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Oda a la coherencia del gobierno socialista de España

Según el gobierno socialista que padecemos, España va a retirar sus tropas de Kosovo por coherencia. Coherencia con la postura -en contra de EEUU y la mayoría de los países europeos- de no aceptación de su independencia unilateral porque podría abrir la Caja de Pandora en Los Balcanes (Moratinos dixit).

Pues bien, ni se ha abierto ninguna caja de los truenos ni nada por el estilo. Cierto que en la casi balcanizada España podría haber dado pie a algún loco de atar nacionalista catalán o vasco para liarse la manta a la cabeza, pero la excusa concreta de Moratinos es una falsedad como la copa de un pino.



Zapatero (ZetaParo) enseguida, tan grandilocuente como siempre, ha elevado a la categoría de Valor Supremo la coherencia demostrada por España en este caso. Cabe preguntarse si su apoyo a los tiranos Castro, Chávez, Morales y Correa es una muestra de coherencia con su amado Obama, pero eso es mucho suponer cuando estamos hablandode un presidente que enarbola la estrategia de responder atacando a la oposición en lugar de dar explicaciones,;por ejemplo recordando la 2ª Guerra de Irak (curioso: sobre la 1ª, que apoyó él, padece una amnesia total).

Y hablando de coherencia, resulta que ayer me apeteció cambiar de marca de tabaco y elegí un Winston Blue como podía haber elegido cualquier otro. Y en uno de esos avisos gubernamentales que alertan de sus peligros, me encontré esta sorpresa:




Una muestra de coherencia impecable: en el desgobierno se preocupan por la salud de los hijos en gestación sin reparar en si son personas, nasciturus, ni si son fetos de 16 ó 697 semanas -¡candorosos ellos!- mientras pretenden que un aborto de madre -incluso si no se puede fumar un Winston por ser menor de edad- pueda ocuparse de preservar la salud de su hijo mandándolo descuartizar sin dar una sola calada a un pitillo.
El tabaco puede hacer daño a la salud del bebé, trocearlo no, eso le hace cosquillitas.

Como diría Rockefeller: ¡Toooma coherencia, Moreno!






El Jueves, Bernat Soria y el rollo infantil de los condones

¿Cómo definir a quien agrede a quien no responde a la agresión? ¿Cómo definir a quien se atreve con el pacífico y se achanta con el violento? La verdad es que me cuesta encontrar las expresiones más adecuadas sin caer en la zafiedad. Me pongo a pensar y lo que me viene a la cabeza son exabruptos, que no es que no se ajusten como un guante a la realidad, pero que desde luego no se corresponden con la importancia que tiene la revistilla esta.




El Jueves es un panfletillo decadente con un tufo a rancio que hace mucho tiempo dejó de hacerme gracia. Me recuerda al humor simplón que va de inteligente de otros que tal bailan, como el pobre Wyoming (Guayominí); y al amarillo viejo del Gabilondo televisivo o del radiofónico Luis del Olmo. Cierto que tiene que haber de todo, pero es lamentable que existan cerebros de tan bajo nivel evolutivo. Son las mentes de los carroñerillos, de esos resentidos, rencorosos (los semejantes se atraen), que husmean en los tubos catódicos o en las más modernas pantallas de plasma esperando encontrar un poco de putrefacción con la que apaciguar su cotidiana hambre de venganza contra el mundo. Luego rumian durante días la gracieta que les hace sentirse orgullosos de lo que piensan, como adultos aniñados obsesionados con sus juguetes, y siguen riéndose como si hubiesen encontrado la piedra filosofal de la comedia.

¿Cobardes? Sí, por supuesto, pero cobardes rastreros, de esos que como el
matxote etarra con nombre de detergente se ciscan en los pantalones cuando tienen que enfrentarse con alguien sin miramientos. Son como los críos que se esconden detrás de mamá, aferrados a sus faldas para no quedar solos ante el peligro, para insultar a su enemigo. A solas no tienen valor, por eso aprovechan que mamá esta cerca para soltar todas sus iras.



