El "curioso" efecto del calor sobre el sexo en pareja


Aparte de lo simpático del titular que he copiado literalmente de la noticia, que sugiere que puede haber relaciones sexuales sin dos personas (o más), una de las cosas más llamativas que se desprenden el ella es la sustitución del culto a Dios por el culto a las ciencias en los últimos tiempos. Ya lo decía Chersterton: "El problema de no creer en Dios no es que la gente no crea en nada, sino que se cree cualquier cosa". Y recalco las ciencias porque aunque quizá no nos demos cuenta, la ciencia no existe, por definición tal cosa no existe.

Los científicos o quienes pretenden apoyarse en los resultados de investigaciones científicas para darse valor hacen normalmente el ridículo cuando intentan explicar lo obvio -que últimamente es casi siempre, debido a la necesidad de publicar lo que sea- a personas que, tras dedicar una parte del limitado tiempo de la vida a leerles, se encuentran con la desagradable sorpresa de que han perdido su tiempo leyendo nadidades que nada le han aportado.

En este caso vamos a ver cómo se puede hacer perder el tiempo a miles de personas citando investigaciones científicas que afirman que sí y que no, el calor estival estimula el deseo y la consecuente práctica de la cópula sexual. Porque tú, lectora o lector, eres tonto de baba y no te habías dado cuenta hasta que ellos te lo han hecho ver.


Repasemos las consecuencias de las que ya has sido consciente a lo largo de tu vida del calor a este respecto:

  • El aumento de las horas de sol eleva y mejora el ánimo.
  • Cuando hace calor llevamos menos ropa, las mujeres escotes o transparencias, y últimamente pantalones cortos que dejan ver por debajo parte de las nalgas. Yo he llegado a ver a una chica con un vaquero que tenía menos tela que un tanga. Y esto, a no ser que uno tenga muy entrenada su atención y sea capaz de apartarla, excita a cualquiera, y esa excitación activa la atención durante largos periodos de tiempo.
  • En casa, o en el hotel o lugar de vacaciones, también llevamos menos ropa, lo que incita al juego picante, la picardía, al encuentro copulativo sexual.  
  • El calor excesivo durante el día puede dar lugar, si al atardecer refresca, a un alivio, una relajación, una alegría que, facilitada por lo dicho en los dos puntos anteriores, dé rienda suelta a la pasión.
  • Las vacaciones relajan también, porque no hay que madrugar para ir a trabajar y uno puede acostarse más tarde sin problema, y además aumentan el tiempo de convivencia, lo que facilita que surja la oportunidad y se pueda aprovechar.
  • El cambio de localización, del entorno habitual al vacacional, con el cambio de paisaje, ritmos, olores, sabores... que implica, también relaja, lo que induce a divertirse.
¿Esto lo sabías ya o he tenido que desvelarte yo el insondable misterio? ¿Has tenido que echar mano de tus conocimientos de biología, la oxitocina, las betaendorfinas, la dopamina, la vasodilatación... para darte cuenta de que te ocurría eso y a todo el mundo igual que a ti? 



Pues ahora de que no


Vale, pues espera porque ahora lo mejoran aún (están locos estos sexólogos); a continuación vamos a comprobar si te habías dado cuenta o no de:

  • El exceso de calor baja la tensión y provoca el efecto contrario, aplatana, nos deja sin fuerza ni ganas de nada (por eso los países cercanos al ecuador suelen ser menos productivos).
  • El exceso de sudor resulta desagradable. Sobre este punto y el anterior te habrás dado cuenta especialmente si has tenido la brillante idea -como un servidor de mozo- de ponerte a chingar en una sauna y el calor te ha obligado a desistir.  


Pues espera, que ahora la brillante sexoloca te va a dar sus recomendaciones


Y finalmente, para terminar de rellenar de morralla el artículo, la misma sexóloga que ya nos ha asombrado con sus inéditos, vastos y científicos conocimientos, se atreve a hacer unas recomendaciones para estimular el deseo:

  • La canción del verano: Yo te doy cremita, tú me das cremita, aprieta bien el bote que sale muy fresquita. Y claro, si estás en la playa con la churri, los niños y la suegra, además de los vecinos de sombrilla, y te pones como un berraco dándole cremita en los glúteos a tu churri, te abrasas la espalda por tener que estar tumbado boca abajo hasta que se te pase el calentón. Y lo peor es que en ese estado cualquier otro culo femenino que entre en tu campo visual atrapará tu atención, lo que seguramente provocará el enfado de tu parienta por mirón y te pasarás el resto de las vacaciones aliviándote en el baño.
  • Y como colocón, digo colofón, la fantasiosa sexóloga, que seguro que se está poniendo a tono imaginando lo que nos cuenta, dice: también puedes deleitarte con comidas exquisitas, siestas, abrazos y descanso juntos. Ya, maja, pero es que es eso justo lo que suele pasar en verano cuando se está de vacaciones... salvo cuando hace demasiado calor, estamos acojonados por la pandemia y por el futuro económico que se nos avecina. Así que dinos algo más interesante o que no sepamos o deja de hacernos creer que estamos haciendo algo mal. ¿O no habíamos quedado en que el exceso de calor aplatana y las crisis amargan?
Insisto: están locos estos sexólogos. (Por no decir tontos perdidos)


Propuestas de la Cienorgasmología


¿Mi propuesta? Haz algo nuevo, por ejemplo empieza a practicar la Cienorgasmología, o reentrénalas si tenías tus habilidades oxidadas.











Imagen de cabecera de Gerd Altmann en Pixabay 

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