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La sexualidad en crisis. Cuando las barbas de tu vecino veas afeitar.... (Los militantes gays se ciscan en los pantalones)

Hacía mucho tiempo que no leía idioteces del calibre de las expresadas por este “experto”. Una cosa es que comentemos asuntos interesantes en blogs y tal, pero respaldar una majadería con un título y una universidad (¿está la británica tan mal como la española salvo las excepciones obvias?) parece al menos una imprudencia. 

Va y dice el majadero (la negrita es mía): Los períodos de crisis económica hacen que las personas se vuelvan "más conservadoras" en sus comportamientos sexuales, según el profesor de Sociología de la South Bank University de Londres, Jeffrey Weeks. Autor de varios libros sobre el influjo social en la sexualidad, Weeks asegura que, ante la inestabilidad financiera, las personas buscan "una certidumbre" y las posturas "más fundamentalistas" en materia sexual cobran fuerza. Por el contrario, las épocas de bonanza económica conllevan una relajación en las costumbres que permiten un mayor aperturismo y permisividad hacia comportamientos sexuales distintos de los tradicionales y formas alternativas de convivencia familiar, agregó. 


Claro, desde una perspectiva estrictamente neutra, un personaje cabal hubiese utilizado dimensiones opuestas de la misma categoría. Así, echando mano del DRAE, para aclarar y no enmarañar las ideas de los demás (reflejo de su enmarranamiento mental) debiera haber utilizado conservador/progresista,  o fundamentalista de un lado/fundamentalismo del otro lado. 

Pero si esto ya evidencia suficientemente el sesgo del papanatas, lo abrillanta con el recurso a términos en los que subyace una impresión positiva de lo que defiende: “relajación”, “aperturismo”, “permisividad”, y, como progre que se precie, por supuesto tenía que rendir tributo a “comportamientos distintos de los tradicionales” (¿100.000 años es para este bobo algo “tradicional”? ¿Le parecerá “tradicional” sonarse los mocos o no limpiarse el culo con las manos?) y a las “formas alternativas de convivencia familiar? 

No, no va a llamar a las cosas por su nombre, no vaya a ser que resulte que si se nota que es maricón –o rematadamente idiota– la gente piense que se le ve a la legua la intención. ¿Os dais cuenta de la contradicción? Este es de los que “hacen el amor”, fijo (en un cuarto oscuro). El profesor, que participó en Madrid en un ciclo sobre la construcción social de la identidad, manifestó su confianza en que la escasez de recursos no provoque "retrocesos" en la apertura de las mentalidades registrada en los últimos treinta años. Weeks cree que la aceptación de las diversas tendencias sexuales está "profundamente imbricada en la vida cotidiana" actual, por lo que confía en que la crisis no derive en una involución social en ese apartado. 

Me maravilla cuánta estupidez puede caber en una cabeza humana ¿cree? ¿o querría?. ¿Está aceptada la anormosexualidad asexual? ¿Tanto como la anormosexualidad homosexual? ¿Y por qué no se acepta el incesto? ¿Y la zoofilia está aceptada? ¿Qué es avance y qué retroceso? ¿Qué involución y qué evolución?  
En su opinión, la gente entiende ahora nuevos modelos de familia distintos al matrimonio heterosexual defendido por la Iglesia como la única unión sexual legítima entre seres humanos. 

Pues yo insisto, hace 100.000 años no existía la iglesia, luego... ¡a ver si va a ser que el matrimonio normosexual (el de toda la vida) es lo normal y lo evolutivo!. Y si iglesia es la comunión de dos mil millones de personas cristianas, más mil millones de musulmanes, más otros miles de millones de budistas, hinduistas, shintoístas, etc., etc..., ¡a ver si va a ser que tenemos razón y todo! ¡A ver si va a ser que eso de “modelos de familia distintos” no son una aberración, una anomalía de la naturaleza! 

Para el sociólogo, "el moralismo es el mayor enemigo" de una sexualidad sana, en la que lo importante no es el tipo de actos que se practiquen, sino la asunción de la responsabilidad que estos conllevan y el respeto mutuo y de los demás. 

