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Un tipo de mujer difícil de manejar I



Mi ya larga experiencia como cienorgasmólogo se ha encontrado con un nuevo reto que para cualquier varón normal sería un muro de hormigón armado, como me ocurrió a mí en más de una ocasión cuando era más o menos normal en este asunto. En alguna ocasión me he encontrado con alguna mujer difícil de llevar al éxtasis, aunque los cienorgasmólogos, al estar hechos de otra pasta, transformamos las dificultades en desafíos.

Si la mujer me ha interesado lo suficiente nunca he rehuido el desafío, al contrario, las dificultades precisamente están ahí para que las superemos y alcancemos gracias a ello un nuevo nivel de excelencia. Pero si la mujer no me ha interesado, lo he dejado pasar.

En los últimos tiempos he conocido a una mujer difícil, pero de esas que enganchan a causa de sus varios encantos, tanto personales como físicos. Guapísima, con un cuerpo notable, divertida, culta, sensible... ¡Demasiado sensible!

¿Cómo "demasiado sensible"? ¿Cómo puede ser eso un problema? ¡Al contrario! ¿No?


Crear ondas hacia el orgasmo

Hoy, además de lo de siempre, vamos a culturizarnos un poco más, que no todo va a ser chingar. Veamos: la física afirma que los orbitales de los electrones que rodean el núcleo de los átomos deben ser coherentes, porque en caso contrario será rechazada la partícula que pretende formar parte de él sin que exista esa amistad.

Como se ve en la imagen de la derecha, en su parte izquierda, las ondas coherentes entre sí generan (la parte de abajo) una onda mayor con los mismos patrones que sus sumandos, mientras que a la derecha puede observarse cómo las ondas incoherentes se interfieren unas a otras hasta anularse (abajo nuevamente). Como veremos un poco más abajo, en la génesis de los orgasmos subyace la misma mecánica.

El ultraorgasmo a examen

Ya hacía tiempo que no hablábamos de la Cienorgasmología en serio ¿verdad? Algunos incluso ya no me ajuntan porque no les cuento cosas nuevas y me dedico a meterme en otros asuntos políticamente incorrectos. Ocurre que todos los secretos de nuestro método ya han sido desvelados, porque  además de increíblemente eficaz, es increíblemente eficiente: se consigue en poco tiempo y con pocos recursos, como ya habéis comprobado la mayoría, y comprobarán muchos más cuando, dentro de un mes o así (D.m.) el Libro de la Cienorgasmología esté en la calle.

Así que vamos a hablar hoy de algo serio: los ultraorgasmos o megaorgasmos, que son aquellos orgasmos que duran más de un minuto y hasta !diez!. Al final adjuntaré los links a los anteriores capítulos para ilustrar a los que no hayan empezado a practicarlos, pero antes de que nadie se ponga a ello quiero advertir muy seriamente que:
  • Los ultraorgasmos resultan tremendamente gratificantes para las señoras, por pura lógica, pero mucho menos para los señores, porque la dama va a su puta bola (con perdón por la expresión) la mayor parte de las ocasiones, sin que podamos hacer mucho más que acelerar de vez en cuando.

  • Nuestra habilidad cienorgasmológica puede embotarse; no definitivamente, porque esto es como montar en bici: no se olvida nunca; pero joroba bastante no poder poner en práctica la dirección de orquestas. Uno siente que se vuelve secundario. Y es frustrante. Ya sabéis: "En el pecado va la penitencia", y tanto exceso sexual se acaba pagando de una u otra forma por antinatural. En este caso, el director pasa a ser espectador, limitado a mover un pie al ritmo de una orquesta autodirigida como ocurre en los conciertos reales. Menos mal que se me ocurrió ocultar las entradas relacionadas, porque lo mismo alguien me habría demandado porque su mujer se corre y se corre sin parar sin que él haga más que rozarle una teta.

  • Lo peor de lo peor es que, desde el tiempo que los practico, y hace más de un año
    ya (o más, no me acuerdo) he comprobado que es imposible retornar al estado normal, ése en que la mujer pasa por un período de preparación más o menos largo y gratificante hasta que se desencadena el orgasmo. I-M-P-O-S-I-B-L-E. Es normal que lo sea, porque una vez conseguida la habilidad por parte de la fémina ¿para qué iba a conformarse con cien orgasmitos de treinta segundos? O sea, que no recomiendo a nadie entrenar los ultraorgasmos o megaorgasmos, a no ser que quiera arriesgarse y sumar su investigación a la mía y sacar conclusiones comunes.
En estos últimos días parece que estoy empezando a conseguir -con la inestimable ayuda de mi contraria, claro está, porque es ella quien lo posibilita- parar sus orgasmos con un superorgasmo dentro del orgasmo, pero aún no he entendido cómo sucede. Creo que es ella misma la que se ha hartado de tanto orgasmo más o menos monótono y busca otra vez la intensidad -ya sabéis que intensidad y duración son inversamente proporcionales- de antaño, lo que me está empezando a permitir usar algún que otro de nuestros mágicos toques.

Os seguiré contando, pero por si acaso, repito, que a nadie se le ocurra meterse en este fregao antes de que alguno descubramos el método para salir de él.



