El sexo y el Real Madrid

Seamos realistas -no me refiero a que nos hagamos socios del Real Madrid, porque se denominan madridistas-, sino que nos ajustemos a la realidad. 

El Real Madrid tiene fama de ser el mejor club del mundo, y Florentino Pérez, su presidente, lo sabe. Sabe que no va a dejar de tenerla aunque no gane campeonatos, porque lo que le interesa son los resultados económicos. 

En su primera etapa, Florentino consiguió fichar a los mejores jugadores del mundo: Figo, Ronaldo, Zidanne, Beckham, además de tener a los formidables canteranos Guti, Raúl y, por supuesto, Iker Casillas. Y ni así consiguió ganarlo todo, como cabía esperar.

Pero en aquella época, cuarenta millones de chinas querían una camiseta de Beckham, ganase o perdiese el Madrid la liga, la Champions o la Copa del Rey. Les importaba un pimiento. 

Beckham era un dandy, guapo y bien formado ¿A quién le importa que meta goles? Florentino es uno de los mejores empresarios del mundo, sin duda, y su presidencia es garantía de que las cuentas del club sean positivas. 

Por eso, en lugar de contratar al excelente jugador -probablemente el mejor del mundo actualmente- Leo Messi, bajito, soso y feo, el pobre, prefiere contar con uno que quizá no será tan buen futbolista, pero que sin duda puede lograr otra vez lo que Beckham consiguió: multipliquen cuarenta millones por ochenta euros que cuesta la camisetita, y se darán cuenta de que el principal valor del Real Madrid no es el fútbol, sino el sexo. 

Cristiano Ronaldo asegura los ingresos, mete goles y luce su espléndido cuerpo en las revistas más influyentes del mundo, para que cientos de millones de mujeres deseosas de reproducirse con él compren sus camisetas. 

¿A quién demonios le importa el fútbol?


¡¡No es el condón, estúpidos!!

Quién me iba a decir a mí que iba a acabar fusilándole una frase a Bill Clinton. 

Con la célebre ¡Es la economía, estúpido! logró vencer en unas elecciones que Bush padre tenía ganadas, según cuenta la wikipedia. Pero el caso es que me viene al pelo. 

Ya sé que ustedes no son estúpidos, y que los estúpidos seguramente no se pasarán por aquí a verse insultados, digo diagnosticados; pero como no he parado de insistir en defender a Benedicto XVI a costa de enemistarme con el estúpido de guardia que tocase -lo primero es lo primero- no voy a dejar de pasar la oportunidad de poner el ventilador para extender toda clase de adjetivos negativos hacia los ignorantes sectarios que le han atacado sin saber de qué hablan. Aunque con el que titula esta entrada, basta y sobra: ¡¡ESTÚPIDOS!!, o lo que es lo mismo, ¡¡necios, torpes, faltos de inteligencia!!

El último informe sobre la pandemia del SIDA asevera que las infecciones continúan aumentando en lugares como Europa oriental, donde se registraron 1,5 millones de nuevos contagios. Pero también en Alemania y el Reino Unido. Entre los países con mayor índice de infecciones están Indonesia, Kenia, Mozambique, Vietnam, Australia y Papúa Guinea. Le siguen Brasil (730.000) -sí, sí, los de chingar cinco veces al día para mejorar la salud-, después México (200.000), Colombia (170.000), Argentina (64.000) y Guatemala (59.000). 

La principal vía de propagación es -según el estudio- la relación sexual entre anormosexuales homosexuales. ¿Dónde están los pobres Congo, Tanzania, Camerún, Angola, Zimbawe que no tienen ni para condones? 

Las gestiones para la prevención del sida, según la cumbre mundial de los Ministros de Sanidad, deben respetar: “Los valores humanos y espirituales”; y proteger: “Los derechos humanos y la dignidad de la persona”. El presidente de Uganda, logró que la población modificara la conducta sexual. El 93 por ciento de los ugandeses la han cambiado para enfrentarse al sida. 