Claro, y como este señor (o lo que sea) sabe perfectamente lo que es la moral (De las acciones o conductas de las personas con respecto al bien y al mal, o relativo a ellas), no trata de decirnos lo que está bien y lo que está mal como la iglesia, no vaya a ser que le confundamos con un obispo de esos tan malos malísimos. 

El sexo se convierte en algo controvertido "cuando lo negamos" o "se rechaza", y por eso "cuánto más se adoctrina más se invita a las personas a rebelarse", afirmó. 

Curioso ¿verdad? Está diciendo justo justo que lo que está ocurriendo y él teme tanto es fruto de una negación o rechazo, una rebelión contra el adoctrinamiento que él promueve. 

Por cierto ¿es controvertido que a uno le apuñalen por la espalda? Porque yo lo niego y rechazo. ¡A ver si va a resultar que soy asesinófobo! 

Sostiene también que la concepción que tenemos de la sexualidad está determinada por el adoctrinamiento religioso y político, que marcan lo correcto o incorrecto en detrimento de la libertad de elección. 

En fin, al menos ya sé en qué universidad no van a estudiar mis hijos. 


Artículos relacionados: De homosexualidad y otras cuestiones.


El Jueves, Bernat Soria y el rollo infantil de los condones

¿Cómo definir a quien agrede a quien no responde a la agresión? ¿Cómo definir a quien se atreve con el pacífico y se achanta con el violento? La verdad es que me cuesta encontrar las expresiones más adecuadas sin caer en la zafiedad. Me pongo a pensar y lo que me viene a la cabeza son exabruptos, que no es que no se ajusten como un guante a la realidad, pero que desde luego no se corresponden con la importancia que tiene la revistilla esta.




El Jueves es un panfletillo decadente con un tufo a rancio que hace mucho tiempo dejó de hacerme gracia. Me recuerda al humor simplón que va de inteligente de otros que tal bailan, como el pobre Wyoming (Guayominí); y al amarillo viejo del Gabilondo televisivo o del radiofónico Luis del Olmo. Cierto que tiene que haber de todo, pero es lamentable que existan cerebros de tan bajo nivel evolutivo. Son las mentes de los carroñerillos, de esos resentidos, rencorosos (los semejantes se atraen), que husmean en los tubos catódicos o en las más modernas pantallas de plasma esperando encontrar un poco de putrefacción con la que apaciguar su cotidiana hambre de venganza contra el mundo. Luego rumian durante días la gracieta que les hace sentirse orgullosos de lo que piensan, como adultos aniñados obsesionados con sus juguetes, y siguen riéndose como si hubiesen encontrado la piedra filosofal de la comedia.

¿Cobardes? Sí, por supuesto, pero cobardes rastreros, de esos que como el
matxote etarra con nombre de detergente se ciscan en los pantalones cuando tienen que enfrentarse con alguien sin miramientos. Son como los críos que se esconden detrás de mamá, aferrados a sus faldas para no quedar solos ante el peligro, para insultar a su enemigo. A solas no tienen valor, por eso aprovechan que mamá esta cerca para soltar todas sus iras.



Pero es que además de gallinas son idiotas, porque aunque van de valientes vanguardistas, no son más que tentáculos de tercera fila del PSOE, cotillas, comadres, voceros de sus patéticas consignas caca-culo-pedo-pis en versión tronko para las Yenis, Vanes y Yosuas patrios que tratan inútilmente -vaya si es inútil- de desviar la atención de las torpezas y maldades del gobierno socialista. Se suman con estúpida vehemencia -y fruición, que diría el idiota solemne- al coro que insulta al de las gafas, al gordito o imberbe: "¡gafotas!", "¡cuatro ojos!"... le dicen inflados de sensación de superioridad.


