El idiota de esta semana es... Que nooooo, que no es el que estás pensando.
Además es una mujer, se llama Silvia C. Carpallo (no hagáis chistes gallegos con su apellido, no seáis malos) y es periodista sesóloga de La Razón, para más señas, y ha decidido que una mala noticia no le estropee un buen titular: Gracias al sexo tántrico, algunos pueden experimentar, no sólo varios orgasmos antes de «llegar», sino también tener varias eyaculaciones en el mismo coito sin perder la erección.
Eso quisieras tú, Silvia, un tipo que te durase más de diez minutos.
Nuestras cienorgásmicas mujeres están más que satisfechas con sus orgasmos múltiples, pero... ¿y nosotros? ¿Estamos más satisfechos gracias a nuestro método tiempo después? Yo, sinceramente sí, ya me diréis vosotros; tengo más control de mi eyaculación, lo que me permite tener contactos sexuales más prolongados y muy placenteros cuando quiero, como un corredor de fondo más que de velocidad. Mis orgasmos son de la misma intensidad y duración que antes, y su número, idéntico. Es decir, a mí no me ha aportado más que ventajas, no tan espectaculares como a ellas, pero positivas en todo caso.
Sin embargo, como ya comentamos hace tiempo, la práctica de la multiorgasmia nunca me sentó bien. Estuve practicando muchos años, durante los cuales trataba de evitar mi eyaculación contrayendo el suelo pélvico, próstata incluida y aplicando el bloqueo dactilar, pero no la evitaba, simplemente la desviaba a la vejiga, lo cual implica más o menos el mismo gasto de energía que si lo hiciera normalmente, en contra de las pretensiones de métodos tántricos o taoístas.
Pero aunque no soy un torpe, sólo una vez después de más de cinco años de práctica conseguí correrme sin eyacular; estuvo bien, nada espectacular, sólo diferente, pero no fui capaz de volverlo a experimentar, así que abandoné.
Y os aseguro que los orgasmos bloqueando la eyaculación durante el periodo de entrenamiento son una castaña pilonga. Cienorgásmico también lo probó, y tampoco recuerdo que haya comentado nada positivo, y de torpe física o intelectualmente no tiene un pelo.
Pero mire usted por donde, que ahora va Silvia -le deben pagar los artículos al peso- y dice que se lleva lo oriental. Debe ser que como está a dos velas, vista la calidad de su trabajo, es asidua de las tiendas de chinos y les ha tomado cariño.
¿De dónde saca esta buena mujer que es el sexo tántrico, que ya hemos repetido hasta la saciedad que no existe porque es un sexo sin contacto, es el que hace a los hombres multiorgásmicos? Porque ni el urólogo Ignacio Moncada al que cita, ni el otro pollo del que habla en el artículo afirman que exista algo parecido.
Lo que dicen -Silvia, hija, que pareces tonta, ¿qué coño sabes tú del sexo tántrico?- es que es posible, pero desde luego infrecuente, literalmente casi anecdótico, según Moncada. En ningún momento afirma ninguno de ellos que exista una correlación entre presunto tantrismo y multiorgasmia. Lo que sí advierte el urólogo Moncada es que sí existe un riesgo de problemas prostáticos en caso de una práctica continuada. El otro pollo, que no es urólogo ni se le conoce oficio ni beneficio aparte de ser un apesebrado más de la Yunta de Andalucía Sociata, dice que no pasa nada.
Pues ya sabéis a quién hacer caso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Opina o haz tu consulta: