australia también fueron colonias. Vale que los luteranos han exterminado a millones de personas hasta someter continentes enteros a sus necesidades, pero esa es otra historia. 

¿Casualidad o causalidad? Líquido, blanco, producto de glándula mamaria de mamífero hembra y con colacao es el desayuno de los campeones... ¿Qué es? Tu opinión al respecto es irrelevante, te guste o no es leche y punto. Y si te quemas la lengua es que está muy caliente. Así de objetiva es la realidad.

Esto te dará una idea a priori de por donde van a ir los tiros de este post. Quizá no sepas que las pseudorreligiones (religión lógicamente sólo hay una) se caracterizan por un grado de fantasiosidad descomunal.




Desde el vicioso paraíso musulmán de las huríes tetonas (Ahora van y me lapidan por blasfemo. ¡Que noooo, que sois todos estupendos, hombre, que era una bromitaaa!) hasta los saltos de montaña en montaña de los guerreros budistas de Shaolín y el nacimiento de Lao Tse (centro) tras una gestación de sesenta y pico años de los taoístas de la China capuchina y el inefable Sánchez-Dragó, pasando por la creación del Ganges mediante una majestuosa eyaculación del dios hindú Shiva (fíjate en la imagen de la derecha), no hay más que fantasías para aficionados al cáñamo en lugar de al colacao. Ríase usted ahora de los milagros de Fátima.


Si me vas a replicar que quién se va a tragar que Dios creó el mundo en seis días y todas esas cosas, me permito recordarte que eso no se lo cree nadie en su sano juicio, el Génesis es un relato metafórico del Antiguo Testamento escrito por la gente de entonces para que lo entendiera la gente de entonces, porque Einstein aún no había nacido, ¿sabes?; es decir, es anterior a Jesucristo, consecuentemente al Nuevo Testamento, y además es común con el mahometanismo y el judaísmo. En fin, vuelve a mirar el mapa de las consecuencias actuales de cada religión en el mundo para ser objetivo y a lo que vamos.

Que el Tantrismo tiene un buen marketing es indudable. Eso de la sexualidad sagrada entre tanto discapacitado sexual pone a más de dos los dientes largos. ¿Y si lo consigo? Claro, y mi papá es el más fuerte del mundo. ¡No te joroba! Es como el Kamasutra, los estudios de Masters & Johnsons, el Informe Hite y los todos sexólogos juntos con sus falaces teorías: desde que se conoce su existencia esto del sexo no ha hecho más que empeorar. Preguntad a Cienorgásmico cómo le iba sexualmente cuando practicaba la fanfarria esa y cómo le va ahora sin tanto perifollo apestoso espiritualoide. Vamos a ser un poco sensatos a ver si nos va mejor.

En realidad, la sexualidad tántrica no existe. No, no existe, no; lamento desilusionarte pero no lamento des-engañarte. El Tantra Sexual es una estrategia de mercadotecnia, un sacacuartos happyhippy que pervierte gravemente su esencia real convirtiéndola en presunta acrobacia sexual en la que además el elemento activo no es el masculino sino el femenino, bajo promesas de éxtasis, santidad y no sé cuantas gaitas lisérgicas más. 

Y digo con tal rotundidad que no existe porque además de haberlo estudiado personalmente a fondo desde una perspectiva consiliente, opina aproximadamente igual un ilustre y profundo conocedor de esto del yoga, verdadero maestro en estas lides (y de este humilde servidor), descendiente directo del gran Meister Eckhart, además de discípulo y asistente personal de uno de los grandes gurus (palabra llana y consecuentemente sin tilde, please) hindúes. 




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El sexo tántrico es en realidad un sexo sin sexo, un sexo sin contacto físico. Es una sexualidad etérea y, como es habitual en la mayoría de la tradición hindú, lo más alejado de los objetos de los sentidos. En el auténtico acto sexual tántrico o maithuna, a pesar de lo que leáis en la propaganda, hombre y mujer se sientan frente a frente y se comunican mutua y conscientemente la energía positiva del amor (esto en cursiva obviamente es una chorrada, pero es lo que es el maithuna). 

Así que nada de lingams y yonis (pitos y chichis), que sirven para representar gráficamente (para ágrafos y demás analfabetos) la génesis de El Todo mediante el baile de los opuestos, sino pura energía sutil.

Y es una lástima, porque lo realmente interesante del Tantra auténtico, paradójicamente para la fama de cochinada que tiene, es que es una sabiduría ancestral con asombrosas conexiones con la moderna Física, pues describe la realidad que vemos como algo engañoso, ilusorio, aparente, maya —algo así como la realidad digital de Matrix pero en versión pleistoceno— compuesta finalmente por energía. 

Igualito igualito que eso que los físicos modernos han descubierto: que las partículas subatómicas más canijas de todas no se sabe muy bien si son onda (energía) o partícula (materia) o si son lo que les da la gana en cada momento. Y que más allá de todo eso, que lo que llamamos realidad, aunque absolutamente real (prueba a atizarte con la cabeza contra la pared si lo dudas) quizá no sea más que pura energía, vibración, supercuerdas, ceros y unos. 

Fascinante, ¿verdad? Y más fascinante aún es pensar que hace miles de años ya había gente que le daba al seso que era un primor y sin tanto cachivache tecnológico, tanto MIT y tanta leche. Si es que no hay nada nuevo bajo el sol.

Así que déjate de falsos tantras y demás leches recesivas y dale a la Cienorgasmología civilizada occidental. No, no te vas a iluminar ni nada de eso, ni falta que te hace, que para ir al Cielo solamente te hace falta creer en Jesucristo e imitarle, no acrobacia espiritual. 

En realidad, cienorgasmólogo o no, vas a ser más o menos igual de gilipollas (tal que un servidor) que ahora, pero vas a disfrutar y sobre todo hacer disfrutar como nunca. Y eso también es amar, ¿no?.

Pues hala.