En fin, aquí os dejo algunas de las elucubraciones que se han producido en la red para determinar el significado encriptado del bodrio, y para quien no haya leído aún el maravilloso producto de la sensibilidad creativa y artística de estas excrecencias humanas, ahí os dejo la caca que nos ha dejado el embustero Bernat Soria; procurad leerla o con el estómago vacío, o con un primperán a mano:



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Feliz día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María




Ave Maria
Gratia plena
Maria, gratia plena
Maria, gratia plena
Ave, ave Dominus
Dominus tecum
Benedicta tu in mulieribus
Et benedictus
Et benedictus fructus ventris
Ventris tui, Iesus.
Ave Maria

Ave Maria
Mater Dei
Ora pro nobis peccatoribus
Ora pro nobis
Ora, ora pro nobis peccatoribus
Nunc et in hora mortis
Et in hora mortis nostrae
Et in hora mortis nostrae
Et in hora mortis nostrae
Ave maria



Cuestiones morales relativas al sexo anal

Contrariamente a lo que algunos creen, La Iglesia Católica −incluso como algunas baterías del sistema dicen despectivamente: "la jerarquía eclesiástica"... como si alguna organización humana o no humana existiese sin estructura jerárquica, desde los elementos subatómicos, pasando por los sindicatos anarquistas y comunistas, Al Qaeda, y llegando incluso la de la fe que ellos profesan− no prohíbe ni considera pecaminosa la sexualidad conyugal en términos globales. Por razones obvias que aún siéndolo es necesario citar por si acaso: adicción al sexo, promiscuidad, infidelidad, perversión, etc., La Iglesia considera la contención, es decir, la castidad, como un elemento claramente diferenciador con respecto a los animales y por tanto caracterizador del ser humano como semejante a Dios, no al dios mono con quien parece identificarse un nutrido grupo ideológico −o eso, o lo hacen por animalizar más aún al pueblo para mejor manipularlo, como en Matrix− que aunque en claras vías de extinción, da la lata todo lo que puede para subvertir la Ley Natural que nos ha traído hasta aquí, por un extraño orden que, si fuese el adecuado, la naturaleza se hubiese encargado de hacer prevalecer.


Esta actitud abierta de La Iglesia −salvo excepciones puntuales que no son las que estás pensando, amigo lector, como más adelante verás− se manifiesta claramente, para el que tenga ojos para ver y neuronas para entender, en estos párrafos del catecismo cristiano:


2361 ‘La sexualidad, mediante la cual el hombre y la mujer se dan el uno al otro con los actos propios y exclusivos de los esposos, no es algo puramente biológico, sino que afecta al núcleo íntimo de la persona humana en cuanto tal. Ella se realiza de modo verdaderamente humano solamente cuando es parte integral del amor con el que el hombre y la mujer se comprometen totalmente entre sí hasta la muerte’ (FC 11).

2362 ‘Los actos con los que los esposos se unen íntima y castamente entre sí son honestos y dignos, y, realizados de modo verdaderamente humano, significan y fomentan la recíproca donación, con la que se enriquecen mutuamente con alegría y gratitud’ (GS 49, 2). La sexualidad es fuente de alegría y de agrado:

El Creador... estableció que en esta función (de generación) los esposos experimentasen un placer y una satisfacción del cuerpo y del espíritu. Por tanto, los esposos no hacen nada malo procurando este placer y gozando de él. Aceptan lo que el Creador les ha destinado. Sin embargo, los esposos deben saber mantenerse en los límites de una justa moderación (Pío XII, discruso 29 octubre 1951).


Y también se manifiesta en la práctica: en la sexualidad entre esposos no está prohibido el sexo anal ni entre los estrictos miembros del Opus Dei ni entre los Neocatecumenales (Kikos), que yo sepa y cito fuentes fiables− y mucho menos lo censuran los a veces excesivamente permisivos jesuítas. Una prohibición semejante sería tan absurda como prohibir disfrutar con un pezón, un culo o un cunnilingus, o las mujeres con una mamadita, porque no están destinados estrictamente a la procreación. Habría que regresar a los camisones con agujero del medioevo para poder encajar impecablemente en una sexualidad con la reproducción como único fin. Y más aún, en sentido estricto sólo sería correcto practicar sexo cuando la mujer estuviera en periodo fértil y en ausencia de pulsiones animales.


Dicho esto, creo que queda claro que no voy a incluir el sexo anal en la sección “Aberración progre de la semana”, sin que ello signifique asumir responsabilidades que no me corresponden ni enmendar la plana a nadie, porque hablo únicamente en nombre propio. Todo lo contrario, voy a exponer en el próximo post mi infalible y placentero método para franquear la puerta de atrás.


De todos modos, si alguien tiene una opinión discrepante, espero que la manifieste y propicie un buen debate.