El ABC de su estrategia se asienta en; A) abstinencia, B) fidelidad y C) carácter, según “Uganda´s Demografiphic and Health Survey”. Pero nadie tiene nada contra el presidente de Uganda por no recomendar el preservativo, ¿verdad? De hecho, ni sabemos su nombre ni reconoceríamos su cara. ¿Por qué no se vierte hacia el presidente de Uganda el mismo odio que hacia Benedicto XVI? ¿Dónde se han metido los insultos, las burlas, las parodias y dibujitos de estúpidos descerebrados?

¿Abstinencia? ¡Sólo a la carca Iglesia se le ocurre posicionarse en contra del condón y a favor de la abstinencia! Pregunten a Bibiana Aído, a ZetaParo, Pedro Sánchez el sepulturero y adláteres, difusores de una pandemia generalizada de estupidez humana, de pérdida de principios, gentuza que pretende que los niños exploren su sexualidad sin importar con quién. Y te dirán: 

¿Abstinencia? ¿Qué abstinencia ni qué leches? Lo que pretendemos es joderte la vida, que tus hijos te den muchos problemas , así no tendrás tiempo para preocuparte de cómo estamos dejando España mientras terminamos de forrarnos y colocar a nuestros amigotes.


Sexo cinco veces al día

Bueno, la verdad es que el cachondo de José Gómes, ministro de sanidad de Brasil se ha pasado siete pueblos. Es una buena gansada para comentar entre amigos, como lo de le eché tres polvos sin sacarla, pero que un ministro diga públicamente que recomienda cinco sesiones de sexo al día para atenuar la hipertensión da una idea del talante general del país, y de qué tienen en la mente sus gobernantes. 

Un país que parece resistirse a salir de la miseria, como ocurre en Andalucía. Será cosa del calor, porque lo que es en el resto de España, cualquier día nos da un patatús de tanta hipertensión. 

El caso es que esta payasada me ha recordado a otra, del entonces payaso Emilio Aragón, hoy convertido en millonario progre gracias a que -para hacernos un bien, que conste- han quitado los anuncios publicitarios de TVE. Así ya no nos molestan. Y de paso, la publicidad se la llevan los amigotes del gobierno, que me da que era la verdadera intención de tal extraño acto de consideración y desprendimiento. 

Ya hace unos años, lo recordaréis, el payaso millonario hizo un divertido sketch (¿se dice así?) sobre este asunto que nos ocupa, aunque al parecer, ni la gente de la calle, ni el gobierno brasileño, le han hecho puñetero caso. Que lo disfruten

El hombre que vio masturbarse a doscientas mujeres

Me ha llamado hoy la atención este artículo


Por varias cosas. La primera es comprobar cómo se tira el dinero en el campo de la investigación científica. ¿Cómo es posible -me pregunto- que un investigador se pase gran parte de su vida -y tiene 68 años- gastando dinero en una tontería semejante? Porque a lo que se dedica Komisaruk es a comprender los mecanismos que disparan este estado de entusiasmo, qué papel juegan las hormonas, los péptidos y las neuronas, y cómo se podrían provocar esas sensaciones de forma más intensa. Pero sobre todo porque asegura que: «Quiero encontrar una manera de aumentar el placer en la vida de la gente». Viagra, abuelo, lo que necesitas se llama Viagra.

Vamos a ver, caballero, una cosa es que usted quiera comprender esos mecanismos fisiológicos, y otra muy diferente es encontrar la manera de aumentar el placer en la vida de la gente, porque ¿pretende que nos pasemos orgasmeando todo el día? ¿Cómo que en la vida? Será durante las relaciones sexuales, ¿no?. Porque ya me dirá a mí usted quién iba a trabajar si pudiésemos provocarnos tan intensos placeres a voluntad, ¿el primero, el segundo o cuál?. 

Estos salvadores del mundo me enervan, poco, pero me enervan. Me da que es otro frustrado como aquel idiota del que nos reímos hace tiempo, que decía haber encontrado ¡por fin! el Punto G. Su mujer todavía debe estar esperando a ver si aprende a echarle un casquete decente, porque resulta que el dichoso punto ¡va y no existe!. 

¿Y cuál va a ser la manera de aumentar el placer en las relaciones sexuales? ¿Va a desarrollar nuevos modelos de cachivaches consoladores? ¿Alguna pastilla? ¿O sistemas de estimulación cerebral de las áreas del placer no invasivos? 