Pero es que además de gallinas son idiotas, porque aunque van de valientes vanguardistas, no son más que tentáculos de tercera fila del PSOE, cotillas, comadres, voceros de sus patéticas consignas caca-culo-pedo-pis en versión tronko para las Yenis, Vanes y Yosuas patrios que tratan inútilmente -vaya si es inútil- de desviar la atención de las torpezas y maldades del gobierno socialista. Se suman con estúpida vehemencia -y fruición, que diría el idiota solemne- al coro que insulta al de las gafas, al gordito o imberbe: "¡gafotas!", "¡cuatro ojos!"... le dicen inflados de sensación de superioridad.


En fin, aquí os dejo algunas de las elucubraciones que se han producido en la red para determinar el significado encriptado del bodrio, y para quien no haya leído aún el maravilloso producto de la sensibilidad creativa y artística de estas excrecencias humanas, ahí os dejo la caca que nos ha dejado el embustero Bernat Soria; procurad leerla o con el estómago vacío, o con un primperán a mano:



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De todo hay en la viña de El Señor. El ABC de la progresía sexual

Ya saben los lectores más antiguos que considero que un par de palabras pueden ser más peligrosas que dos pistolas en manos de un chimpancé o que la presidencia de un gobierno en las de un bobo solemne o boba solemna, pero escuchar cómo aquellos que no presumen precisamente de progres caen en las típicas aberraciones políticamente correctas −no, no son simplemente palabras, sino ideas: los cimientos de actos− me parece desesperante, desesperanzador en sentido estricto. 



Et tu quoque Brute fili mi! ¿Dónde vamos a llegar si hasta los guardianes de la ortodoxia dejan de entender la realidad? ¿Dónde, si los que supuestamente comprenden y defienden la realidad frente a las utopías parecen guionistas de Escenas de Matrimonio? ¿Tan poderosa es la maquinaria de la agitprop que no permite a nadie escapar de la furia de sus centrifugados lava-tu-cerebro-más-blanco

Cualquiera que sepa un poco de España sabe que, desde su fundación en 1903, el ABC ha sido tradicionalmente un periódico moderado, católico, de diestras y monárquico. O sea, un periódico nada sospechoso de dejarse arrastrar por modas o tendencias más o menos estrafalarias impuestas a base de pasta y presión político-social como el agonizante El País del difunto Polanco(ne), sino defensor de los Valores Tradicionales, entre ellos el esencial Valor de llamar a las cosas por su nombre, guste o disguste a quien sea. 

¿Cómo es posible que en un diario católico se confunda el amor con el sexo? ¿Ya no van a misa? ¿No era el ABC de Zarzalejos de los que criticaban que la COPE tiene un locutor agnóstico y uno protestante?


Porque vamos a ver ¿es el sexo en la primera cita un elemento más próximo al amor que, por ejemplo, a la amistad, el deseo, la necesidad, la atracción, la inseguridad o el aburrimiento? ¿O el sexo a lo que es más próximo es al propio sexo y lo demás no son sino contextos independientes en los que se desarrolla, como la ubicua leche del café?

Ya estamos acostumbrados a que se confunda la fealdad con la belleza, el arte con los horrendos delirios de desestructurados mentales, que ponen el escaso prestigio que le queda a España a la altura de sus bodrios y en peligro la cabeza de los que se atrevan a ponerse debajo; quizá por ello estemos ya resignados, esperando pacientemente que sea lo que tenga que ser. 

Para que triunfe el mal sólo es necesario que los hombres buenos no hagan nada. Si el ABC ha renunciado a ser una barrera defensiva de los Valores que nos han traído hasta aquí, ya no sé si esta degeneración la parará fuerza humana alguna, o si tendrá que ser un cataclismo −del que forme parte esta crisis global− el que vuelva a poner las cosas en su sitio. 

No creo estar exagerando, sólo hay que echar un vistazo a algún diario económico para darse cuenta que aún ni intuimos a donde nos llevará el agujero por el que estamos cayendo."


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El lenguaje del amor

Resulta paradójico y a la vez inquietante caer en la cuenta de que para establecer uno de los más serios compromisos que adquirimos en la vida como es el matrimonio, prestemos mucha menos atención al currículum personal del candidato que si fuésemos a contratar a un trabajador. 