La mejor X no es la del porno.


Sin ánimo de ocultar el excelente post de Traserete que podéis seguir leyendo a continuación de este, reproduzco sin permiso expreso, aunque lo supongo encantado, el excelente artículo -le copio hasta el brillante título que viene al pelo de la temática de este Blog- del igualmente excelente analista Sebastian McCoy en
El Confidencial. Suscribo al cien por cien sus argumentos y aporto al final uno más de mi propia cosecha. Pero antes de manifestarme yo, la joya de McCoy:

"Hoy les voy a abrir mi corazón como probablemente no lo haya hecho nunca. Les voy a dejar entrar dentro de mis convicciones más íntimas. Les voy a acercar a mis coordenadas vitales más estructurales. Les voy a invitar, en la sala de estar de mi alma, a un café de intercambio de ideas en el que sólo les pongo tres condiciones de partida, aun sabiendo que lo que escribo a partir del final de este primer párrafo será motivo de rechazo para unos y adhesión para otros.

Primera, todo lo que aquí se recoge es fruto de una experiencia personal y, por ende, intrínsecamente subjetiva, y distinta de la que hayan podido vivir cualquiera de ustedes. Pero con la misma legitimidad. Ni mayor ni menor. Segunda, su exposición no pretende ni convencer ni refutar, sino simplemente dar argumentos desde la conciencia que se ha configurado en mí a lo largo de los años gracias a la primera premisa que les he señalado. De ahí el orden. Tercero y último, siempre he pensado que, ante los hechos de la vida, sean éstos excelsos o aberrantes, a servidor le corresponde dar una opinión pero no pronunciar un juicio que implique absolución y castigo. Ni civil ni moralmente. Para eso estarían la justicia humana y, quienes crean en ella, la divina. Por último, una coda adicional: la reflexión versa sobre una decisión de clave económica que le da cabida en este Valor Añadido. Sobre estos cuatro parámetros de partida, la pública confesión: McCoy pondrá X en la casilla de financiación a la Iglesia Católica y, sinceramente, cree que hoy es más necesario que nunca hacerlo. Déjenme que me explique. Trataré de ir de lo más genérico a lo específico. No me alargaré.

En primer lugar, y mal que nos pese, España es cristiana. El cristianismo está tan intrínsecamente arraigado en nuestra sociedad que pretender su erradicación o su equiparación al resto de las confesiones es un ejercicio de falsa progresía que está bien de cara a la galería pero que carece del menor fundamento histórico. La Historia de España, para bien y para mal, no se entiende en muchos de sus capítulos sin la clave de la fe. Buena parte de sus instituciones y de sus manifestaciones culturales encuentran en ella su génesis y justificación. Eso por no hablar del calendario de festividades, ejemplo palmario donde los haya. La fe ha dado a España momentos de esplendor y motivos de vergüenza pero estoy convencido de que, si hiciéramos balance, debemos mucho más a la fe católica que el esfuerzo que ella pide a día de hoy a los creyentes y a los que no lo son.

En segundo término, se trata de un ejercicio de coherencia personal. Porque, vamos a ver, esos mismos que despotrican de los obispos y de su afán diario por negar cualquier atisbo de progreso en la sociedad -afirmación sobre la que volveremos más adelante- son muchas veces los que hacen un uso arbitrario de los sacramentos (bautizos, bodas o comuniones, fundamentalmente) cuando les conviene o matarían por la Virgen del lugar que les es propio, que a Ella no se la toque nadie. Viva la Virgen del Rocío, la Blanca Paloma. Cuando se produce una utilización interesada de la fe o de cualquiera de sus manifestaciones, abuso sobre el que la Iglesia normalmente no se pronuncia, lo menos que pueden hacer los interfectos es colaborar económicamente a que tales actos y expresiones se sigan produciendo, digo yo. Por mera dignidad.