Eso ya está hecho, aunque con un método más cruento: electrodos en el cerebro de monos. El experimento consistió en colocar a los monos en jaulas con dos palancas, una de ellas activaba un mecanismo que abría el comedero y el bebedero, la otra estimulaba esas áreas del placer. 

¿El resultado? Los monos morían de inanición. Este capullo, porque no merece otro nombre, está tan entusiasmado por que al fin le hagan una entrevista en su puñetera vida, con lo listo que él se cree, que delira. Cada loco con su tema

De modo que incluiremos a Komisaruk en la sección de "La tontería regre de la semana" y de paso el daremos el premio al gilipollas del día, del que hace entrega, como siempre, Su Majestad el Rey Juan Carlos I de España.



Los escándalos sexuales del demonio Vaticano para ocultar los propios

Hoy no quiero contar nada, sino aportar datos para comprobar cómo determinada ideología recesiva trata infructuosamente de debilitar la Iglesia de Cristo acusándola -generalizando, distorsionando y omitiendo información- de pederastia. 

Nada se dice respecto a otras instancias, se oculta la verdad para intentar que algún que otro de sus sacerdotes en público dando así algún argumento -por llamarlo de algún modo- a los incapaces de pensar por sí mismos. La información que hoy publico tiene su origen en Hispanidad.com, y su autor es Andrés Velázquez. Juzguen ustedes mismos.

La cosa es: ¡Palo al cura que es de goma!. Hasta que hable latín. Por eso el PSOE se permite afirmar que el Vaticano tiene “licencia para matar”.


Lo que pasa es que la campaña resulta un tanto asimétrica. Los casos de pederastia existentes en la Iglesia son infinitamente inferiores a los que existen en el colectivo de maestros, por ejemplo. Pero eso nunca se dice. Y el problema no está en el celibato. Hay muchos más casos de pedofilia en personal laico que en sacerdotes célibes.


Recientemente la prensa europea destapó el caso de abusos en un colegio regentado por la UNESCO. El asunto se ha callado. ¿Por qué no se reclaman responsabilidades a la ONU?


Más: no hay una sola operación de cascos azules que no se salde con un escándalo sexual. Ni una. Y no hemos escuchado ni una sola crítica de su boca a la ONU, ni a UNICEF, ni a los Cascos Azules


¿Por qué? Primero porque se ha ‘santificado’ la ONU mientras se ‘demoniza’ el Vaticano. Y porque -razonablemente- los abusos son particulares, no generales. ¿Por qué no se aplica el mismo criterio sobre la Iglesia? No, no se busca racionalidad, se aplica ‘cristofobia’. No hay nada más.


De todo hay en la Viña del Señor, si no que se lo pregunten al obispo Almodóvar, el célebre cineasta español, ¿verdad?. Podéis leer el texto completo aquí.



Chingas menos que un casao, pero estás más sano.

Creo que casi nadie duda de que el estado ideal para el hombre es el matrimonio. Digo matrimonio, porque eso de la pareja es cosa de los animales, aunque ahora esté de moda usar ese término para parecer más progre (idiota perdido), igual que referirse a la persona con la que se sale o se cohabita como mi chico o mi chica

Lástima de mundo, debe ser que ahora las palabras novio/novia son de carcas y fachas.

Lo que parece evidente hablando de esto del matrimonio es que la sabiduría popular no se equivoca cuando dice aquello de "Chingas menos que un casao". Parece increíble pero es cierto, se chinga menos casado que cuando no se tiene compromiso (¿Compromiso? ¿Quién coño sabe hoy en día lo que es el compromiso?) o está casado. 

Esto es lo que parece desprenderse de una investigación recientemente publicada en la que se observa que los casados y ennoviados están más sanos que los que picotean por ahí lo que pueden. Fuman menos, beben menos, se drogan menos (supongo que también se la cascarán menos y dejarán menores beneficios en las fábricas de consoladores), hasta el punto de que el aumento de consumo de estas substancias puede considerarse un síntoma que evidencia el fracaso conyugal. 

