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El "curioso" efecto del calor sobre el sexo en pareja


Aparte de lo simpático del titular que he copiado literalmente de la noticia, que sugiere que puede haber relaciones sexuales sin dos personas (o más), una de las cosas más llamativas que se desprenden el ella es la sustitución del culto a Dios por el culto a las ciencias en los últimos tiempos. Ya lo decía Chersterton: "El problema de no creer en Dios no es que la gente no crea en nada, sino que se cree cualquier cosa". Y recalco las ciencias porque aunque quizá no nos demos cuenta, la ciencia no existe, por definición tal cosa no existe.

Los científicos o quienes pretenden apoyarse en los resultados de investigaciones científicas para darse valor hacen normalmente el ridículo cuando intentan explicar lo obvio -que últimamente es casi siempre, debido a la necesidad de publicar lo que sea- a personas que, tras dedicar una parte del limitado tiempo de la vida a leerles, se encuentran con la desagradable sorpresa de que han perdido su tiempo leyendo nadidades que nada le han aportado.

En este caso vamos a ver cómo se puede hacer perder el tiempo a miles de personas citando investigaciones científicas que afirman que sí y que no, el calor estival estimula el deseo y la consecuente práctica de la cópula sexual. Porque tú, lectora o lector, eres tonto de baba y no te habías dado cuenta hasta que ellos te lo han hecho ver.

La sexualidad a los cincuenta años (1)


Los cincuenta años son una edad estupenda pero crítica. Además de que es ya casi totalmente descartable vivir otros tantos, la cantidad de experiencias vividas ya hace que cualquiera, nueva o no, nos seduzca menos que años atrás. Todo es menos excitante. Todo es más tenue, para mal y para bien, salvo la consciencia de la muerte, que lógicamente en estas edades a partir de los 40 está más presente, en algunas épocas demasiado y demasiado abrumadora y apesadumbradoramente, hasta que pillas la sintonía de Jesucristo y empiezas a surfear la vida sobre la ola que te va generando.

Si te has mantenido en buena forma hay que tener cuidado, porque (y esto lo he contrastado con amigos y famosos) estamos tan fuertes, rápidos, flexibles... como a los 25 ó 30 años, pero el cuerpo no tiene la misma capacidad de regeneración, por lo que es fácil lesionarse severamente, como ha sido mi caso, y sin expectativas ya de recuperación plena aunque casi casi, algo con lo que hay que cargar el resto de la vida con resignación cristiana, hasta que uno se acostumbra a los crujidos articulares y cosas así.

En cuanto a la práctica sexual —la cópula sexual que es posible sólo en el ámbito normosexual— después de los cincuenta años, también se producen cambios, pero no demasiado significativos, de los cuales voy a hablar a continuación para contribuir a tranquilizar a algún varón como yo y que esté en una circunstancia similar a la mía.

¿Qué buscas cuando buscas marido o mujer?





Es importante, de acuerdo, pero de ahí a que para un gran porcentaje de jóvenes —sí, mujeres también— de hoy la satisfacción sexual sea el principal requisito a la hora de continuar con un nuevo rollete, se supone que con el fantasioso objetivo de casarse y tener hijos escondido en algún rincón del cerebro, hay un océano.

En esta estúpida Era Emocional en que vivimos lo queremos todo para ayer, se nos ha atrofiado la paciencia a base de recibir inmediatamente todos los caprichos materiales o psicológicos que se nos han antojado, en la mayor parte de los casos sin merecerlos, simplemente porque yo lo valgo

¿Acaso corríamos y conducíamos coches cuando teníamos 6 meses de edad? ¿Nos habíamos graduado en una universidad con tres años? Visto desde la inmensa variedad de habilidades que poseemos en la actualidad, puede parecer que hace un siglo, pero la mayoría nos graduamos con poco más de veinte años, y se supone que un matrimonio dura toda la vida, o eso soñamos durante la enajenación mental transitoria de los primeros años (o meses, que los hay aún más primarios).

El conocimiento implícito y explícito en la sexualidad 2ª parte

Decíamos en la entrada anterior y en la anterior que uno de los principales problemas a los que se enfrenta un ciernogasmólogo a la hora de lograr provocar cien orgasmos por hora a su mujer es la ausencia de feedback. Sin información o con información confusa proveniente de su mujer uno no puede manejar adecuadamente los instrumentos de la orquesta femenina, algo parecido a si un director de orquesta ejecutara su trabajo con tapones en los oídos o escuchando heavymetal a través de unos auriculares. ¿Cómo sabría si está dirigiendo bien?

El conocimiento implícito y explícito en la sexualidad 1ª parte

La mayoría de las personas, si no todas, disponemos de conocimientos implícitos, y un ejemplo simple es llevarnos la cuchara a la boca cuando comemos sopa. A nadie se le ocurre abrir la boca para recibir una cucharada antes de tragar la precedente, por razones que sobra explicar. El momento de abrir la boca para la siguiente cucharada no es un conocimiento explícito, no pensamos en cuándo lo hacemos, probablemente nunca en nuestra vida adulta habremos puesto atención en ello, simplemente lo hacemos, lo que lo convierte en conocimiento implícito, automatismo sin intervención de la consciencia.

¿Es posible hacer que una mujer tenga cien orgasmos en una hora?

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Parece increíble, es cierto, una bravuconada, sobre todo para los que presumen de una sexualidad excelente y los adictos a estériles prácticas orientales, pero sí, es posible conseguir que una mujer monoorgásmica experimente diez orgasmos por hora tras un par de sesiones de entrenamiento y que llegue a conseguir, tras un entrenamiento de un mes, de veinte a cuarenta orgasmos/hora.

También es posible hacer ¡cien! –sí, 100– orgasmos en una hora en una monoorgásmica tras un par de meses de práctica intensiva.




¿Qué se necesita para lograrlo?

 
– Consciencia, atención y sensibilidad: Es imprescindible pensar más en ella que en uno mismo, centrarse en los mensajes que ella manifiesta: movimientos, gemidos, respiración… para percibir los momentos en los que es necesario aplicar los distintos toques.
 
– Conocimiento, experiencia, sabiduría: Es necesario saber cuáles son los distintos toques que propone la Cienorgasmología, así como la postura cienorgásana, y las características del orgasmo femenino.


 
cien orgasmos por hora




















Todo ello se explica en el Manual de la Cienorgasmología, que se puede consultar gratuitamente aquí, en la sección correspondiente de este blog, o en el libro en versión e-book o papel. Con las indicaciones que aporta ,decenas de parejas ya se han convertido en cienorgasmólogos, incrementando exponencialmente su placer.

 

¿Quién puede lograrlo?

 
Por supuesto que existen variaciones individuales en la progresión hacia la cienorgasmia, pero cualquier persona normal puede lograrlo mediante el entrenamiento que se propone, como ocurre en cualquier deporte. Y si no se llega a los cien, como también ha ocurrido en algún caso, tampoco es despreciable quedarse en cuarenta o cincuenta por hora, ¿verdad? 
 
Pasado el necesario periodo de entrenamiento, uno puede volver a sus costumbres habituales y disfrutar de una sexualidad mucho más plena y enriquecedora que antes. Pero, y es necesario recalcarlo para mantener la progresión: pasado el necesario periodo de entrenamiento.
 
Y para cualquier duda que te surja, estamos a tu disposición aquí.