El resultado es evidente, más matrimonios rotos, más hijos sin familia, más problemas con las sucesivas parejas y los hijos de cada cual... ¿Cómo no vamos a vivir en una sociedad enferma? ¿Os imagináis que una empresa contratase al primero que cae simpático al jefe? 

Algo tan absurdo no suele darse, de hecho, los directivos con frecuencia se fijan más en los aspectos personales de los candidatos que en los técnicos, y habitualmente prefieren contratar a los recomendados por los propios trabajadores. Porque una buena persona aprende rápido aunque tenga una cualificación menor, y no da tantos disgustos. A ver si nos vamos enterando.




No existe prácticamente una formación para el matrimonio ni para la paternidad, sin embargo podrás aprender a volar en ultraligero, programar en C++, o restaurar muebles. Así no es de extrañar que haya mejores pilotos de ultraligeros que cónyuges. Tampoco es extraño que con lo soberbios que acostumbramos a ser −¡qué me va a enseñar a mí nadie!− ni siquiera nos planteemos aprender unas cuantas cosas esenciales, evidencia de que estamos en una relación por el placer sexual o la compensación de carencias propias, pero no por amor. 

Uno de los aspectos clave en la educación para el matrimonio, insisto: C-L-A-V-E, es la comunicación (no la cháchara, ojo) No sólo porque normalmente hablamos como pensamos y pensamos como hablamos, sino porque influye en los demás. 

El estilo de comunicación conyugal pone a menudo en evidencia la escasa idea que tenemos sobre el amor. Pongamos por ejemplo que Luis llega a casa, tarde como habitualmente a causa de su trabajo, y Luisa le recibe −o viceversa− con un: “Estoy harta de que siempre llegues tarde” o “¿Es que nunca vas a llegar a casa a una hora normal?”. 

Parece algo insignificante ¿no? Más de dos estarán pensando: “¡toma, pues claro que se lo digo!”, sin darse cuenta de lo que están haciendo. “Siempre”, “nunca”, “todo”, etc. son generalizaciones, y por tanto muy probablemente mentiras. Hay excepciones, pero pocas: “todos morimos”, “siempre que llueve escampa”, “nunca sale el sol por el oeste”, etc., porque aunque cueste aceptarlo, cuando utilizamos una de estas generalizaciones es casi seguro que estemos faltando a la verdad. 

Si eres algo progre −mejor dicho, regre− pensarás a la ligera y creerás que te estoy dando la razón cuando dices que “no se puede generalizar”, con lo que evidencias tu desvarío. Generalizar es necesario e imprescindible para comunicarse, de lo contrario tendríamos que definir concretamente las características de cada mesa o cualquier otro objeto del que hablamos. 

Sería muy incómodo y largo tener que decir “la mesa ovalada de madera de cuatro patas de madera torneada del comedor” para distinguirla de “la mesa redonda auxiliar de superficie de mármol con tres pies del comedor” cada vez que queremos referirnos a la mesa del comedor, ¿verdad?, por eso generalizamos y decimos simplemente “la mesa del comedor”. 

Como te habrás dado cuenta, generalizar es como el sexo o cualquier otra cosa, es imprescindible, pero mal usado es un arma de destrucción masiva. No, Luis no “siempre” llega tarde, tampoco Luisa “nunca” te escucha. 

Cuando usas una generalización estás intentando cerrar a tu contertulio toda posibilidad de defensa y provocando por tanto una intensificación del conflicto. 



Sí, sí, nada de amor, lo que buscas es el conflicto, que prevalezca tu opinión a costa de agredir verbalmente al otro. O si no, pregúntate ¿para qué, con qué objetivo uso la palabra “siempre”, y no “hoy” o “ahora”? El recurso a esta perversión de la comunicación suele partir de personas insatisfechas o frustradas, dependientes, sin vida propia, desorientadas, agresivas, manipuladoras y más pendientes de lo que sienten acerca de las cosas que de la realidad de las cosas. 

Lamento sinceramente decir esto, pero “las mujeres” y “los progres” −otras dos generalizaciones− acostumbran a confundir de este modo la realidad y crear conflictos inexistentes fuera de su cerebro. Magnifican emocionalmente las situaciones de modo que el aludido “siente” que lo que el otro dice es cierto, o debe serlo a juzgar por el elevado tono entre agresivo y victimista del reproche sumado a la generalización. 