Ya sabes, si notas que tu pareja fuma mucho últimamente no le eches la culpa a la crisis, más bien prepárate para lo peor. Pero si esto no te sorprende demasiado, te pasmará saber que, lo que verdaderamente aporta bienestar mental al casado es... ¡¡la voluntad de sacrificio!! 

Por fin una investigación científica se acerca a la definición de amor vinculándola estrechamente con la entrega al otro, lejos de pajas mentales memocionales

Sí, dar la vida por los demás es la máxima expresión de amor, y los cristianos tenemos un modelo perfecto, Jesús, totalmente opuesto al de los musulmanes con los que compartimos un mismo Dios, pero no su modelo, que en lugar de dar la vida por los demás, la quita. 

No será porque no os lo había advertido ¿verdad? Pues hala, a repasar la sección de El Arte de Amar, no vaya a ser que os dé por el Marlboro, malandrines. 

Post relacionados: - Chingas menos que un casao

La "liberación" sexual es un truco masculino para tener más mujeres disponibles

Recuerdo que uno de mis amigos solía afirmar que la liberación -sexual- femenina era un invento de los hombres para tener más mujeres con las que chingar. Pero la cosa no está del todo clara. 

Hay varias teorías, pero en todo caso, puede observarse que a lo largo de la historia humana, muy a propósito de lo que Maslow afirmaba (aunque se equivocaba flagrantemente en el último nivel), las féminas han sido capaces de alterar la jerarquía de Valores secundarios con el objeto de asegurar la supervivencia de la especie, el Valor Supremo sin el cual todos los demás son irrelevantes.



Sin ánimo de juzgar negativamente, parecería que una suerte de prostitución del útero a cambio de algo ha sido la estrategia elegida por las hembras -seguramente su desventaja física no les dejaba otra opción- para asegurar su trascendencia. Una trascendencia personal, bastante ajena al deseo de dar un hijo a su macho; más bien todo lo contrario, para desolación de románticos y otros cándidos. 

Baste ver el comportamiento actual de un gran número de mujeres que no dudan en separarse de su pareja y despojarle de todos sus bienes en cuanto el vástago tiene ciertas garantías de supervivencia, llevándoselo consigo, por supuesto, que nosotras parimos, nosotras decidimos, hasta el punto de denunciar falsamente a los progenitores masculinos de malos tratos en demasiadas ocasiones, con las consecuencias que algunos, como el polémico juez Serrano, denuncian

El caso es que si hemos llegado hasta aquí, habrá que renunciar a los juicios de valor para calificar la conducta femenina, por adaptativa, sin dejar de adentrarse en el conocimiento de estas circunstancias, sobre todo si están tan elegantemente descritas como nos acostumbra a hacerlo nuestra/o amiga/o Remedios Morales. Que lo disfruten.


El sexo oral, el preservativo, el cáncer y la promiscuidad

.



Hace unas semanas discutía con unos amigos anormosexuales homosexuales y otros normosexuales sobre el empeño del Vaticano en negarse a ponerse del lado de los que defienden el uso del preservativo en África. Uno de los normosexuales se mostró especialmente indignado por tal empecinamiento, porque según su superficial criterio, estaba demostrado que el uso del condón previene el contagio del SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual (ETS) como el VPH, el temible virus del papiloma humano causante de todos y cada uno de los casos de cáncer de cuello de útero.

¡Claro! -argumenté yo-, eso si se usara.



El problema de las ETS en países subdesarrollados no está originado por la ausencia de uso de tal profiláctica medida de prevención, sino en el comportamiento primitivo, animal, de la población masculina, que viola a sus anchas, fornica cuando y con quien le apetece, incluyendo a menores. Y esta es la lacra que pretende eliminar la Iglesia Católica, la peste de la animalidad humana, esa promiscuidad incontrolada responsable única de la difusión de las ETS. Póngase usted a recomendar y regalar a esos salvajes toneladas de condones y obtendrá el mismo resultado que si regalase gafas de bucear a los esquimales, ninguno. Un salvaje incapaz de controlar sus impulsos primarios no piensa en el daño que puede hacer su conducta depravada, y menos va a ser capaz de detener su frenesí criminal para buscar, extraer del envoltorio y ponerse un condón... dando tiempo a su víctima a gritar, defenderse o huir, y él a perder la excitación.