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Mezclar churras con merinas. La mente de la mujer cienorgásmica no es la misma que la de la ultraorgásmica

A propósito del debate que se estableció en este post -y para evitar confusiones como la de una amiga de mi señora que después de consultarle su problema y recibir una información inadecuada debe creer que para ser cienorgásmica lo que tiene que hacer es deshinibirse y concentrarse- es importante recordar que existen dos diferentes actitudes mentales femeninas frente al sexo, porque algunas mujeres pueden llegar a creer que la adecuada es la que no corresponde a su nivel de aprendizaje y frustrar así los intentos de lograrlo:


1 - La mujer debe ser absolutamente pasiva para alcanzar la cienorgasmia, en caso contrario es posible que no lo consiga. Absolutamente pasiva significa que no es necesario que haga nada, ni que piense ni deje de pensar en nada concreto, pues no está en su mano alcanzar el éxito si no es a través de la acción de un compañero adecuadamente entrenado.

Esto es así incluso si el varón es poco hábil y se demora más de lo debido en la consecución del primer orgasmo de ella, aunque es comprensible que la pobre se desespere y se ponga a pensar en cualquier cosa ajena al asunto sexual. Para eso existe este método: para que el hombre aprenda a hacer a su mujer cienorgásmica -el varón es quien debe aprender, no la mujer- por lo que cualquier señora que sufra esa pesadilla, digo problema, deberá encomendar a su contrario que se empolle el manual antes de ponerle o volver a ponerle un dedo encima.


2 - Alcanzar la megaorgasmia o ultraorgasmia requiere una actitud mental diferente, especialmente capacidad de concentración y desinhibición que dan paso al largo trance orgásmico como ya vimos en el post que enlazaba al principio, por lo que no me voy a repetir.

Atención pues, no conviene confundir la actitud mental adecuada so pena de fracaso.



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La mente de la mujer megaorgásmica
- Atrapar su mente I










Advertencia importante: No empieces a practicar estas técnicas sexuales in antes leer este post, podría causar serios inconvenientes a tu vida sexual.
 
 


 

La mente de la mujer megaorgásmica



Los que ya habéis superado el primer nivel de la Cienorgasmología entenderéis de lo que voy a hablaros; para el resto de las mujeres -este post está dirigido especialmente a vosotras- quizá sea aún una incógnita. El caso es que recientemente hemos comentado en algún post que alguno de vosotros tiene relaciones esporádicas con diferentes personas con notable éxito. Lo que aún no sabemos es si alguna persona que tampoco tenga relaciones duraderas ha sido capaz de lograr un megaorgasmo o ultraorgasmo en alguna pareja ocasional. Yo no he probado, la verdad, pero aún siendo algo a priori muy difícil, no dudo que algún buen director de orquesta podría lograrlo.

En cuanto a las parejas estables, que lo tendrán más fácil, rec
ordaréis de los primeros capítulos del Manual de la Cienorgasmología que la entrega de la mujer al varón es directamente proporcional a la facilidad para acceder al orgasmo y a la intensidad del mismo. Y eso sin necesidad de usar ninguno de los cachivaches o juguetes sexuales que se ofrecen por ahí -en tiempos de crisis no está mal ahorrarse unos eurillos- y de cuya utilidad existen al menos incertidumbres lógicas.




 En los megaorgasmos de más de diez minutos este axioma se torna esencial, especialmente al inicio de su práctica. Quizá yo lo tenga más fácil porque mi contraria es una auténtica poupee pasiva -lista ella, ¿para qué se va a esforzar?- y yo soy claramente dominante, lo cual no significa que una vez alcanzado el dominio de la técnica, uno o una puedan cambiar de postura sin interrumpir el orgasmo, que se puede, por supuesto; pero en los estadíos iniciales, recordad que conviene ceder el control al director de la orquesta en lugar de pretender tomar el mando.


Hablando del tema con mi poupee, me explicó que para alcanzar la megaorgasmia, la actitud mental femenina debe reunir estas dos características:


  • Desinhibición absoluta: esto significa que con toda seguridad no todas las mujeres tienen la capacidad de ser megaorgásmicas si mantienen tabúes, inseguridades, vergüenzas, pudores, etc., que provoquen que su atención se distraiga hacia lo que se quiere esconder, que su musculatura se tense y se sature el procesador del cerebro con información que no ayude precisamente a lograr el éxito. Obviamente, la mujer en general tiene más capacidad de desinhibición pasada la cuarentena (de edad) y especialmente la menopausia, momento en el que los factores afectivo-emocionales disminuyen su importancia, cediéndola al puro disfrute físico, aunque tampoco es descartable encontrarse con -sobre todo jovencitas- más deshinibidas que las más mayores. Esto no sé si es bueno o malo, seguramente lo último; el caso es que es así hoy en día.


  • Alta capacidad de concentración: si existen dudas con respecto al varón, a lo que se le va a "entregar", o se tiene miedo al embarazo, o si el lugar que se elige para la faena es expuesto, o si te pueden escuchar los de la habitación de al lado, será más difícil concentrarse en dejarse mecer por las olas de placer que van surgiendo sucesivamente y nunca iguales hábilmente generadas por el Eolo particular de cada una.

Es obvio que ambas características se retroalimentan recíprocamente de forma relativa, pues la concentración implica desinhibición, pero la desinhibición no necesariamente implica capacidad de concentración, lo que impide unirlas en una sola categoría, sde modo que habrá que observar ambas para alcanzar el éxito.

En fin, os cedo el testigo, si alguna tiene otra experiencia, que lo diga. Espero que os sea útil.

Advertencia importante: No empieces a practicar estas técnicas sexuales in antes leer este post, podría causar serios inconvenientes a tu vida sexual.