De todo esto se sigue que si quieres tener un matrimonio saludable, debes evitar estos verdaderos virus de la comunicación: SIEMPRE, TODO, NUNCA, CADA VEZ, JAMÁS, NINGUNO, etc. 

No te prometo un matrimonio idílico, pero sí que tendrás muchos menos y menos graves problemas.




Sexo, pene, vagina, clítoris, follar, sexo, sexualidad, virginidad, orgasmo, placer, tríos, penetración, tetas, culo, anal, lubricante, dildo

Las Señoras de los Anillos. (El anillo de la castidad)



T
odo lo que sube, baja. Y viceversa. Quien haya creído que el mundo acabaría pareciéndose a un nirvana islámico se equivoca. Especialmente errados andan los que no han llegado a la cuarentena, para los que la vida es una escalada inacabable en pos de las altas cimas que la imaginación promete, la vida alegre, la utopía del todo es posible, sin fin, para siempre. Demasiados adolescentes eternos han pensado que el mundo se dirigía inexorablemente hacia un paraíso de sexo indiscriminado, buena vida, poco trabajo y menos esfuerzo, auspiciado por papá Estado con los impuestos de los pobres necios currantes, los que piensan a la voz de su amo.

Pero cuando uno ya lleva suficientemente −cronológica y psicológicamente− fuera del útero materno y ha llegado a divisar todo el panorama que queda por detrás y por delante desde la cumbre, se da cuenta de cómo han cambiado las cosas, y más aún, del cambio que viene inevitablemente. No, no estoy hablando de Obama. Hace justo treintaaños éste que les escribe corría en una de las zonas más calientes de España −no, no; tampoco es lo que estáis pensando− perseguido por aquellos grises que, a lomos de sus Sanglas (¿os acordáis del chiste?), transportaban a otro que sentado hacia atrás, disparaba sus pelotas de goma contra todo aquel que asomase la nariz. Yo era muy machote, muy ágil y corría muy rápido, por eso me salvé de lucir una de esas heridas de guerra, pero no era muy consciente de lo que hacía allí; es más, visto desde hoy era un crío necio e idealista con el seso sorbido por fantasías cheguevarianas. Pero había que luchar por La Libertad, así con mayúsculas, de modo que no había demasiado que dudar, estabas con Franco o contra Franco. Ni tus padres te lo impedían.



Supe después que en esas llegó a España lo que llamaban amor libre pero no lo caté −porque en mi pueblo decían que decía el obispo que allí chingar no era un pecado, sino un milagro− y con él aquello de “La virginidad produce cáncer, vacúnate”. Se suponía que la libertad implicaba que una debía abrirse de patas tranquilamente ante el primer salido que pasase a su lado, so pena de excomunión. Por la misma regla de tres a uno le debía dar igual cagar en público cuando le viniese el apretón porque ¡qué era aquella mojigatería de las inhibiciones y el pudor!. ¡Ah, cuanta inteligencia oprimida liberó la democracia!

Hemos pasado de alejarnos como de la peste de cualquier chica que no fuese virgen a ir a Bayona a ver a Marlon Brando El último tango en París (yo no, que era quitito), y de ahí a poner a nuestros hijos delante de un aparato que vomita sexo más o menos explícito y más o menos normal, hasta en los anuncios de gaseosa; y eso por no hablar del antiguo payaso (¿o es ahora cuando realmente lo es?) Emilio Aragón & friends y su repulsiva La Secta, ésa que vamos a salvar todos de la bancarrota con nuestros impuestos. Hoy en día está de moda ser adictos al sexo, anormosexuales, exhibicionistas... y ¡hay de quien no comulgue con el credo que imparten sus obispos!.

¡Cómo se le va a ocurrir a uno ir en contra de la corriente de fondo dominante! Te tacharán de conservador, teocon, meapilas y retrógado si les pillas en un día bueno, de machista, homófobo, ultraderechista o facha si en uno regular, o te silenciarán si les tocas las pelotas. Su poder es tan hegemónico, tan abrumador que llega a asfixiar; imponen su siniestra moral, sus catecismos, biblias y profetas en todos los aspectos de la vida. Estos, los de alma perversa que dijeron luchar por la libertad entonces y ahora no quieren dejar de darse la buena vida, o se sienten tan mal en su pellejo que necesitan dominar a los demás como si fuesen sus perros, se aferran a muerte a su poder. Mientras tanto, los que entonces nos la jugamos (yo poco, todo lo más un par de mamporros) por la libertad, volvemos ahora, con poco pelo, algo de barriga y muchas canas, a volver a provocar a los grises −éstos no de uniforme, pero sí de alma− y desafiar el riesgo de llevarnos un pelotazo en la boca.