Del mismo modo que el salvaje va diseminando su enfermedad entre sus víctimas o voluntarias compañeras de coito, el occidental supuestamente educado y civilizado -aunque dé muestras de parecerse más al animal humano que a la persona humana- pero promiscuo, es un vehículo en el que viaja y se disemina el destructivo material, hacia los genitales femeninos, aparatos excretores y ahora, tal y como señala este artículo que hace referencia a otro del British Medical Journal, a la cavidad bucal, disparando los casos de cáncer de garganta.


Mientras tanto, políticastros sin moral y multinacionales farmacéuticas seguirán haciendo el agosto, una vez descubierta su estratagema para forzarnos a todos a vacunarnos contra la irrelevante Gripe A, induciendo a las mentes perturbadas por una falsa idea de la libertad a buscar soluciones que no resuelven el problema, vacunas para hombres -una vez fracasada también la estrategia de la vacunación femenina del VPH- que no se dirigen a las causas, sino que buscan únicamente atacar las consecuencias. Algo que para cualquiera que tenga un mínimo de cerebro pensante, no constituye la solución al problema.


Tristemente, tendremos que continuar soportando que una cohorte de irresponsables e imbéciles hagan inteligentes bromas (ja,ja,ja,ja), ajenos a la realidad, con la vida y la muerte de los demás.


 


Causas y soluciones para la sexofobia femenina

La sexofobia o fobia a las relaciones sexuales tiene su origen -me atrevería a decir que siempre, pero toda regla tiene su excepción- en algún tipo de relación negativa con el elemento masculino; sea el padre ausente, sea el novio adolescente torpe, sean creencias arcaicas o absurdas sobre el particular, erróneos sentimientos de culpa -no todos son erróneos, pero los hay que sí-... que originan en la mujer una necesidad irreprimible de hacerse con el control del asunto como reacción a miedos diversos -al dolor, a la dominación, al pecado, al embarazo, a la enfermedad de transmisión sexual...- o por simple afán de revancha o venganza. A medida que vayas leyendo te vas a ir dando cuenta de que el asunto es de puro sentido común, pero como en ocasiones se unen o alternan varias causas, conviene observarlas por separado para evitar confusiones y poder así hincarle el diente al tema con garantías.


Mala relación con el padre

Lo que ha aprendido una mujer en esta situación -o con un padre ausente- es que no puede confiar en los hombres, no puede abandonarse en sus brazos porque su confianza ya ha sido traicionada en demasiadas ocasiones, ha sido obligada a vivir a la defensiva desde pequeña, construyendo una barrera contra los afectos, contra las debilidades, las naturales vulnerabilidades infantiles que el padre debiera haber asegurado para merecer ese nombre. Quien no está a la altura no es otra
cosa que un mero progenitor "A" o "B" biológico. 

Tan sólido escudo que puede llevar a convertir sus relaciones de pareja en algo nada vivido, nada natural, sino algo puramente normativo, no carente de cierto sadismo y totalmente carente de la más mínima expresión de amor; más o menos así: Esto es así porque tiene que ser así, porque por qué no, porque lo digo yo, y punto

Pues no: lo normal es tener una vida normal, y si lo que se desea es una vida anormal, hay que dar al otro la posibilidad de elegir seguir su propia vida por separado, no vale vender la normalidad al principio -para enganchar- y luego desvelar la sorpresa. 

Las relaciones de mujeres así no funcionan porque no se dejan llevar naturalmente, porque todo tiene que ser analizado, justificado y aprobado -aunque tanto el análisis como la justificación no son otra cosa que pajas mentales sostenidas simplemente a base de una férrea y fría autoestima, de hembra sabedora de que tiene la sartén por el mango, o sea, chichi- por la mandamás de la relación. 

El castigo para el que pretenda subvertir su tiranía es una temporada de secano, así que el varón castrado ya sabe que no le quedan más narices que aguantar, porque aún puede ser peor. 