Pero es que, además, resulta curioso cómo con la Iglesia se ha instaurado un nuevo esquema de juicio que escapa a lo normal. La reflexión sobre su acción se centra más en lo que dice que en lo que hace, en sus manifestaciones públicas que en la labor abnegada de muchas personas que simplemente tratan de construir, con mayor o menor éxito, un mundo mejor. Ya lo señalaba Montilla en su apología independentista del sábado en El País: los conceptos Cáritas y pobres, se trata de sólo un ejemplo, están indisolublemente unidos. La cercanía a la labor diaria de esta institución desmonta mitos dogmáticos; acerca a mucha, demasiada, generosidad ejercida en las catacumbas del silencio y produce la satisfacción de ver que allá donde hay necesidad, está la Iglesia siempre sin mirar el carnet de identidad del necesitado, ni pedir contraprestación. No hay que olvidar que el ejemplo de Teresa de Calcuta descansaba sobre tres pilares: su fe, su tarea apostólica y la fidelidad a la Iglesia, siendo ésta última la característica de su Misión, no sé si conscientemente o no, más olvidada. No puede ser el rechazo a sus palabras lo que niegue el pan y la sal necesaria para la realización de su imprescindible labor.


Tercero y último, una afirmación bomba. Miren ustedes, yo creo sinceramente que la Iglesia es la institución más progresista que hay en el mundo actual. Quienes frecuenten este Valor Añadido sabrán que servidor asocia progreso a dos conceptos: avance y mejora. Pues bien, en la búsqueda de un uso responsable de la libertad individual y del bien social, la Iglesia está siendo mucho menos conservadora que aquellos que quieren deshumanizar la vida sobre la base de una existencia sin Dios, que, si no existiera, habría que inventarlo. Miren el suplemento Crónica de El Mundo de este fin de semana y hagan conmigo esta breve reflexión al hilo de lo publicado por Miguel Ángel Mellado en sus preguntas: en 1980 había 36 millones más de niños que de jubilados en Europa, ahora el déficit es de 6. Eso sí, se produce un aborto cada 30 segundos. Voz que clama en el desierto. Lo mismo se podría decir en términos de estabilidad familiar, respeto por los mayores, refuerzo de la autoridad de padres y maestros o ausencia de manipulación educativa. Todo es, por supuesto, discutido y discutible pero ojalá no tengamos que decir un día, cuánta razón tenía.

Hay un último apartado con el que termino, que seguro es una perogrullada, sí, pero de alcance. Con la Iglesia sé lo que financio y por qué lo financio. No rellenando la casilla a favor de la Iglesia Católica me expongo a la discrecionalidad del Gobierno, de cualquier gobierno, que no hará uso de mi cuota de generosidad teniendo en cuenta mis propios intereses sino mirando por aquellos a quienes conviene subvencionar, bien para que callen o para que griten más fuerte, tanto monta, monta tanto. Y eso, intelectualmente, resulta, en mi opinión, una renuncia absurda y una cesión demasiado generosa respecto a la prácticamente única parcela de decisión que, respecto al destino de nuestros tributos, podemos adoptar. Buena semana a todos."


Y ahora mi prometido argumento, repetido hasta la saciedad; fijaos que es pura objetividad: tomad un mapamundi y señalad los países en los que predomina el cristianismo. Allí abundan el bienestar, la libertad, el progreso, la igualdad de deberes, derechos y oportunidades, la cultura, la ciencia, la tecnología, la longevidad, la salud... Y ahora haced lo mismo en los países en los que el cristianismo o bien no existe o es muy minoritario: observaremos pobreza, desigualdad, ausencia de libertad y de progreso, enfermedad, corta esperanza de vida, incultura. ¿Casual o causal? Blanco y en botella. Por tantos, y por tanto, yo también voy a poner la X en la casilla de la Iglesia Católica en mi declaración de la renta.




Y si habla mal de la Iglesia... (La tontería sexológica progre de la semana)


Aunque percibo que las críticas inmisericordes que suelo verter en la sección La Tontería Progre de la Semana van haciendo mella en el sector, fundamentalmente forzando a estos pobres a ser más cautelosos en sus publicaciones digitales, a veces se les escapa alguna necedad (necio: el que ni sabe ni quiere saber) digna de convertirse en justo blanco de nuestras mofas.