Para seguir avanzando todo vuelve, los tiranos de entonces son los oprimidos de ahora, y los oprimidos de antes, los nuevos dictadores. ¿Lo malo? que ahora también nosotros, los que nunca hemos mandado y a pesar de ello hemos defendido la libertad, vivimos bajo su bota, o mejor, bajo su ZaPato. Y si algún día la nueva corriente resulta asfixiante, los que no estemos criando malvas y otros nuevos seguiremos defendiendo la libertad individual, una vez más algunos volverán a aferrarse a su poder... y así hasta la eternidad. Es agotador, pero ¿y si no lo hiciéramos?.

Mientras tanto, disfrutemos con el espectáculo y del artículo: Vuelve la castidad.


Gracias a Lady Godiva por darme la pista del artículo en su blog.





Lo que nos une es lo que nos separa. (Conoce las causas de tu futura separación)




Ya, ya, ya sé que esto últimamente parece Salsa Rosa en lugar del Templo de la Cienorgasmología, pero creo que el de hoy va a ser un tema muy interesante, sobre todo para los que aún no tienen pareja, aunque útil también para los que ya la tienen.

Ya sabemos que el enamoramiento −enajenación mental transitoria, dice una amiga psicoloca, porque sólo dura mientras dura dura− es una estrategia de la naturaleza para la pervivencia de la especie, durante el cual las áreas cerebrales responsables de la crítica social se desactivan. El otro no tiene fallos, es perfecto, sublime, intachable; sus obvios defectos físicos nos pasan desapercibidos, ocultos bajo el encanto del nuevo aroma corporal, tacto de la piel... incluso la halitosis más densa se transfor
ma como por arte de birlibirloque en mera peculiaridad personal. Y viceversa, claro, que aquí padie es nerfecto. Todo esto ya lo hemos hablado en alguna ocasión, aunque no desde este nuevo punto de vista.






Fijaos, sé que puede resultar difícil de entender por lo complejo de explicar, pero merece la pena
detenerse en ello: ¿Qué es lo que nos une? ¿Qué es aquello de tanto valor que percibimos en el otro para necesitar que todos los defectos queden ocultos y nos lleve a caer irremisiblemente en las redes que nos tienden? ¿Si los viéramos rechazaríamos la posibilidad de emparejarnos con esa persona? ¿De qué tiene tanta hambre nuestra personalidad para arriesgarse a no ver aquello que puede a la larga darnos un sinnúmero de quebraderos de cabeza y dolores de corazón

Porque, ¿cómo definiríamos a Madonna? Una mujer dominante, dura, egomaníaca, intolerante, normativa, impositiva, caprichosa… a la par que atractiva y megamillonaria. Esto es algo obvio para cualquiera. 

¿Y por qué siendo tan evidente el tipo de personaje deleznable que era, Guy Ritchie no lo vio? ¿Qué obnubiló su mente y por qué? ¿Qué buscaba Mandona en Ritchie y qué él en ella? Si no recuerdo mal, cuando fueron presentados, la diva se encaprichó de él por su atractivo físico, síntoma inequívoco de una pulsión irresistible por concebir un hijo suyo, anatómicamente apto. 

¿Y él? ¡Coño, que era Mandona!, ¡Lo que iba a fardar el mierdecilla con semejante ligue!, iba a pasar de ser conocido en su casa a la hora de comer a ser un personaje mundialmente famoso con todo lo que ello implica: más dinero, más éxito, más mujeres... 





Dice mi amiga psicoloca al respecto de esta búsqueda de la media naranja que los matrimonios que mejor funcionan son los que se complementan, aquellos en los que cada uno asume su papel opuesto-complementario como el rollo del yin y el yang: la dominante y el sumiso, el dominante y la sumisa, la habladora y el callado, el hablador y la callada... tienen más posibilidades de permanecer juntos que los que no se complementan. 

