La Madre de Todos los Orgasmos
La Madre de Todos los Orgasmos
Sábado sabadete, kiki, siesta y diez minutos de orgasmete
¡¡Advertencia importante!!
No empieces a practicar estas técnicas sexuales in antes leer este post. Podrías sufrir serios inconvenientes en tu vida sexual.
La tontería sexológica de la semana (Inauguramos nueva sección)
Dicen en elconfidencial que ya no hay lugar para los tópicos (Y para demostrarlo van y nos atizan con uno más). El resultado de una investigación científica publicada en la revista médica Journal of Sexual Medicine no deja lugar a dudas: el coito ideal o "perfecto" dura entre 7 y 13 minutos, aunque, si supera los tres minutos, también se considera "adecuado" (¿Adecuado? ¿Para quién?), según recoge el portal JM Noticias.com. El informe surge de la opinión de varios sexólogos (Vade retro, Satanás) de Estados Unidos y Canadá y busca derribar el viejo mito de que las relaciones sexuales deben extenderse durante el mayor tiempo posible para resultar satisfactorias. (Pues nosotros buscamos y logramos lo contrario, mira tú; más y mejor)
Así, todo lo que supere los trece minutos debe considerarse demasiado largo (Se supone que en 13 minutos habrá que hacerle al menos un orgasmo a la doña, ¿no?. Nosotros no tenemos problemas, pero... ¿los no cienorgásmicos pueden hacer un orgasmo en 13 minutos?), al igual que cualquier coito por debajo de los tres minutos es excesivamente corto (vaya, menos mal que nos habéis iluminado con este valioso dato, porque si no lo llegáis a decir, hubiéramos creído que con treinta segundos bastaba ;-)).
La conclusión de los expertos (Juasjuasjuas ¿En qué? :-) :-):-)) consultados debe tranquilizar a quienes piensan "que no son capaces de alcanzar las irrealistas prestaciones sexuales que se han creado en la sociedad actual" (Estos ya se han enterado de que existimos). Por ejemplo, el estudio señala que los estadounidenses están convencidos de que el coito debe durar entre 15 y 20 minutos. (¿Los prolegómenos más el coito o sólo el coito?)
Eric Corty, director del proyecto (ya sabemos a quién no pedir opinión), explicó que "es una situación que necesariamente conlleva a que muchas personas sufran decepciones e insatisfacciones" (Y para evitarlo no hay nada mejor que el mal de muchos consuelo de tontos: "tranquilos, sois unos pobres desgraciados, pero no pasa nada, que lo vuestro es normal"). Corty cree que la imagen de sexualidad que se da en los medios, así como la idea de cómo tiene que ser el acto sexual y cuánto tiempo debe durar inducen a equivocaciones y a disminuciones de la función sexual. (Hombre, si estás media hora dándole la paliza a la mujer y... no se entera de nada, pues mejor que dure menos de tres minutos ¿no?)
"En un modelo de fantasía, los hombres tienen que tener un pene grande, unas erecciones duras como las piedras y aguantar toda la noche. Y parece que hay muchos hombres y mujeres que comparten esta opinión", agregó. (O sea, que el Corty es pichacorta, eyaculador precoz y no se te pone dura ni con viagra, así igual convence a alguna para que se acueste con él y se sienta satisfecha aunque no se entere de la misa la media)
La doctora y terapeuta sexual australiana Jane Howard afirma en el periódico Sydney Morning Herald que los hombres y las mujeres tienen diferentes expectativas del acto sexual (Ya estamos extrapolando la vivencia personal a la generalidad de la gente. Cambia tu Tarzán por uno cienorgásmico, Jane, y verás como afirmas lo contrario). Normalmente, las mujeres se sienten satisfechas tras un coito corto y no les gusta alargarlo (Jajajajajaja). Por el contrario, casi todos los hombres desean que el acto sexual dure mucho tiempo. La doctora aconseja intentar olvidarse del tiempo (Estará de coña ¿no?)
En fin, estos problemólogos, además de no aportar ninguna solución, se quedan tan anchos descubriendo la fórmula de la pólvora mojada, inflados de orgullo por el fruto de su valiosísimo trabajo. En nada de tiempo nos recomendarán las luces apagadas, los camisones con agujero en la entrepierna y en lugar de disfrutar, repetir incansablemente el mantra: "Estoy satisfecho, Om, estoy satisfecho, Om".
¿Qué os parece? Fijaos que se refieren al "coito ideal", y no sé qué entenderán ellos por "ideal"; si ideal para el día a día o ideal para el viernes por la noche o el sábado en la siesta.
¿Qué pensáis vosotros? Estaría bien conocer la opinión de los Cienorgásmicos y los que estén en vías (que ya he visto en la encuesta que otra pareja de máquinas han llegado a superar los 50 por hora y una anda por los 30) ¿Cuánto tiempo dedicáis al sexo? ¿Con tres minutos de coito os sentiríais satisfechos? ¿Depende de la edad? ¿Del tiempo de casados?