Esta semana concedemos el título de tontiprogre a Chapi Escarlata, que aunque normalmente escribe intrascendetes banalidades para adolescentes, en esta se ha ganado el título cum laude por usar su púlpito virtual para demostrar que su ignorancia es directamente proporcional a su falta de educación. Fijaos lo que dice (mis comentarios en cursiva):


— La iglesia, aunque sea la anglicana, empieza a entender algo y a considerar el sexo un disfrute gozoso y un beneficio para la salud. Sí, ha sido la Iglesia de Inglaterra, la que lo dice en una guía sexual que acaba de editar.

Dice la lista que “la iglesia, aunque sea la anglicana, empieza a entender algo”. Debe ser que ella lo entiende todo y que personajes con tres o cuatro carreras y que hablan media docena de idiomas son unos obtusos, y por supuesto no llegan a la altura de los ilustrados anglicanos con los que intercambia impresiones cada día después del almuerzo. Pero lo más osado la ignorancia es osadaes que dice que empieza. ¿Has leído Corintios 7, 3 y ss., so desinformada? Pues es una carta que escribió San Pablo a los habitantes de Corinto, justo antesdeayer, día arriba día abajo, después de que la Iglesia Anglicana publicara su guía sexual... pero ¡hace unos 1.968 años!. Y dice por si quieres aprender: “Que el marido cumpla su obligación conyugal con la mujer y la mujer con el marido... No os privéis el uno del otro, a no ser de común acuerdo... A los solteros y viudas... si no pueden guardar continencia, que se casen. Es mejor casarse que abrasarse.”

Menos mal que hemos tenido que esperar a que la Iglesia Anglicana nos dijera que podíamos chingar con la parienta, ¿Eh ilustrada?

No, si va tener razón Sánchez Dragó en su último libro, del que parafraseo el título: “Y si habla mal de la Iglesia Católica... no, no es musulmán, ni mormón, y menos anglicano, ¡qué va!, ¡es católico!”


— Bien es verdad —dice ahora— que lo hace para evitar tantos divorcios, pero entra a considerar las relaciones sexuales más que un acto para la procreación, que sirve para el disfrute íntimo y personal de los pueblos, y del mismo modo, evita guerras.

Ahora nos brinda una lección de estadística sociológica y antropológica, resulta que la gente se divorcia mucho porque no chinga. Y chingar no es para que los esposos disfruten, no, es para procrear que es lo que según sus vastos conocimientos sobre el particular dice la Iglesia Católica.

Esta es de las del “haz el amor y no la guerra”. Más tonta y le ponen una calle en Lepe. Justo chingar y pasarlo en grande es lo que hacían los hippyes americanos cuando lograron que su ejército saliera corriendo de Vietnam; chingar mientras en Camboya Pol Pot, otro célebre socialista (no falla ¿eh?), se cargaba a dos millones de personas en tres años.


— La guía se titula Creciendo juntos y dice que "el sexo, lejos de ser una guarrada, es algo divino y maravilloso que debe ser celebrado". "Como cualquier otra habilidad, ha de ser aprendido. Cada cual es su propio maestro".

¡Anda, qué modernos!, para que lo lean los que en España aún defienden que ciertas prácticas sexuales causan ceguera, granos y combustión espontánea. Ja, ja, ja, ja.

Da pena ¿verdad? Esto en un chaval de catorce años víctima de la LOGSE es hasta comprensible, pero en una señora madre de familia y cuarentonaaa... A ver, Chapi ¡caca, culo, pedo pis! Jajajaja qué risa ¿verdad? Me parece que la que está en la Edad Media eres tú, chica.


— ¿Y Benedicto qué dice de esto?

Pues mira, el Santo Padre Benedicto XVI (que no es un coleguilla tuyo ni un patético lector de tu patético blog, so maleducada) dice entre otras muchas cosas en su encíclica Deus Caritas Est (Dios Es Amor) que recomiendo vivamente leáis porque es una maravilla de sabiduría, esto: “Depende ante todo de la constitución del ser humano, que está compuesto de cuerpo y alma. El hombre es realmente él mismo cuando cuerpo y alma forman una unidad íntima; el desafío del eros puede considerarse superado cuando se logra esta unificación. Si el hombre pretendiera ser sólo espíritu y quisiera rechazar la carne como si fuera una herencia meramente animal, espíritu y cuerpo perderían su dignidad. Si, por el contrario, repudia el espíritu y por tanto considera la materia, el cuerpo, como una realidad exclusiva, malogra igualmente su grandeza”


— Les monta otro cisma, faltaría más.