Cuando sí que se abre de patas no deja de poner problemas, controlando constantemente la situación, rompiendo la excitación con sus paranoias: que si ahora hay que hacer esto porque estoy sintiendo aquello... que si esto no que me hace sentir no sé qué... que si más así o asá que si no... Constantemente generando inseguridad -más de los que suele tener el consorte-tipo de semejante pájara- y culpa en el varón... En suma, jodiéndole vivo, no conscientemente, pero jodiéndole de todos modos.  

Pero no queda ahí la cosa, para más inri, ella -normalmente de forma inconsciente- se vengará del padre en él, reprochándole su supuesta falta de habilidad, igual que le reprocha al progenitor la falta de habiliad paterna, despreciándole, ninguneándole, destruyendo su autoestima, burlándose de él incluso, pero siempre sometiéndole, porque ahora ella puede, ahora ya es mayor y la que manda.


El novio adolescente torpe -y salido-

Ha generado en la sexofóbica un condicionamiento pavloviano típico. Ella se enerva cada vez que él intenta tocarla -supuestamente masturbándola aunque en realidad simplemente excitándola para ver si así se deja finalmente penetrar- porque el lugar que han escogido para sus escarceos no es el adecuado, algo que a él,
completamente cegado por el instinto, le importa un rábano, mientras ella siente un lógico miedo a ser descubierta. 

O simplemente porque ella es muy sensible y el crío un zarpas, o porque ella se da cuenta de que lo único que quiere él es seso y sólo seso, pero atenciones ni una. 

A base de repetición, ella ha desarrollado la respuesta fóbica, de rechazo, de huída. Más de una lesbiana habrá surgido de situaciones como estas.


Si el noviete cabrón no fue adolescente, sino crecidito

Seguramente el miserable abusón habrá querido imponer su criterio por las bravas, tirando de edad y mundo para imponer su voluntad, haciéndole daño, sin prestar atención a las quejas, y culpabilizando a la pobre niña de su propia torpeza. 

Igual que en el caso del noviete adolescente, ella ha desarrollado una respuesta de evitación frente a la práctica sexual.


Las creencias erróneas arcaicas

Basadas en igualmente erróneas interpretaciones de la religión, estas creencias generan sentimientos de vergüenza y culpa, incluso si el varón es el futuro esposo y tiene una habilidad que ya ha demostrado con otras parejas sexuales normales, porque el condicionamiento clásico ha sido consolidado antes de que él apareciese en la vida de la mujer, y como los condicionamientos son hábitos, y los h
ábitos son pura estructura cerebral, no una idea que flota en el éter, no será suficiente con una habilidad media para romperlo y construir uno adaptativo. 

Si es tu caso, varón, no te creas disminuido, hace falta una habilidad muy superior a la media para destruirlo, no sólo ganas.


La violencia sexual

Las agresiones sexuales también pueden generar una respuesta sexofóbica en una mujer perfectamente normal hasta el mom
ento del crimen. 

Si este es el caso, también hay que actuar con astucia, y hasta con mimo, de modo que la mujer no pueda pensar -porque no sea así verdaderamente, claro- que los acercamientos tienen como único fin usarla como objeto de la satisfacción sexual masculina: "Prometer hasta meter, y después de metido, nada de lo prometido"

Recuerdo que hace muchos años rompí este condicionamiento en una veinteañera en una sola noche. La pobre criatura, violada por su despreciable padre desde los seis años -esto es una mezcla de mala relación con el padre y violación-, volvió a la normalidad utilizando una estrategia sutil: me fui a la cama con ella como si aquello fuese a ser un casquete normal producto de una noche de pasión, y se levantó por la mañana sin haber sido penetrada, simplemente besada, acariciada, abrazada, querida, atendida, escuchada... 

Aquella noche fue tenida en cuenta como persona, no como muñeca hinchable humana. 

Una semana más tarde me llamó por teléfono, estaba entusiasmada, quería contarme que había tenido un orgasmo con un noviete. Una bomba teledirigida con tanta precisión puede hacer saltar por los aires el condicionamiento más férreamente estructurado, pero estas cosas no salen siempre perfectas, hay que estar muy seguro de lo que uno hace para meterse en un berenjenal semejante.