Vale, pero entonces, si dejamos aparte el asunto de la intolerancia al malestar y la frustración −que no es moco de pavo− ¿por qué se divorcia tanto la gente? ¿Porque no hacen los test de compatibilidad zodiacal? 

Precisamente porque el enamoramiento es un acto de vampirismo, de búsqueda de alimento, de relleno para los huecos de nuestra personalidad, y cuando la sed de sangre ha sido saciada, el vampiro abandona a la víctima, inútil ya para satisfacer sus necesidades. 

El vampiro tampoco busca el contacto sexual, sólo lo usa como medio para seducir a su presa y robarle lo que necesita. ¡Ah, el amor! 















Dice Mandona tras su divorcio que tenía que haberse casado con alguien fuerte, ambicioso, inteligente y espiritual. Dejaremos de lado la típica e insoportable prepotencia espiritual regre que confunde la búsqueda con el hallazgo −la de esos que se creen que están más cerca de Dios que los demás y están más perdidos que Zero Zapatero en la escena internacional− para centrarnos en los atributos anteriores: ¿No es obvio que Ritchie no es un tipo fuerte? 

Debiera haber elegido a Jean Claude Van Damme, pero no lo hizo, algo en el interior de su cerebro se apagó para no ver que en realidad Guy es un blandengue paliducho, el típico británico. 

¿O es al contrario? ¿O lo que Mandona percibió fue que aquel hombre era lo que le convenía, un tipo pusilánime? 

Yo, como mi amiga, me inclino por esta última opción; cuando uno ya se ha alimentado del otro, Guy de la pisada fuerte de la millonetis y ella de la sumisión del inglés. Y eso mismo que les unió, es lo que ahora les separa: ella no soporta su debilidad, y él la soberbia de ella


Al loro pues. No vaya a ser que seamos unos vampiros incapaces de amar verdaderamente y cuando nos hartemos de lo que nos unió, eso mismo nos separe.




Ella, al principio del noviazgo: 
Qué guapo y cachas es mi novio, está bueníiisimo. 

Después de un tiempo: 
 ¡Será superficial el tío! Un poco de cerebro y un poco de sensibilidad es lo que le falta, que el cuerpo no lo es todo. 

 


Otra enajenada: 
Adoro lo limpio y ordenado que es mi amorcito. 

Y tras unos meses: 
Puto maniático el tío, me enerva tanta perfección y tanta pulcritud. 






¿A Bibiana se le h’Aído la olla?

¿O es que es obligatorio ser borderline para ser ministra de este desgobierno?

Bibiana Aído, otra boba solemne


Me vais a perdonar que me pegue una catarsis de campeonato, pero es que no puedo contenerme y creo que tanto la ocasión como el personajillo lo merecen. Hartos estamos ya más de dos de los delirios feministoides del incapaz que nos desgobierna, del coñazo de la Violencia Machista y de Género boboporque tanto varones como mujeres pertenecemos a un mismo género: el humano, de que nos llamen antipatriotas y apocalípticos por hablar a las claras de la crisis que tenemos encima mientras ellos siguen de vacaciones pagadas llenando los ministerios y administraciones de inútiles como ellos.


Pero como este es un Blog de temática psico-socio-afectivo-sexual y tal y tal, me veo en la necesidad de escribir un post sobre la idiota irrecuperable de la Ministra de Igualdad del gobierno del bobo solemne −anda, que si todos fuésemos igualitariamente idiotas como tú los simios se harían con el poder del planeta−. Y no es lo malo sólo lo que dice la descerebrada con indisimulada sonrisita, sino que habrá millones de borderlines que aplaudirán sus gracias.