Chapi, hija, eres BOOOOOBA de solemnidad, quien "montó el cisma" fue la Iglesia Anglicana a la Católica, no al revés.






Especial Semana Santa



(PD).- La gente que cree en Dios es más feliz que los agnósticos o los ateos, según un estudio realizado por el profesor Andrés Clark y la doctora Orsolya Lelkes y presentado en la conferencia anual de la Sociedad Real Económica.

Según informa el diario Daily Telegraph, la gente religiosa está más capacitada para enfrentarse a decepciones como el paro, el divorcio o la muerte de un amigo. Además, esta capacidad aumenta en el momento en que los religiosos van a la iglesia y rezan.

Junto con esto, también se descubrió que la gente religiosa en Europa tiende a ser más conservadora.

El estudio, "Líbranos del Mal: La religión como Seguro", encontró que menos de un sexto de los practicantes en Gran Bretaña creen que es mejor el divorcio que permanecer con una persona a la que no quiere.

Los investigadores del estudio dijeron que: "la religión hace que las personas puedan soportar mejor los momentos difíciles de la vida. "



Al respecto escribe S. Maza (y aquí) que la fe no es algo que a uno le caiga del cielo, sino que como cualquier otra cualidad mental, debe ser entrenada como se entrenan los abdominales o la flexibilidad (“esta capacidad aumenta en el momento en que los religiosos van a la iglesia y rezan”). Esta circunstancia puede hacer entender a muchas personas incrédulas o que piensan que la fe es poco menos que un desvarío, que creer en Dios es una ayuda para afrontar cualquier dificultad de la vida.

Si sumamos este importante descubrimiento científico de Clark y Lelkes a lo expuesto por el director del Proyecto Genoma Humano Francis S. Collins en su último libro “¿Cómo habla Dios?” donde afirma que la ciencia y la fe no son conceptos antagónicos, sino que ambos coexisten necesariamente en el interior del ser humano, puede afirmarse que la fe es enteramente racional.

Pero si añadimos al resultado de la suma dos nuevos sumandos:

- El primero: la realidad constatable (no inducida ni únicamente potencial) de que la civilización es propia de países cristianos, y que la incivilización es propia de países paganos, islámicos, hinduistas, budistas, taoístas...

- El segundo: que los mayores genocidios de la historia de la humanidad los han perpetrado países con ideologías ateas, antiteístas o paganas, como el socialismo y el nacionalsocialismo...

Tendremos que concluir racionalmente que no son los que disfrutan de la fe en Cristo quienes padecen desarreglos mentales, sino todo lo contrario.



Dios se puede encontrar en un laboratorio.




La Cuaresma y el sexo


Todo en esta vida empieza, se desarrolla y termina. No hay nada que permanezca igual para siempre. Las personas nacemos, crecemos, nos reproducimos, declinamos y morimos. Las empresas igual. El curso académico empieza en septiembre y acaba en junio. Sin embargo la vida no es simplemente cíclica, sino inevitablemente evolutiva. Realmente es un bucle recursivo ascendente, un muelle que parte de abajo y asciende imparable aunque periódicamente retroceda para tomar impulso. Podemos verlo igualmente en clave astrofísica, política nacional e internacional, en la historia, en el arte, en la música...

En este aspecto de la vida personal del que se ocupa este Blog ocurre otro tanto: las relaciones sexuales nacen, se desarrollan, se agotan y finalmente mueren. O lo aceptas o lo aceptas. Antiguamente estas etapas coincidían con las de la vida de cada uno, porque la gente daba valor a la palabra dada y al compromiso adquirido, pero en la actualidad la mayor parte de las relaciones amorosas mueren porque se agota la feniletilamina, la hormona que nos mantiene en un estado obsesivo compulsivo y de felicidad mientras dura. Dada la confusión entre el amar como compromiso activo y el enamoramiento hormonal reactivo difundido por la corriente intelectual dominante actualmente, el ser humano retorna a la animalidad, al estadío pre humano en que uno es movido por sus necesidades hasta que éstas ya han sido satisfechas y sus carencias cubiertas por el otro, sin lugar para el raciocinio ni la moral, hasta que el vampiro humano le ha chupado toda la sangre. 