Capítulo 1 - Atrapar la Mente de tu Mujer (para hacerla orgasmear)
INTRODUCCIÓN
Para empezar a aprender a atrapar la mente es necesario hacer un breve repaso de cómo funciona la mente aprovechando para ello la metafórica similitud persona-hiperordenador:
Tu ordenador tiene un disco duro con una capacidad de almacenamiento de un montón de Gigabytes (Gb) de memoria, sin embargo no puede operar con toda a la vez ¿verdad? ¿Por qué? Primero porque el procesador tiene sus limitaciones de velocidad de procesamiento aunque te hayas dejado el sueldo en un QuadCore. En segundo lugar porque toda su información no puede ser ejecutada simultáneamente (¿te imaginas todas las fotos, los programas, la música, los vídeos, los email... apareciendo a la vez en tu monitor? Obviamente no verías nada y además el exceso de carga de trabajo lo fundiría), y además no puede porque su memoria RAM o memoria operativa —la información que puede manejar en cada instante— es más limitada que la del disco duro, normalmente de 1 ó 2 Gigabytes. Mira tú qué cosas.
Al cerebro le ocurre lo mismo; almacena millones (o más) de Gb de información, pero no puede operar con todos a la vez porque nos atizaría una especie de ataque epiléptico que nos mataría al instante. Estamos afortunadamente limitados por la velocidad de procesamiento de nuestro cerebro y por la cantidad de información que podemos manejar en cada momento (¿te habías creído la chorrada esotérica esa que dice que si pudiésemos usar más del 10% de la capacidad mental que usamos el mundo sería mejor y nosotros semidioses?). Si la memoria RAM de tu ordenador se mide en Gb, la de tu cerebro se mide en “cosas” o procesos. Esto es a lo que se refiere el famoso chiste con el que las féminas nos suelen tratar de humillar: “Tú no puedes caminar y comer chicle a la vez”.
¿Cuántos procesos se pueden poner a funcionar a la vez? Pues mira, un tal Miller estableció una ley sobre la cantidad de cosas que puedes hacer a la vez; según él, sólo podemos procesar 7 +/- 2 (entre cinco y nueve) “cosas” a la vez.
¿Por qué narices te cuento todo este rollo si lo que tú quieres es hacerle cien orgasmos por hora a tu mujer? Pues porque es precisamente en esa limitación neurobiológica del cerebro para procesar información es en la que te tienes que apoyar si quieres conseguirlo, no en el tamaño de tu aparato, chato.
CÓMO ATRAPAR LA MENTE (1)
O, para seguir con el rollo cibernético, ¿cómo saturar la capacidad de procesamiento del cerebro de tu mujer? Y ¿para qué narices quiero saturarla? ¡A ver si se me va a fundir y no me va a servir para nada!, me dirás con angustia. No, hombre, no; no le va a pasar nada malo, tranquilo.
Empiezo por responder a la segunda pregunta. Quieres saturar la memoria operativa de tu mujer porque si la dejas bajo su control se pondrá a pensar en la colada, en que no ha puesto los garbanzos a remojo (si eres hembrista te jodes, este es mi Blog y digo lo que me da la gana) o en que la tienes ya más que aburrida. Hablando más en serio, su pensamiento se dispersará por cualquier lugar de su disco duro, lo atrapará cualquier sensación o idea que tenga almacenada o construya y tú tendrás que ponerte a frotar y frotar a ver si consigues encenderle el fuego, y si ná de ná, usar un cachivache, litros de lubricante o escornarte haciendo numeritos acrobáticos. Así que como su mente seguirá por los cerros de Úbeda en lugar de estar a lo que está, necesitarás un milagro para hacer que se corra antes de que a ti te de un patatús y dejes a la pobre escocía, viuda y encima con las ganas. Así que tienes que “distraer” su pensamiento para conseguir imponer tus pautas a su cerebro, que eres tú el responsable de darle placer, mamón.
Vamos ahora con la primera pregunta ¿cómo narices atrapo su mente?. Ahí van las primeras pautas: con sensibilidad y consciencia de lo que tú haces y su respuesta a lo que tú haces, cacho tarugo. Pero tranquilo, no te vas a volver marica ni nada raro.
Nada entonces de ñaca-ñaca mecánico y aburrido. Se acabó. Si crees que con frotar ella va a acabar, lo llevas crudo. Todos hemos visto cómo chingan los demás en pelis cochinas, más o menos como la mayoría, nada especial; si tienes una por ahí, échale un vistazo: mete-saca-mete-saca-mete-saca invariablemente. Por ese camino no se va a ningún sitio si quieres igualar o superar mi récord.
Así que pon la cabeza en lo que estás haciendo, en cada empujón, en cada retirada, así de paso te distraes tú de tu avidez de correrte. Si vas a practicar hoy mismo, hoy no te tocan corridas, lo siento, machote (ella sí puede si tú se lo provocas, claro, pero nada de tocarse el clítoris ni usar cachivaches). Adopta la postura cienorgásana que expliqué en otro post anterior y usa tus manos o simplemente un dedo para tocar, pero no tocar para satisfacer tu morbo, so guarro, sino con intención. ¿Que con qué intención? ¿Pues con cuál va a ser, merluzo? Con la intención de distraer su mente. ¿Qué dónde tocas? En cualquier sitio, pero no para quedarte ahí diez minutos, sino para que tenga otra sensación que atrape su mente un momento... y así sucesivamente, es sólo un toque cuando lo sientas necesario. Vete practicando lugares (no necesariamente zonas erógenas), duración, intensidad... ¿No se corrió? ¿No has conseguido atraparla y marcarle el ritmo de la excitación? Tranqui, no se hizo Zamora en una hora.
Bueno, basta por hoy, mañana más (lo prometo) que si no, se alarga demasiado el post. Hala, empezad a practicar ¡y nada de orgasmos hoy! ¿eh, amigo?, sólo intención de dar placer a tu mujer. No me odies, es por vuestro bien.