Si la gracia de “miembros y miembras” (le faltó el "señoríos y señorías") es una muestra más de la España Chiquilicuatre en que quieren convertirnos por medio de una hábil estrategia que busca distraernos de la crisis que vivimos y deprimir el ánimo de la mayoría asqueada para hacerla más manipulable, más proclive a aceptar amenazas estilo Gorila Rojo como la del último anuncio de Tráfico en el que amenaza directamente con mandar a la cárcel a quien se tome unas cañas de aperitivo y un vino en la comida (cuidado los asturianos con la sidrina, que os mandan directamente a Alcatraz) para luego pasarnos su estúpida sonrisa por el lomo para que durmamos plácidamente mientras nos repiten el mantra lavacerebros “no hay crisiiiiis, no hay crisiiiiis...” Lo del “Estamos convencidos que es imprescindible que indaguemos en nuevas fórmulas y que trabajemos sobre una nueva forma de masculinidad” ya es gramsciano a tope y fiel reflejo de lo que pretenden hacer en lugar de dedicarse a solucionar los problemas de la gente. ¿A qué modelo de masculinidad se referirá? ¿Al de su tocaya Bibiana Fernández, antes Manolo? ¿A Zerolo? ¿A Boris Izaguirre?


No nos van a cambiar por mucho que lo intenten. El modelo masculino actual es el que la vida quiere que sea, y ni todos los humanos masculinos somos maltratadores, ni queremos que se nos equipare con ellos como pretenden para terminar por someternos. Porque si hay un modelo masculino que por definición no es maltratador es el tradicional, el del caballero español que no osa poner la mano encima a una dama.

Pero también el que cuida el lenguaje y no profiere estupideces, el que viste adecuadamente, es formal y trabajador, el que no se permite perderse en pensamientos frívolos, el que entiende lo que es un compromiso y lo mantiene... pero ese no es el hombre que ellos promueven, a ellos les interesa el bobo, el sumiso sin personalidad, el ñoño, el débil mental y físico, el que va a las manifas contra la Segunda Guerra de Irak (contra la Primera no, que entonces mandaba Mister X, el de los morritos), el que prefiere huir de la realidad a base de porros porque no se encuentra a gusto consigo mismo.

¿O se trata de una nueva amenaza encubierta al estilo V de Vendetta? ¿Nos obligarán so pena de cárcel a hacer la cama y plancharnos las camisas? Tiempo al tiempo.



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Muy a propósito, bibianos regidores de la ciudad de Gijón: ¿Diferente de las putas? La mayoría de las mujeres también. ¿De los negros? Pues todos los blancos, amarillos y pieles rojas también. ¿De los maricas? Pues qué quieres que te diga... también. ¿Y del resto? Pues creo que los diferentes sois vosotros, porque el Trastorno Límite de la Personalidad, aunque cada día más frecuente, sigue siendo minoritario.



Para reclamar por escrito o teléfono al Ayuntamiento de Gijón:

Ayuntamiento de Gijón, Plaza Mayor 1,33201 Gijón 985 181 111


Mediante formulario electrónico:

http://docs.gijon.es/ReclamacionesYSugerencias/?tipo=2&Idioma=1


https://acerca.gijon.es/public/e-Participa/sol/sol2/sol.aspx?TypeId=38152&AppScope=CIUDADANO


Gobierno de Asturias, Atención al ciudadano: Oficina de Atención Ciudadana Edificio de Servicios Múltiples C/ Coronel Aranda, 2 Planta Plaza 33005, Oviedo. atencionciudadano@princast.es Teléfono: (Desde Asturias) 012 ; Desde fuera de Asturias 985 27 91 00



La aberración sexual progre de la semana (y lo que nos espera)

(Libertad Digital) Chicos de 14 años de un instituto de Móstoles (Madrid) son obligados a responder a un cuestionario tendencioso, construido como una caricatura de los prejuicios homofóbicos, para forzar latencias homosexuales en los chicos o para que acaben reconociendo la superioridad moral, psíquica, incluso económica de la homosexualidad.

El hermano de uno de estos alumnos es Pablo L. Torrillas, redactor de Diario de América, el periódico on line editado por Alberto Acereda, corresponsal de Libertad Digital para las Elecciones presidenciales en Estados Unidos, junto a David Jiménez y Pablo Kleinman.

Torrillas ha publicado en Diario de América la experiencia de su hermano escolar en el taller sobre Prejuicios y Estereotipos para chicos y chicas de 14 años en un instituto público de Móstoles.