En ese momento, con el edificio de la personalidad consolidado gracias al alimento que el otro nos ha procurado vía (errónea en su nivel superior) Pirámide de Maslow, y en ausencia de compromiso consciente, voluntario y responsable (capacidad de responder al compromiso adquirido) de amar al otro en lo bueno y en lo malo, un nuevo objeto humano de consumo que parece cubrir nuestras nuevas o antiguas carencias o fantasías adolescentes viene a impulsarnos irresistiblemente hacia él. Este es el maravilloso y elevado concepto actual de amar.



Pues bien, a partir de estas premisas podemos hincarle el diente al tema que nos ocupa. Desde un punto de vista científico y laico, si no (he dicho si no, no sino, ¿eh?) pagano, la Cuaresma no tiene nada que ver con la señora de gesto agrio y estricta conducta definida por Pataletas Ruin-Gallardón para regocijo y algazara de los sinmente de turno, babeantes como tontos con una tiza, todo lo contrario. Para ilustraros con una metáfora el asunto os contaré que recuerdo que en mis tiempos mozos pregunté envidioso a un antiguo compañero al que llamábamos “pastelero” debido a su profesión, si se ponía o no morao de bollos con nata y chocolate. Me contó que sólo se comía una bamba de nata una o dos veces al día. ¿Sólo? Le pregunté incrédulo. Me explicó que durante la primera semana el dueño de la pastelería le dijo que se comiera todo lo que le apeteciese en el momento en que le diese la gana, que cometiese todos los excesos carnavalescos que quisiera... y como ya habréis supuesto acabó tan harto de zampar dulce que pasó de ver los pasteles como delicioso vicio a verlos como simple alimento.








Desde este punto de vista, la Cuaresma es el momento de prepararse para la resurrección, un momento que se nos brinda para recolocar nuestro umbral de sensibilidad, es decir, para recuperarla, para devolverla de la muerte a la que los hábitos sexuales viciosos la ha abocado. Porque si estamos tan hartos de pasteles que ya no nos estimulan suficientemente y terminamos por necesitar comernos los de otros, o comer pasteles en grupo, swingers, dominantes, sádicos, voyeurs, parafílicos, homófilos... para alcanzar la satisfacción en una espiral ascendente como la de cualquier adicción so pena de sufrir un espantoso mono, la Cuaresma aparece como un momento óptimo para frenar, retomar el asunto desde una perspectiva más sensual que sexual, más sentimiento que emoción. Es un momento para apagar las luces, cerrar los ojos y dejar que nuestras papilas gustativas se limpien de sabores explosivos, de ketchups y tabascos, para permitirles volver a percibir los sutiles matices naturales de una ensalada sin aliñar, de unas espinacas hervidas, de una manzana de cultivo biológico. Es un momento de sentir, de taaaaaaaammmmmmm, no de TAM-TA-TAM-TA-TAM carnavalesco. El ciclo de don Carnal ha terminado hasta después de Semana Santa, en que volverá por sus fueros veraniegos a calentarnos la sangre como cada año.

¿Cuarenta días? ¿Por qué cuarenta? Porque es el plazo mínimo que según algunos científicos y religiones necesita una red neuronal que genera un patrón erróneo de pensamiento, verbo y conducta para desactivarse por falta de uso en virtud de la plasticidad neural, mientras se activa una red neural dormida o desactivada que da lugar a otros patrones, esta vez correctos, de pensamiento, palabra y acción. Cuarenta días para recuperar la sensibilidad oculta bajo toneladas de su antítesis: la intensidad.

La Cuaresma es también un buen momento para recordar que eso que tenemos a nuestro lado, ¡oh, sorpresa, sorpresa!, es un ser humano, una persona; no objeto de consumo, algo que usamos y tiramos según nuestra conveniencia. Un ser humano que siente, que sufre, que anhela, que desea, que llora, que ríe, que se emociona, que se siente solo, que teme, que se equivoca, que perdona, que merece ser perdonado... igual que nosotros.

Está en tu mano pararte a reflexionar sobre tu vida, tu conducta y sus consecuencias. Ahora tienes una oportunidad. Es tiempo de Cuaresma. Aprovéchala.