Por fin una buena noticia

La buena noticia es que la Cienorgasmología, la ciencia, técnica y
arte de hacer cien orgasmos por hora a una mujer, se basa precisamente en atrapar su mente, en tomar las riendas de la sexualidad sin dejarse atrapar la propia con las peroratas, lamentos, quejas, reproches, normas, exigencias, imposiciones y cualquier otro tipo de estrategia de manipulación emocional. 

La cuestión clave es, por lo tanto, robarle el control, porque en las situaciones en las que lo ha perdido -que tontas no son, y les gusta lo que les gusta, tanto o más que a las demás- ha disfrutado como una enana sin poner una sola pega (hasta después). 

Eso sí, conviene tener en cuenta que no es lo mismo aprender a hacerle cien orgasmos por hora a una mujer monoorgásmica normal que hacer disfrutar a una mujer sexofóbica, aquí es imprescindible empaparse de la teoría del Manual de la Cienorgasmología, comprenderlo, preguntar lo que no se entiende, armarse de valor inquebrantable, de seguridad en uno mismo, conseguir un compromiso firme de colaboración por la parte femenina, tomarse un tiempo de reflexión antes de acometer la tarea... y ponerse a trabajar sin miedo a los fallos que pueden producirse (no pasa nada, la Ciernorgasmología es suficientemente potente como para superar pasos atrás o errores en el proceso). 

En caso contrario, si ella no se compromete a cederte el control absoluto -y cuando digo absoluto quiero decir exactamente absoluto- de vuestra vida sexual hasta que alcance la normalidad, ni te molestes, devuélvela porque seguramente aún está en garantía, y búscate otra sin taras.


¡Pues resulta que el Punto G va y no existe!

No, hombre, no!! No se nos puede hacer una putada semejante!! Toda la vida presumiendo de lo bueno que soy en la cama porque soy único descubriendo el Punto G de mis conquistas y resulta que el jodido no existe!!

Si
lo piensas con algo de detenimiento, el dichoso Punto G
no ha hecho más que justificar inutilidades. 

Gracias a todos

Gracias a todos por estos 365 días en los cuales habéis prestado vuestra atención al humilde fruto de mis pensamientos (ya quisiera yo que fuesen míos realmente, yo también los he tomado prestados de la vida!), y gracias a Dios por habernos conservado vivos para poder incluso perder nuestro tiempo en estas divagaciones, irrelevantes a veces y otras no tanto. 

Gracias porque seguimos recibiendo más de mil visitas al mes, así que no creáis que no se leen vuestros comentarios o que no somos nadie. 

Para el nuevo año, el 2010, os deseo sobre todo fe (y para mí también, que nunca está de más), y que todo os vaya lo mejor posible en todos los aspectos. 

Gracias otra vez, un abrazo a todos y que Dios os guarde.


Si hacéis clic en la imagen veréis el pps que he seleccionado para vosotros. Es muy bueno.




Arqueología sexual

La naturaleza es sabia, aunque en ocasiones el elevado número de individuos pre-humanos que nos rodean hacen que nos parezca lo contrario. 

La causa de esa contrariedad no es otra que la tendencia a comparar la evolución con la referencia de la duración de nuestras vidas individuales o, como mucho, unos siglos atrás, lo que nos hace perder la perspectiva de que llegar hasta el momento actual de desarrollo nos ha llevado millones de años. 

Millones de años de transformaciones a base de selección natural. Expresado en términos mundanos, selección natural significa que el más guapo, (con arreglo a los parámetros de la época) más fuerte, mejor desarrollado y más listo es el que se reproduce más, por supuesto con una compañera de las mejores características, lo que supone que sus respectivos genes se transmiten en mayor cantidad. 

El feo, enclenque, mal parido y torpe no se come un colín, lo que impide que sus genes se divulguen en la misma medida o simplemente es eliminado antes de poder lograrlo. 

Da pena, ¿no? Pues a la naturaleza le importa un pimiento. 

A pesar de las similitudes que algunos animales de características cuasihumanas tratan de establecer con los simios, existen desde un punto de vista sexual, notables diferencias evolutivas que han ido asentándose por la sencilla razón de que han sido ventajosas evolutivamente. 

Ventajoso significa en este contexto, por ejemplo, que si fuese adaptativo que camináramos a cuatro patas, seguiríamos haciéndolo; y si no lo hacemos, es porque es recesivo, limitante de la evolución. 