Los alumnos –según cuenta este periodista– deben someterse a un interrogatorio del profesor con preguntas como "¿Es posible que la heterosexualidad sea sólo una fase que puedas superar?" o "¿Por qué insistes es ostentar tu heterosexualidad? ¿Por qué no puedes ser simplemente quien eres y mantenerte tranquilo?".

El cuestionario se denomina Invertir la situación: cuestionario para heterosexuales, del taller escolar Prejuicios y estereotipos, impartido en el instituto de Móstoles al que asiste el hermano del periodista Pablo L. Torrillas. Consta de 12 preguntas. Son las siguientes:



Taller: Prejuicios y estereotipos


Invertir la situación: cuestionario para heterosexuales (yo habría contestado como veis en las cursivas)
  1. ¿Qué piensas que causó tu heterosexualidad? - ¿Y a ti la lobotomía?
  2. ¿Cuándo y cómo decidiste que eras heterosexual? - ¿Y tú cuándo decidiste que eras un cerdo y enfermo mental malnacido?
  3. ¿Es posible que la heterosexualidad sea sólo una fase que puedas superar? - ¿Y tú la psicosis, la superarás algún día o serás siempre así de hijo de satanás hasta que te mueras de Sida?
  4. ¿Es posible que tu heterosexualidad se derive de un miedo neurótico a las personas de tu mismo sexo? - No, me sirve de miedo para alejarme de la basura como tú.
  5. Si nunca tuviste relaciones con una persona de tu mismo sexo, ¿no podría ser que lo que necesitas es un buen amante de tu mismo sexo? - Me basta con ver tu sucia intención para despreciaros, feo hijo de perra, ¿no te comes un rosco ni entre los moritos chaperos, verdad?
  6. ¿A quién has confesado tus tendencias heterosexuales? - ¿Pero no dices que no tengo que ser yo mismo, descerebrado? No necesito confesar nada, simplemente soy.
  7. ¿Por qué los heterosexuales se sienten obligados a llevar a los demás a su estilo de vida? - Yo no pretendo nada, aborto de batracio, eres tú el que está intentando reclutar carne joven.
  8. ¿Por qué insistes en ostentar tu heterosexualidad? ¿Por qué no puedes ser simplemente quién eres y mantenerte tranquilo? - ¿En qué quedamos, cerdo repugnante? ¿Soy, no soy o qué cojones?
  9. ¿Por qué ponen tanto énfasis en el sexo los heterosexuales? - Será porque tú lo digas, nosotros no nos metemos en cuartos oscuros, pedazo de sapo.
  10. Parece haber muy pocos heterosexuales felices. Se han desarrollado técnicas que podrían ayudarte a cambiar. ¿Has considerado la posibilidad de realizar una terapia de aversión? - ¡Qué va, si me encanta tener aversión a la gentuza como tú!
  11. Considerando la amenaza que suponen el hambre y la superpoblación, ¿podría sobrevivir la raza humana si todos fueran heterosexuales como tú? - ¿No has encontrado otra excusa más estúpida para llevarte al huerto a un chaval de 14 años, cerdo miserable?
  12. A pesar de la aprobación social del matrimonio, la tasa de divorcio es todavía del 50 % ¿Por qué hay tan pocas relaciones estables entre los heterosexuales? - Porque la mayoría de la gente ha perdido los valores hasta tal punto que los padres no linchan directamente a un pedófilo como tú.
Y luego dicen que estos maricones (algunos, los menos, afortunadamente) no buscan reclutar carne fresca. Aquí podéis ver alguna de las ilustraciones de los libros de texto de la asignatura Educación para la Ciudadanía. Aquí podéis ir a un post anterior relacionado con esta temática. Y aquí las disertaciones del homosexual antiprogre Luis Margol sobre el asunto. 

Y la cuestión final es: ¿Por qué estos iluminados se meten donde nadie les llama? ¿Por qué se empeñan en meterse en nuestras vidas? 


De un gran gobernante, los de abajo sólo conocen su existencia; al que no lo es tanto, le aman y le elogian; al que menos, le temen; al de inferiores cualidades, le cubren de denuestos. Si (el gobernante) no es hombre de palabra, nadie le tendrá confianza. El (buen gobernante) es cauto, mide en extremo sus palabras. Remata con éxito los negocios todos, y el pueblo llano dice: estamos en armonía con la Naturaleza. Lao Tse