Pero lo que me ha resultado más curioso del asunto es observar la importancia de la sexualidad en la evolución de la razón y los sentimientos humanos, no sólo de los rasgos anatómicos. Darwin decía que la función crea el órgano y la falta de uso lo atrofia, pero existen corrientes actuales que defienden que las modificaciones adaptativas se han producido gracias a la mayor tasa de reproducción de los "casualmente" más aptos, no porque el cuello de las jirafas se haya ido estirando para alcanzar las ramas más altas, sino porque las que los tenían más cortos se morían de hambre mientras las otras comían y se reproducían. 

Seamos partidarios de una teoría o la contraria, lo que podemos afirmar sin duda es que cuando el ser humano se hizo agricultor y pudo almacenar comida, dejó de necesitar el apéndice que en su época de cazador usaba como despensa portátil, lo que a la larga contribuyó a su minimización. 

La ausencia de barriga como evidencia a los ojos de los demás de ese "protoestado del bienestar" que se disfrutaba se convirtió en rasgo deseable para las señoras por aquello de garantizar el sustento de sus vástagos. ¿Nos ponemos a darle vueltas a la idea de que los budas suelen ser barrigones mientras que Jesucristo era delgado? Mejor dejémoslo para una mejor ocasión. 

Entonces ¿cuál fue la causa de la evolución de la posición de la vulva femenina desde sus orígenes cuadrúpedos (no dejéis de leer este interesantísimo artículo de Remedios Morales? ¿por qué no evolucionaron igualmente todos los simios? ¿Acaso la estúpidamente denostada "postura del misionero" tiene una componente adaptativa? Y si la tiene ¿cuál es? 

Yo me atrevo a hacer una especulación, que no será mía sin duda, sino pensada mucho antes, y que consiste en lo que desarrollaré a continuación. 

Incluso en sociedades precivilizadas como la antigua mongola de Gengis Khan y la mayoría actual del mundo musulmán (ahora van y me lapidan) en las que todavía se considera moralmente aceptable la poligamia, es decir, en las que se considera a la mujer como un mero objeto de la satisfacción masculina hasta en el paraíso, existe el papel de "la favorita". 

La favorita es la única cuyos descendientes heredan el rango del poderoso progenitor y consecuentemente poseen más probabilidad de difundir ampliamente su ADN. 

En contraste, a las mujeres relativamente insignificantes, a quienes puede considerarse una "cualquiera" entre tantas, se les reserva básicamente el papel de productoras de ocio, mientras que a las que tienen otra significación, bien por su origen igualmente noble o de alto rango social, se les dispensa un trato más respetuoso (no vaya a ser que el suegro se mosquee y la arme), no se les trata aquí-te-pillo-aquí-te-mato como a "perras" cuadrúpedas, sino que el varón se molesta en observar su rostro para comprobar si las habilidades que está desplegando le son o no satisfactorias, pues de ello depende en parte su propia seguridad física y psicológica. Tener a "la enemiga" en casa con un poder similar al propio es un problema de los gordos. 

Por si esto no fuera suficiente, una "cualquiera" no podía negarse a la cópula forzosa del marido-dueño, pero sí podía hacerlo la primera esposa si el machote no se comportaba adecuadamente, porque sin descendencia legítima su poder se tambaleaba hasta correr peligro frente a nobles competidores. 

Ella podía simplemente cerrar sus piernas y negarse al casquete en plan represalia por las inatenciones del animal. La "cualquiera" se quedó con el chirri en el culo pariendo bastardos. Y si aceptamos, parafraseando, la excelente definición del concepto amar de Erich Fromm: Amar es ocuparse activamente por la vida y el crecimiento de lo que amamos; podemos empezar a entender un poco mejor de dónde surge esta conducta -que no sentimiento- adaptativa humana. 

Con el paso de los milenios, las favoritas, aquellas con las que se practica la postura del misionero, tienen más descendencia y mejor dotada, lo que nos lleva al punto actual. 

Esa es la razón por la que, a pesar de los pesares, las mujeres, al contrario que las simias, tenéis el chichi entre los muslos. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.